Milagro: Tiburón le muerde la cabeza y sobrevive

Un hombre australiano logró escapar de las mandíbulas de un tiburón blanco que lo atrapó por la cabeza.
Eric Nerhus, de 41 años, buceaba por el litoral de New South Wales -en la costa sureste del país- cuando fue atacado ferozmente por el especimen de más de tres metros de largo.
El animal atrapó al buzo por la cabeza, destrozando su máscara protectora y rompiéndole la nariz.
Luego, el tiburón arremetió con una segunda mordida, clavando sus mandíbulas alrededor del torso de Nerhus y dejando profundas marcas de los dientes en su costado.
El buzo le dijo a sus rescatadores que logró escapar después de picarle un ojo al tiburón.
Nerhus fue arrastrado a tierra por su hijo de 25 años, completando así una huída sorprendente.
Enseguida fue transportado en un helicóptero a un hospital cercano, y su condición ha sido descrita como seria pero estable.
Los médicos dicen que sufría de pérdida de sangre y conmoción.
Un compañero buzo que presenció el ataque dijo que, en un primer momento, el tiburón parecía haber tragado la cabeza de Nerhus, por lo cual podría tener más probabilidad de ganar la lotería que de sobrevivir.
Los ataques de tiburones no son poco comunes en las aguas de Australia.
Ocurren unas 15 veces al año, siendo uno de los índices más altos en el mundo.
Por lo menos uno de ellos suele tener consecuencias fatales.
Estudios realizados por la Universidad de Florida indican que los ataques de tiburones a humanos se han incrementado notablemente, de un promedio de 54 ataques registrados en la década del 90, se pasó a 79 registrados en el 2000, sin embargo, la cantidad de casos mortales, que era en promedio de 12, 7 en aquel período bajó a 10 en el 2000.
Los casos fatales fueron reportados en Florida, Australia, Tanzania, Fiji, Japón, Papua Nueva Guinea, y Nueva Caledonia.
Para los expertos, dejando de lado la ola de ataques, las cifras estadísticas aún se encuentran dentro de los promedios esperados según la proyección de los últimos años. Como puede verse, los buceadores son el grupo de menor riesgo, muy detrás de los surfistas y nadadores.