El Palacio de las Garzas despide a otra Linares

En la noche de hoy, último día de su mandato constitucional, el presidente Ricardo Martinelli y su esposa, Marta Linares de Martinelli, ofrecerán una cena de bienvenida a los jefes de Estado que asistirán a los actos de toma de posesión del nuevo gobierno. También será su despedida del Palacio de las Garzas.

Antes de la medianoche de hoy, Linares de Martinelli, primera dama saliente de la República de Panamá, bajará por última vez las escalinatas del Palacio de las Garzas. Ya se ha visto antes bajar a una Linares en nuestra historia.

La última vez que sucedió esto fue el 9 de mayo de 1951. En aquella época, era la tía de la actual primera dama, Ana Matilde Linares de Arias, hermana del padre de la actual primera dama, la que se despedía del Palacio de Las Garzas.

No obstante, eran circunstancias distintas: la pareja Arias-Linares salía de la Presidencia escoltada por la Guardia Civil tras un golpe de Estado.

Arias de Linares, en una escena que es parte de la historia del país, salía del palacio presidencial de brazos de su esposo. Hasta el día de hoy, fue la última Linares en salir del Palacio de las Garzas como primera dama en 63 años de historia republicana.

Accidentes históricos

La siguiente primera dama de la familia Linares, María Herbruger de Linares (abuela de Linares de Martinelli y suegra de Arnulfo Arias Madrid), fue designada en el periodo presidencial panameñista de 1968, año en que Arnulfo Arias volvió al poder.

Sin embargo, al darse el golpe de Estado del 11 de octubre de 1968, la primera dama designada, con tan solo 11 días en el cargo, fue sorprendida en su casa de la Avenida Balboa, antigua residencia ancestral de la familia Linares (hoy el PH Rivage), por las balas de los militares. En aquella ocasión, la última primera dama de la familia Linares no se despidió del Palacio de las Garzas. Durante el resto de su larga vida, jamás volvería a poner un pie en la Presidencia desde ese trágico día.

Hoy, Linares de Martinelli (quien también fue candidata a la vicepresidencia por la nómina de Cambio Democrático) dejará el Despacho de la Primera Dama en manos de una administración panameñista. Su difunto padre, Francisco Linares Herbruger, fundador del Partido Panameñista, probablemente encontraría difícil de creer cómo el panameñismo y la familia Linares ya no son una combinación natural.

Hay que ver más profundo para notar que esta aparente paradoja quizá no es tal. En 1951, la tía de Linares de Martinelli salía de la Presidencia en los brazos de un líder carismático, que había y seguiría cambiando su país dejando una huella perceptible e imborrable en la sociedad panameña.

Hoy, la actual primera dama deja el poder de la mano de su esposo, otro líder carismático que dejará un legado de obras y proyectos que cambiaron este país. La historia es joven y todavía no termina.

La primera dama actual, hasta esta noche, eso sí, se despedirá del palacio presidencial de la manera que su tía nunca pudo, en plena democracia y con la satisfacción de haber podido terminar su gestión y darle el relevo a la próxima ocupante del cargo en plena democracia.

¿Volveremos?

El 9 de mayo de 1951, Linares de Arias y su esposo, al salir del edificio ubicado en el corazón del barrio de San Felipe, dijeron la famosa frase del Partido Panameñista: “Volveremos”.

La historia les dio la razón. Hoy, la primera dama saliente y Martinelli también se despedirán de la Presidencia, aunque en circunstancias diferentes.

¿Volverán? El tiempo y el pueblo lo decidirán.