Arma tecnológica para investigaciones
Publicado 2005/02/15 00:00:00
- Grisel Bethancourt
Fabricado en Canadá,quiere ser introducido en Panamá desde 1996.
Los índices de criminalidad con armas de fuego han tenido un incremento significativo en los últimos años.
La Policía Técnica Judicial (PTJ) se prepara con un soporte tecnológico conocido como el Sistema Integrado de Identificación Balística (IBIS), por sus siglas en inglés.
El IBIS permitirá que las evidencias y las pruebas que son aportadas para resolver los casos perpetrados y aún no esclarecidos, con armas de fuego, puedan ser cotejados con los registros obtenidos en una base de datos de la PTJ.
Las evidencias como casquillos, balas o proyectiles encontrados en la escena del delito, servirán como un aporte a la investigación. El proceso a seguir indica que las pruebas son analizadas a través de este moderno equipo computarizado, ayudado por un microscopio que identificará cuál puede ser el arma de fuego involucrada, en sólo 10 a 15 minutos.
David Villarreal, jefe de los laboratorios de Criminalística de la PTJ, explicó que el IBIS, por medio de una base de datos donde han sido registradas todas las armas de fuego a las cuales legalmente se les ha dado su permiso y renovación, comparará las evidencias.
Esta base de datos, a medida que se hagan las incautaciones o reportes de armas robadas, hurtadas o perdidas, iniciará el cotejo con las ya existentes.
El investigador indicó que el IBIS permitirá cotejar al mismo tiempo de 8 a 10 municiones con la prueba sospechosa (casquillo, bala o proyectil), ofreciendo un alto grado de probabilidades o aproximaciones entre los registros existentes y lo analizado.
Explicó que cuando sea positiva la probalidad del cotejo realizado, el perito o investigador, con el microscopio de comparación balística, procederá a sacar la muestra para confirmar que de las 10 probabilidades obtenidas que el sistema provee, ésta es exacta al registro que se tiene en la base de datos.
A pesar que el IBIS es un sistema que coadyuva a la investigación, el agente de la PTJ tiene que confirmar el resultado y sustentar ante las instancias superiores la conclusión positiva que alcanzó de la prueba del arma con la que se disparó el proyectil, para fortalecer el expediente.
Actualmente, el personal de los laboratorios de Balística Forense no tiene la capacidad de almacenar mentalmente tantas imágenes de casquillos y proyectiles. Pero con pericia ha logrado resolver entre 4 a 5 casos, entre éstos se pueden mencionar casos de armas de fuego utilizadas para cometer homicidios de guardias de seguridad, las cuales han sido robadas para otros delitos.
Sólo países como Colombia, Brasil y España tienen este equipo, pero la única diferencia es que en nuestro país la ley permite a la entidad investigativa obtener la prueba balística de las armas registradas. Algunas de las naciones mencionadas sólo utilizan el IBIS para resolver o investigar casos no resueltos.
Con este sistema se puede ingresar toda la información y las pruebas digitalizadas de balística de la PTJ en unos 3 años, tiempo en que se comenzarán a ver los resultados.
La Policía Técnica Judicial (PTJ) se prepara con un soporte tecnológico conocido como el Sistema Integrado de Identificación Balística (IBIS), por sus siglas en inglés.
El IBIS permitirá que las evidencias y las pruebas que son aportadas para resolver los casos perpetrados y aún no esclarecidos, con armas de fuego, puedan ser cotejados con los registros obtenidos en una base de datos de la PTJ.
Las evidencias como casquillos, balas o proyectiles encontrados en la escena del delito, servirán como un aporte a la investigación. El proceso a seguir indica que las pruebas son analizadas a través de este moderno equipo computarizado, ayudado por un microscopio que identificará cuál puede ser el arma de fuego involucrada, en sólo 10 a 15 minutos.
David Villarreal, jefe de los laboratorios de Criminalística de la PTJ, explicó que el IBIS, por medio de una base de datos donde han sido registradas todas las armas de fuego a las cuales legalmente se les ha dado su permiso y renovación, comparará las evidencias.
Esta base de datos, a medida que se hagan las incautaciones o reportes de armas robadas, hurtadas o perdidas, iniciará el cotejo con las ya existentes.
El investigador indicó que el IBIS permitirá cotejar al mismo tiempo de 8 a 10 municiones con la prueba sospechosa (casquillo, bala o proyectil), ofreciendo un alto grado de probabilidades o aproximaciones entre los registros existentes y lo analizado.
Explicó que cuando sea positiva la probalidad del cotejo realizado, el perito o investigador, con el microscopio de comparación balística, procederá a sacar la muestra para confirmar que de las 10 probabilidades obtenidas que el sistema provee, ésta es exacta al registro que se tiene en la base de datos.
A pesar que el IBIS es un sistema que coadyuva a la investigación, el agente de la PTJ tiene que confirmar el resultado y sustentar ante las instancias superiores la conclusión positiva que alcanzó de la prueba del arma con la que se disparó el proyectil, para fortalecer el expediente.
Actualmente, el personal de los laboratorios de Balística Forense no tiene la capacidad de almacenar mentalmente tantas imágenes de casquillos y proyectiles. Pero con pericia ha logrado resolver entre 4 a 5 casos, entre éstos se pueden mencionar casos de armas de fuego utilizadas para cometer homicidios de guardias de seguridad, las cuales han sido robadas para otros delitos.
Sólo países como Colombia, Brasil y España tienen este equipo, pero la única diferencia es que en nuestro país la ley permite a la entidad investigativa obtener la prueba balística de las armas registradas. Algunas de las naciones mencionadas sólo utilizan el IBIS para resolver o investigar casos no resueltos.
Con este sistema se puede ingresar toda la información y las pruebas digitalizadas de balística de la PTJ en unos 3 años, tiempo en que se comenzarán a ver los resultados.
Durante el 2004, la PTJ expidió 4,843 permisos de armas de fuego, 1,572 por primera vez, mientras se registraron 3,271 renovaciones.
En el mismo año, las estadísticas de homicidio por armas de fuego fue de 185 casos, de un total de 310 registrados a nivel nacional.
En el 2003, las armas reportadas hurtadas y robadas osciló entre las 700 a 800 en el país.
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