Empresas invierten cerca de $1 millón en poda de árboles
Caída de árboles afectan el suministro de electricidad
En promedio, el tiempo que demora en restablecerse el servicio es de 3 a 10 horas en las áreas urbanas y en las rurales supera las 25 horas. Durante la temporada lluviosa se reporta la mayor cantidad de afectaciones a las líneas de distribución, sobre todo en el interior del país.
Consejos
- Considerar
- Antes de plantar un árbol conocer el potencial de crecimiento que puede tener el mismo.
- Observar
- El tendido eléctrico y tomar en cuenta el área que dispone para plantarlo.
- Mantenimiento
- Nunca tratar de podar ningún tipo de vegetación que se encuentre cerca o sobre la línea de distribución eléctrica.
Servicios
- 370,000 clientes tiene la empresa Elektra Noreste, 80% en Panamá
- 127,000 redes aéreas de postes y 25,640 trasformadores.
Interrupciones
- Principales causas que han sido detectadas por Ensa
Razones
- Desconocidos, puede haber una cantidad ocasionadas por ramas.
17% Daños
- Producidos por otras causas ajenas a la misma empresa.
13% Suspensión
- Se deben por descargas atmosféricas, durante el invierno.
Una fuerte brisa, en medio del torrencial aguacero, estremece las copas de los árboles. De pronto, el silencio se apodera de la casa: la pantalla del televisor queda en negro y los bombillos no encienden, se fue la luz. Una rama o en el peor de los casos, el envejecido tronco de un arbusto cedió sobre un poste del tendido eléctrico, y provoca la suspensión del servicio.
La escena es muy común en la temporada lluviosa, cuando el restablecimiento del suministro de electricidad demora en promedio una hora, dependiendo de la situación.
Los reportes que maneja la Autoridad de los Servicios Públicos (Asep) dan cuenta de que en promedio, el tiempo de duración de las interrupciones en el sistema eléctrico en las zonas urbanas es de 3 a 10 horas, mientras que en las áreas rurales el cronómetro supera las 25 horas.
Por lo general, la mayoría de las afectaciones fueron ocasionadas por la caída de árboles o ramas sobre el tendido eléctrico, aunque también influyen otros factores como animales, descargas atmosférica, entre otros.
La Asep recibe un informe mensual de las empresas distribuidoras Elektra Noreste S.A. (Ensa) y Gas Natural Fenosa (Edemet-Edechi) sobre las interrupciones al servicio, las cuales no han logrado rebasar lo permisible al año, cuya duración no debe pasar de ocho horas en las áreas urbanas y de 43 en las zonas rurales.
En Ensa, el 14% de las suspensiones del servicio que se registran al año son producto de la caída de árboles, según informó el ingeniero Hon Lam Chan, gerente de Mantenimiento. “En épocas lluviosas, la ocurrencia es mayor que en verano porque llueve más y hay mucho más vientos”, resaltó.
Igualmente, cuando hay fenómenos naturales importantes, la frecuencia de daños a las redes eléctricas se incrementa.
Las áreas donde más ocurre este tipo de problemas es en las zonas rurales, por su topografía, ya que hay muchos árboles. En la zona de concesión de Ensa, los sitios donde mayor casos atienden son: Cerro Azul, la zona norte de la ciudad como Chilibre, Calzada Larga y Tinajitas, en el distrito de San Miguelito.
Lam Chan manifestó que el presupuesto de mantenimiento de la empresa es de más de 7 millones de dólares y que $1 millón se invierte anualmente en la poda de árboles.
Los especialistas aseguran que si no se mantiene el control y mantenimiento adecuado de la vegetación que crece cerca de las líneas de distribución, estas pueden llegar a ser muy peligrosas. Incluso, la vida de las personas puede estar en riesgo, cuando atraídos por los frutos que producen algunos árboles, intentan cosecharlos, inconscientes de que pueden recibir una descarga al entrar en contacto con los cables de alta tensión.
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Una forma para evitar este tipo de accidentes es conociendo qué tipo de árboles se pueden sembrar cerca a postes o al tendido eléctrico y qué distancia aproximada es la adecuada, de tal manera que no se cause afectaciones al servicio. (Ver infografía).
A manera de prevención, la compañías eléctricas buscan concienciar a sus clientes, con el fin de conservar el ambiente y el valor del patrimonio escénico en las ciudades y poblados, prevenir peligros eléctricos y disminuir las interrupciones al servicio por la siembra inapropiada de especies cercanas a líneas eléctricas.
Las recomendaciones no solo van dirigidas a la población, sino a las empresas promotoras que construyen proyectos habitacionales en el territorio nacional.
Por ejemplo, la compañía Ensa ha estado en conversación con la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) para realizar la tala de árboles que afecten el sistema eléctrico y que también ponen en riesgo la vida de las personas, lo cual iría acompañado con un programa de reforestación.
Sobre este tema y ante la tala de árboles producto de grandes proyectos, la directora ejecutiva de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon), Alida Spadafora, sostiene que lo más recomendable es que la reforestación se practique en la misma ciudad, ya que se está quedando sin árboles.
“Es importante que se mantenga la masa arbórea para beneficio de los ciudadanos”, indicó la ambientalista, ya que los árboles ayudan a disminuir el ruido, la contaminación y el calor.
En este aspecto resaltó que “son como aires acondicionados naturales”, puesto que disminuyen la temperatura en 2 o 3 grados centígrados.
Asimismo, tienen una biodiversidad en cada uno de ellos y contribuyen con el cambio del clima a nivel global.
Spadafora recomendó a los municipios prestar atención al mantenimiento de los árboles, puesto que con el pasar de los años, estos se enferman de hongos y de otras enfermedades, algunos envejecen, lo que provoca la caída de los mismos.
Ensa cuenta con un programa de mantenimiento a la red de postes, cables y conductores de electricidad de su área de concesión. Para ello, tienen contratistas dedicados a hacer podas de forma regular y preventiva.
De igual forma, realizan el mantenimiento correctivo en áreas donde los clientes les solicitan podar árboles que están en contacto con las líneas eléctricas.
Constantino Peñalosa, director de Ornato, Ambiente y Salud del Municipio de San Miguelito, señaló que por lo menos al año atienden de 80 a 90 solicitudes para permisos de tala de un árbol, ya sea por riesgo social, cuando la vivienda o la vida humana corre peligro, o porque las personas deseen derribarlo.
Cuando se trata de un caso de riesgo social, el permiso se le otorga rápidamente y no se cobra, lo contrario a cuando se solicita por otras circunstancias. En ese caso, el permiso tiene un costo de 15 a 25 dólares, dependiendo de la especie, pero “solo se tala cuando es necesario”, resaltó.
Peñalosa manifestó que estos permisos también se tramitan con la Anam, que mide los riesgos que pueda ocasionar el árbol, pero por lo general cuando peligra la vida de la persona, Ornato actúa inmediatamente porque reconoce que los trámites a veces suelen ser muy burocráticos.
Mensualmente el Municipio invierte de 4,000 a 5,000 dólares para podar o talar árboles. Cuando se trata de un caso en el que se está muy cerca de postes de electricidad, se les solicita a las distribuidoras que atiendan la situación, siempre y cuando exista algún tipo de riesgo.
De hecho, Silvano Guerra, administrador de la Anam, comentó que los permisos tienen un costo de 3 a 10 dólares, dependiendo de la especie que se desee talar. Previo a la autorización, la autoridad procede a realizar una inspección en la que el personal verifica si el árbol puede ser podado o talado, de acuerdo con su condición o si constituye una molestia.
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