Entre rejas por seguridad

V ivir en la tranquilidad de su hogar, se ha vuelto un problema para los panameños, ya que debido a la ola de delincuencia, muchos ciudadanos han optado por vivir entre rejas, como si fueran reos.

Esto se viene dando en los últimos años, los talleres de herrería, como se dice en buen panameño, están haciendo "bingo", por la gran demanda de trabajos para la elaboración e instalación de verjas y puertas de hierro.

Otros van más allá y deciden cercar totalmente sus propiedades con verjas de hierro.

Según José Espinosa, del Taller de Herrería Nestar S.A., debido a la delincuencia que hay en estos momentos en Panamá, las personas para tener más privacidad y seguridad en sus propiedades, mandan a confeccionar verjas, cercas y cerraduras.

"Las verjas que más se están utilizando son las de estilo francés, porque de todas las que se hacen, tienen un grosor de una por dos, además los tornillos van anclados hasta la parte de adentro de la pared, para cuando le metan el gato no la puedan halar", indicó Espinosa.

"En los últimos años, la demanda por verjas ha tenido un auge grande, ya que constantemente la gente lo pide", señaló Espinosa.

Destacó que el hierro ha subido de precio también, y la demanda ha incrementado su venta.

"El hierro ha subido infinidad de veces, y con todo y eso, las personas siguen pidiendo trabajos por su seguridad", recalcó Espinosa.

Una de las afectadas por la ola de hurtos y robos en las residencias, es Marta de Rodríguez, quien reside en una barriada del área de Las Cumbres.

Manifestó que parte de la culpa de estos delitos, la tienen las promotoras de vivienda, que los engañan con las casas modelos, donde muestran un tipo de material para la seguridad de la ventana, y a la hora que le entregan, la casa tienen otra.

"A mí se me metieron en la casa por la ventana trasera y me hurtaron, así como a mi esposo, algunos objetos de valor.

Las verjas de seguridad que tenía no eran fuertes, porque fácilmente la desprendieron, ya que sólo eran unas platinas con unos puntos de soldaduras que parecían estar pegadas con goma", indicó de Rodríguez.

"Para que no volvieran a robarme, mandé a poner otras verjas y una puerta de hierro en la entrada, haciendo una inversión de más de B/ 400, para sentirme segura", dijo.

La respuesta de la Policía Nacional ante las incursiones de los ladrones en las residencias, es que los moradores se integren al Programa de Vecinos Vigilantes.

El objetivo es dar una alternativa de seguridad basada en el trabajo preventivo policial con vecinos de la comunidad.

El modo de operar de los delincuentes que se meten a las casas, según el Departamento de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, es que muchas veces se hacen pasar por encuestadores, para observar que es lo que se tiene en la residencia.

Algunos marcan las casas con signos, que pueden ser un cero (0), que indica que en el día allí no se encuentra nadie; otro signo es una (y) que les indica que hay gente de día, pero no de noche.