La historia de un contrato y de sus mil addendas
Publicado 2005/01/21 00:00:00
- Jovanka Guardia y Yariela González
El ex ministro Fernando Gracia no habló a Panamá América, por recomendación de sus abogados.
EL ESCÁNDALO de las donaciones del gobierno de Taiwán a Panamá y las acusaciones de mal manejo a través de la Fundación Mar del Sur, no sólo se añadió a la larga lista que ya pesaba sobre la espalda de la mandataria Mireya Moscoso, sino que trajo al tapete un término técnico pero de "conveniente manejo": las addendas.
"Una fundación privada" que no debía explicar el paradero de las donaciones destinadas a la construcción del Hospital José Domingo de Obaldía en David, Chiriquí. Así lo interpretaba el entonces ministro de Salud y presidente de la organización, Fernando Gracia.
Ese argumento difería con lo expresado por el embajador de Taiwán en nuestro país. Según David Hu, se trataba de una donación "gobierno a gobierno" y siendo así, Fundación Mar del Sur era el intermediario.
Lo cierto es que el asunto se descubrió tarde. Cuando se supo ya nueve addendas se habían adicionado por el orden de B/. 1,725,533.75 al contrato original de B/.28,143,293.00 firmado con la empresa Constructores Profesionales de Ingeniería, S.A (COPISA).
En seis meses se hicieron las nueve addendas que significaron el cambio de la cifra inicial en B/. 1,725,533.75 que ahora se sumarían a los B/.28,143,293.00, haciendo un total neto de B/. 29,868,826.75.
Únicamente en febrero se hicieron dos addendas que sumaron B/. 59,363.55, mientras que en marzo con sólo cuatro días de diferencia (4 y 8 de marzo) se hicieron otras dos por el monto de B/. 30,968.60.
En la documentación de la addenda No. 4 comenzó a salir a flote un error que favorecía económicamente a la empresa. A partir de allí COPISA tenía registrados B/. 297 de más.
El monto previo a la adenda No. 4 era de B/. 28,460, 568.88 a los que se les sumó B/.276,609.25 pertenecientes a esta última, lo que debía mostrar un total de B/. 28,737,178.13, sin embargo, el documento señala sólo B/. 28, 737,475.13. El error se mantuvo hasta la firma de la última addenda, la No.9.
Para el ex contralor José Chen Barría, las addendas no son el problema, sino que se han utilizado como "puertas para violar la contratación o como figura para cometer actos de corrupción".
Pero, eso no es todo. Chen Barría añadió que el procedimiento correcto es que las addendas, dependiendo del monto, sean refrendadas por la Contraloría General de la República.
No fue así y en opinión del ex contralor, el argumento de que era una "fundación privada", es una "argucia".
Chen Barría señaló que "Taiwán no da fondos a fundaciones privadas". El ex contralor está convencido de que las addendas son un instrumento válido y que el problema "es la maleantería de los que contratan con el Gobierno o de lo que los gobiernos permiten".
"Una fundación privada" que no debía explicar el paradero de las donaciones destinadas a la construcción del Hospital José Domingo de Obaldía en David, Chiriquí. Así lo interpretaba el entonces ministro de Salud y presidente de la organización, Fernando Gracia.
Ese argumento difería con lo expresado por el embajador de Taiwán en nuestro país. Según David Hu, se trataba de una donación "gobierno a gobierno" y siendo así, Fundación Mar del Sur era el intermediario.
Lo cierto es que el asunto se descubrió tarde. Cuando se supo ya nueve addendas se habían adicionado por el orden de B/. 1,725,533.75 al contrato original de B/.28,143,293.00 firmado con la empresa Constructores Profesionales de Ingeniería, S.A (COPISA).
En seis meses se hicieron las nueve addendas que significaron el cambio de la cifra inicial en B/. 1,725,533.75 que ahora se sumarían a los B/.28,143,293.00, haciendo un total neto de B/. 29,868,826.75.
Únicamente en febrero se hicieron dos addendas que sumaron B/. 59,363.55, mientras que en marzo con sólo cuatro días de diferencia (4 y 8 de marzo) se hicieron otras dos por el monto de B/. 30,968.60.
En la documentación de la addenda No. 4 comenzó a salir a flote un error que favorecía económicamente a la empresa. A partir de allí COPISA tenía registrados B/. 297 de más.
El monto previo a la adenda No. 4 era de B/. 28,460, 568.88 a los que se les sumó B/.276,609.25 pertenecientes a esta última, lo que debía mostrar un total de B/. 28,737,178.13, sin embargo, el documento señala sólo B/. 28, 737,475.13. El error se mantuvo hasta la firma de la última addenda, la No.9.
Para el ex contralor José Chen Barría, las addendas no son el problema, sino que se han utilizado como "puertas para violar la contratación o como figura para cometer actos de corrupción".
Pero, eso no es todo. Chen Barría añadió que el procedimiento correcto es que las addendas, dependiendo del monto, sean refrendadas por la Contraloría General de la República.
No fue así y en opinión del ex contralor, el argumento de que era una "fundación privada", es una "argucia".
Chen Barría señaló que "Taiwán no da fondos a fundaciones privadas". El ex contralor está convencido de que las addendas son un instrumento válido y que el problema "es la maleantería de los que contratan con el Gobierno o de lo que los gobiernos permiten".
Los documentos de las addendas hechas al contrato No. 008 - 2002 entre Fundación Mar del Sur y COPISA muestran la ausencia de un contador en el proyecto de construcción del hospital.
La cifra final del contrato era por B/. 29,868,529.75 cuando debió decir B/. 29,868,826.75. La diferencia es de B/. 297.
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