Policía china utiliza tortura a pesar de reforma legal
- China/ AP
Según una ONG, la policía usa métodos que no dejan lesiones visibles en los detenidos.

Los abusos policiales sobre presuntos delincuentes para obtener confesiones son un serio problema en China a pesar de las medidas para reformar el sistema legal, como iniciativas para no considerar las pruebas obtenidas a través de estos métodos, dijo un informe de la ONG Human Rights Watch.
La policía encontró formas de burlar la ley torturando a los detenidos fuera de instalaciones oficiales, empleando métodos que no dejan lesiones visibles y grabando las confesiones más tarde, explicó el informe.
El sistema legal chino sigue teniendo una fuerte dependencia de las confesiones obtenidas para casi cada caso, en parte por la recurrente escasez de efectivos para investigar adecuadamente los delitos.
Hua Chunying, vocera del Ministerio de Exteriores, dijo a periodistas que la ley china prohíbe las torturas durante los interrogatorios y que si hallan responsables serán sancionaldos. "China está reforzando sus esfuerzos para mejorar las garantías de los derechos humanos en el sistema legal... para que el público vea imparcialidad y justicia en cada caso'', explicó.
El presidente del país, Xi Jinping, convirtió en prioritaria la reducción del número de condenas erróneas, así como la reforma del sistema de justicia para recuperar la confianza del pueblo en el gobernante Partido Comunista, pero rechazó aliviar el control que ejerce la formación sobre la judicatura.
El año pasado, un adolescente de la región autónoma de Mongolia interior condenado por violación y asesinato y ejecutado hace 18 años fue exonerado de forma póstuma. El agente de policía que supervisó el caso original fue acusado de emplear tortura para forzar una confesión.
Las medidas implementadas antes de la llegada de Xi a la presidencia requieren que los interrogatorios sean filmados en video y prohíbe la utilización de pruebas obtenidas directamente por torturas. Estos son pasos positivos, pero no suficientes, dijo Human Rights Watch.
En China, los sospechosos no tienen derecho a que un abogado este presente durante los interrogatorios y los jueces raramente ponen en duda un interrogatorio realizado por la policía y sueles ignorar pruebas de malos tratos, apuntó el reporte.
"Las confesiones siguen estando muy bien valoradas, se obtiene una confesión para casi todos los casos; no hay nada que haga realmente que un policía sea responsable por tortura o coacción", dijo Maya Wang, investigadora de Human Rights Watch para Asia, desde Hong Kong.
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