Microchips para personas con mal de Alzheimer

Felipe López Colón, de 82 años de edad, se convirtió en el primer residente de Puerto Rico con la enfermedad de alzheimer que tiene bajo su piel un microchip con información personal.
En caso de que en algún momento pierda la memoria y olvide cómo regresar a su hogar, el microchip serviría para contactar a sus familiares o cuidadores.
A López se le diagnosticó alzheimer hace siete años y aunque no muestra signos evidentes de la enfermedad que afecta las neuronas que controlan la memoria y el pensamiento, a su esposa, Antonia Lassus, le da seguridad el dispositivo que se le implantó sobre el hombro. "Le pusimos el microchip para nosotros estar seguros de que si se desorienta cuando sale, no se vaya a perder y se pueda comunicar con nosotros", expresó Lassus.
El ex beisbolista fue uno de cinco pacientes con alzhéimer a los que se le colocó el jueves el microchip, que tiene un costo de 200 dólares.
La presidenta de la Federación de Alzheimer de Puerto Rico, Awilda Sidanes, explicó que el microchip contiene información ``importante que el familiar quiera ponerle"", como el historial médico del paciente, tipo de medicamentos que consume y los nombres de médicos y cuidadores con sus direcciones y números telefónicos.
``El aditamento tiene el propósito de ayudar a que los familiares de estos pacientes se sientan más seguros cuando se quedan solos o bajo el cuidado de otras personas mayores o menores que el paciente... les da ayuda emocional a todo el mundo"", sostuvo.
Los microchips mayormente se le colocan a pacientes en su primera o segunda etapa de alzhéimer porque necesitan más supervisión.