Policías no son respetados, afirma ex jefe de la ACAPOL

" A los policías se les ha perdido el respeto y en la institución deben hacerse cambios significativos, ya que no está cumpliendo con el objetivo de prevenir el delito ", señaló el ex director de la Academia de Policía, Francisco Alvarez, luego de registrarse diversos hechos que vinculan a unidades de la institución.
Entre los hechos ocurridos en los últimos días se encuentran el desarme y amordazamiento de dos agentes policiales a manos de malhechores, quienes portaban armas de guerra, la fuga del cabecilla del secuestro de los hermanos Garrido del Hospital Santo Tomás y la participación de personal de la institución en la sustracción de uniformes y otros implementos policiales.
Alvarez, quien fungió como primer director de la Academia de Policía, dijo a El Panamá América que los niveles delictivos están aumentando y las organizaciones criminales son más especializadas, mientras que la Policía no está previniendo el delito.
Consideró que hay que unir una serie de elementos que son indispensables para el buen funcionamiento de la institución policial, como son la buena selección del nuevo personal que ingresará, el suministro de equipos y recursos para enfrentar el delito y mantener un personal de reserva inmediato que enfrente a la delincuencia.
Alvarez señaló que en los últimos dos gobiernos quienes han dirigido la institución policial son amigos personales de los presidentes, lo que catalogó como un error.
El ex miembro de la Fuerza Pública está de acuerdo en que sea nombrado un policía de carrera al frente de la institución, que cuente con los estudios necesarios para administrarla.
Además, criticó el exceso de legalidades que están beneficiando a los delincuentes, quienes luego de ser aprehendidos son liberados y continúan en las calles delinquiendo.
Abogó porque la Policía Nacional haga su trabajo preventivo y la Policía Técnica Judicial (PTJ) inicie las investigaciones preliminares de los hechos luego de cometido el delito.
Alvarez advirtió que en estos momentos hay escuelas del delito en que se estudian los blancos propicios para cometer crímenes y fechorías, por lo que urgen cambios significativos.