El nivel educativo, la situación económica y de protección tienen que ver en que algunos lugares sean más inseguros que otros
Los sitios menos peligrosos
De los 23 corregimientos del distrito de Panamá, ocho se salvan de aparecer en la lista de aquellos donde se reportan más hechos de violencia. Pueblo Nuevo es uno que muestra un panorama muy diferente en comparación con años atrás, cuando solían registrarse hechos de violencia.
Porcentajes
40%- de los corregimientos donde se dio un solo homicidio estuvo asociado al consumo de alcohol.
- de las víctimas en los corregimientos con más casos eran hombres.
Es una realidad. Nadie se siente seguro donde vive, y aunque parezca difícil de creer, hay sectores o corregimientos como Ancón, Bella Vista, San Francisco, Ernesto Córdoba Campos, San Felipe, San Martín, Pueblo Nuevo y Las Cumbres que, de alguna manera u otra, tienen una especie de blindaje que los convierte en los menos inseguros.
Si se observan las cifras del Sistema Integrado de Estadísticas Criminales (Siec) de 2012, de los 23 corregimientos que conforman el distrito capital, estos ocho no están entre los que se registraron hechos de violencia con saldo de víctimas por homicidio.
En el distrito de San Miguelito también se salvan de la lista los corregimientos de Omar Torrijos, José Domingo Espinar y Victoriano Lorenzo.
¿Qué hace a estos sectores los más seguros? En su análisis, Antonio Méndez, del Centro de Investigaciones de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá, señaló que incide mucho el nivel de escolaridad de las personas y el hecho de que son sitios más protegidos.
Por ejemplo, citó Méndez que en San Francisco y Ancón se puede observar gran concentración policial, además “la gente está más segura, salen de su casa en carro y tienen seguridad en los edificios”, expresó.
Otro punto a favor de estos lugares es que la comunidad se organiza y conforman los llamados grupos de “Vecinos Vigilantes”.
En el caso de Pueblo Nuevo, que años atrás solían reportarse hechos violentos, hoy el panorama es un poco diferente.
Carlos Lee, representante del corregimiento, atribuye el fenómeno a que ya no cuentan con pandillas y que el 80% de la población es de clase media y media alta.
Otro factor que considera que ha incidido es la reducción de los viejos caserones o casas condenadas, que al ser eliminadas llevaron a que un aproximado de 130 familias y 500 residentes se fueran del corregimiento.
En Pueblo Nuevo, de 21 mil habitantes aproximadamente, solo entre dos mil 800 y tres mil pertenecen a áreas marginadas, donde hay personas sin estudio.
No podemos decir lo mismo de áreas como Belisario Porras, Belisario Frías y Arnulfo Arias, en San Miguelito; Calidonia, Tocumen, Alcalde Díaz, Juan Díaz y Pacora, entre otros que en el pasado marcaron un gran número de casos de homicidios.
Llama poderosamente la atención que la mayoría de los hechos tienen que ver con conflictos personales, seguido de robos y violencia doméstica.
Según Méndez, en estos sectores los bajos niveles de escolaridad y la situación económica son factores detonantes de violencia.
Lo usual de estos lugares es que los domingos se den los hechos de sangre por el consumo de bebidas alcohólicas y viejas rencillas, muchas veces entre miembros de pandillas.
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