Los jueces británicos se quitan la peluca y cambian de toga
- Katherine Palacio P./
Los magistrados británicos vivirán una pequeña revolución, al quitarse las blancas pelucas hechas con crin de caballo y las anticuadas togas que visten desde el siglo XVIII en los tribunales de Inglaterra.
El Lord Chief Justice, máxima instancia judicial del país, lord Phillips, miembro de la Cámara de los Lores, que es el principal impulsor de ese "aggiornamento" sartorial, se presentó ante los fotógrafos con el nuevo atuendo, según publica la prensa.
Phillips, como algunos de sus predecesores en la más alta magistratura, opina que la empolvada peluca y la anticuada vestimenta que la acompañan contribuyen a la percepción del público de que los jueces no están en sintonía con la vida moderna.
Sólo para casos civiles.
La renuncia a la peluca afectará, sin embargo, sólo a los jueces que se ocupen de casos civiles o relacionados con el derecho de familia.
Las togas de los jueces tendrán también un aspecto más moderno y estilizado, como las de sus colegas continentales.
Se trata de una creación de la diseñadora Betty Jakcson, quien ha elaborado las nuevas togas tras amplias consultas con un panel de jueces.
La vestimenta, negra como es de rigor, lleva justo por debajo del cuello dos bandas verticales de distintos colores, indicativos de la jerarquía del juez.
Los abogados salvarán la tradición.
Los abogados británicos han demostrado estar más apegados a la tradición que los jueces y por el momento quieren conservar las pelucas en sus actuaciones en la Cámara de los Lores, los tribunales de apelaciones y el alto tribunal.
El nuevo atuendo ya ha despertado las primeras críticas. Una de las editoras de moda del diario The Guardian, Hadley Freeman, cree que la nueva toga hace que los jueces parezcan "predicadores malos" o personajes del espacio. "Miren a ese pobre hombre: en vez de verse majestuoso, el máximo magistrado, Lord Phillips, se parece al hombre que vende billetes para la Experiencia de Star Trek, en el hotel Caesars Palace en Las Vegas", según Freeman.
Origen de las pelucas.
Era una costumbre, que nació en el siglo XVIII por un capricho de la Reina Victoria I, sin otra explicación que su "hobby" de coleccionar pelucas y pretender que todo el mundo las usara, sobre todo cuando comenzó a coleccionar pelucas y más pelucas conforme avanzaba su edad.
Luego el Parlamento legalizó el uso de la peluca como una especie de disfraz para que los jueces no fueran agraviados por los condenados y sus familiares.
Como todo, se hizo costumbre que nadie discutió, aunque representaba un gasto de más de 600 mil dólares al año.
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