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La "Sala de las lágrimas", el lugar más íntimo y solitario del cónclave
Ciudad del Vaticano/EFE - Publicado:
Uno de los momentos más íntimos del cónclave es cuando el elegido como papa se retira a la sacristía de la capilla Sixtina, llamada "de las lágrimas", para meditar y vestir una de las tres sotanas blancas ya preparadas, antes de presentarse a los fieles en la plaza de San Pedro.Tras aceptar -en esta ocasión- ser el 266 sucesor del apóstol Pedro, el cardenal elegido pasará a la pequeña habitación existente a la izquierda del altar mayor de la Sixtina, bajo el "Juicio Final" de Miguel Ángel.La sacristía es conocida como la "sala de las lágrimas" por las que han derramado en ella a lo largo de la historia los papas recién elegidos, tal vez por la emoción del momento, la tensión acumulada durante los días del cónclave o el peso que se le viene encima.La "sala de las lágrimas" está cerrada al público y no forma parte del recorrido de los fieles y turistas que diariamente visitan la Sixtina.