Los efectos devastadores de la quimioterapia
- Ivis Franco C.
Se administra al paciente medicamentos antieméticos para contrarrestar las náuseas y vómitos entre 30 y 60 minutos antes del tratamiento.
L a náusea y el vómito inducidos por quimioterapia han sido tradicionalmente uno de los efectos secundarios más temidos por los pacientes que reciben tratamiento para contrarrestar el cáncer.
Angustia y la desorganización de las actividades diarias, producidas por la enfermedad, hacen que muchos pacientes no lleguen a completar el cuadro clínico, reduciendo su potencial de curación.
Se calcula que a nivel mundial, entre el 70% y el 80% de los pacientes que son tratados con quimioterapia, y no reciben medicamentos para minimizar las náuseas y vómitos experimentan estos efectos adversos.
Ante este panorama y de las negativas consecuencias psicológicas, físicas y sociales que implican las náuseas y el vómito inducido por quimioterapia en la calidad de vida de los pacientes, los médicos consideran que su prevención y tratamiento son una parte integral en el manejo de los enfermos con cáncer.
Así lo señaló el doctor Francisco Javier Godínez, jefe del Servicio de Hematología, del Seguro Social de Guatemala, quien además sugirió que es necesario que el paciente reciba medicamentos tanto para emesis temprana como tardía.
La emesis es un mecanismo de defensa del organismo contra sustancias tóxicas exógenas.
Fármacos.
Godínez dijo que en emesis temprana, lo ideal es administrar fármacos inhibidores de la 5-OH triptamina (granisetrón y tropisetrón) y para la tardía, medicamentos como el Aprepitant.
El Aprepitant es un fármaco que requiere prescripción médica. Se utiliza únicamente para ayudar a prevenir las náuseas y el vómito causados por la quimioterapia.
Estos han demostrado ser tan efectivos y seguros como los intravenosos.
Estos medicamentos orales antieméticos para contrarrestar las náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia deben ser administrados profilácticamente entre 30 y 60 minutos antes del tratamiento.
Indicó que un tratamiento eficaz reduce no sólo la morbilidad para el paciente, sino las complicaciones médicas que se puedan derivar de los vómitos repetidos, tales como deshidratación, problemas nutricionales, desequilibrios hidroelectrolíticos y neumonía por aspiración.
Los factores que influyen en la emesis son los agentes quimioterapéuticos el tipo de fármaco y las dosis utilizadas, así como ciertas características específicas de los pacientes, tales como edad, sexo, alteraciones psicológicas, antecedentes de tratamientos quimioterapéuticos previos y el grado de motivación.
Expertos señalan que los pacientes jóvenes son más propensos a padecer episodios de emesis, mientras que las mujeres tienen más riesgo de presentar vómitos relacionados con el tratamiento.
En este sentido, sufren alteraciones psicológicas como ansiedad, tienen más riesgo de emesis y los pacientes que han recibido con anterioridad quimioterapia incrementan su riesgo de vómitos.
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