Habilitan laboratorio para conservar y restaurar

Lo que ayer fue el Registro Público, luego Archivo Nacional y por último, un sótano lleno de papeles dispersos, es hoy un laboratorio con lo último en tecnología y seguridad. Al lugar solo se puede entrar con quienes laboran allí; la temperatura y humedad están reguladas, hay mucha luz, poca humedad y frío. Casi todo es nuevo, algunas que otras herramientas y equipos fundamentales del pasado.

Los procesos han agilizado el tiempo de restauración. Hay máquinas que solo tienen una igual. Como por ejemplo, la máquina de desinfección, que solo hay dos en el mundo: la de ciudad del Vaticano y la del Archivo Nacional.

Elsa Díaz, una de las restauradoras, explicó que esta máquina hace el primer proceso de descontaminación por hongos, termitas, ácaros o insectos, pero antes hay que evaluar el tratamiento, el que consiste primero en aplicar calor o frío. Se estima que en dos meses podría empezar a funcionar, porque se capacita a los trabajadores.

Según Lirian Barría, también restauradora, antes de trabajar un documento hay que valorar el tipo de restauración e intervención que requiere, de la cual dependerá si es en seco o húmeda. “Toma tiempo, requiere de pulso porque es a mano”.

Hay documentos que no pasan la prueba de salubridad y hay que trabajarlos en seco con agua, alcohol y un algodón, afirmó.

Pero ahora con los equipos se pueden desinfectar dos en tres minutos, lo que antes tomaba un día, comentó Ema Tapia, quien también trabaja en el laboratorio.

El Laboratorio de Microbiología, Encuadernación y Digitalización fue inaugurado el pasado 6 de julio.

Un nuevo edificio y que el actual quede como un museo, se ha acariciado por años. Según la directora, Sara Carvajal, hay cinco kilómetros lineales en documentos.

Ya en noviembre de 1933 se reportaba que el edificio se quedaba pequeño frente a la demanda. Se prevé restaurarlo para que mantenga las condiciones y climatizarlo.

Aunque el presupuesto es de un millón 439 mil 707 dólares con 14 centavos, solo en la construcción del laboratorio se invirtieron tres millones de dólares, afirmó Ramos.