¿Qué pasó en el río Curundú?
Publicado 2006/08/28 23:00:00
- Deivis Eliécer Cerrud
Autoridades de la ANAM niegan que el combustible haya ido a parar a aguas canaleras.
LA negligencia es la responsable del 85% de los derrames de sustancias, según dio a conocer a Panamá América Zoila Yaniselli, subdirectora general de Puertos e Industrias Marítimas Auxiliares de la Autoridad Marítima (AMP).
Ocean Pollution Control S.A., responsable de las limpiezas y controles, ha atendido unos 400 derrames marítimos y terrestres en Panamá.
Sólo en lo que va de este año han sido ocho los casos en el Pacífico, cinco en Chiriquí, cuatro en Vacamonte y tres en Colón, todos relacionados a productos derivados del petróleo y agua de sentina (residuos generados en las operaciones normales en buques).
El factor común es el daño al ambiente.
Recientemente se registró el último caso. A la bahía de Panamá fueron a parar 2 mil 346 galones de bunker por el descuido de un funcionario del Complejo Hospitalario Metropolitano.
El combustible terminó disperso en el río Curundú y se extendió hasta aguas canaleras cerca de Panama Ports Company (PPC).
Yaniselli explicó que este derrame de bunker no fue nada con respecto a casos anteriores, pero reconoció que ha repercutido en el mismo río Curundú, pues llegó a la desembocadura, e impactó el pequeño manglar.
Igualmente causó daños en los pilotes de los muelles de PPC y cascos de lanchas y barcos.
La ANAM informó que en el río Curundú viven tortugas, lagartos, y algunas especies de peces, pero desconocen si fueron afectadas.
El administrador regional de ANAM, Elizandro Arias, precisó que el informe incial no refleja especies muertas, y aunque dice no ser experto en la materia, reconoció que no hay una muerte instantánea y que éstas pueden ocurrir posteriormente.
La multa que podría enfrentar la unidad de salud es de aproximadamente B/.23 mil, además de una sanción impuesta por la ANAM.
La compañía que hizo la limpieza del bunker informó que no se puede precisar la cifra exacta de recolección, ya que gran parte de la sustancia se queda en el camino, adherido a manglares, rocas, tierra, hojas, inclusive se vio algunos animales afectados.
El bunker sirve para generar fuego para esterilizar todos los equipos médicos quirúrgicos del Complejo.
El director administrativo del Complejo Hospitalario Metropolitano (CHM), Thedy Veliz, reconoció que un funcionario "se descuidó" y no cerró las válvulas de escape de los tanques donde se guarda el crudo, lo que provocó el derrame.
Las primeras voces de alerta surgieron de los propios moradores de Curundú.
Una auditoría ambiental, un plan de adecuación ambiental, la caracterización de las aguas residuales con tramitación de los permisos de descarga y la implementación de medidas de buena práctica de operaciones son algunas de las recomendaciones surgidas luego del derrame en el río Curundú.
Lo anterior consta en el informe de los técnicos de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y que han sido enviadas al Complejo Hospitalario Metropolitano (CHM).
La ANAM todavía investiga si hubo negligencia, fue un accidente o un acto deliberado el derramamiento del combustible.
Igualmente las autoridades advierten que el caso no se ha cerrado.
La información fue dada a conocer por Panamá América en su edición del día 11 de agosto.
Arias relató que tras el informe de los técnicos se inició la investigación formal, donde se les avisa a las personas que son investigadas por la presunta infracción ambiental y se les toma declaración.
Sin embargo, negó que el bunker haya llegado a áreas canaleras, contrastando con la información de la AMP y la empresa que hizo recientemente la limpieza en las aguas del río Curundú.
Yanisselli de la AMP dio detalles del incidente.
En el 2001 se registraron siete derrames de combustible y un reporte proveniente de una instalación terrestre de la Pesquera Taboguilla S.A., mientras que para el 2002 se suscitaron unos ocho, además de la fuga de diesel en el atunero Rafaello.
En el 2003 se reportaron 10 derrames de combustible y un incidente de contaminación de bunker a orillas del mar, entre el paseo Washington y calle primera Colón., Panamá América
El problema se repitió en el 2004. Fueron 15 los derrames y se detectaron manchas en el muelle 7 del puerto de Balboa.
En el 2005, ingresó bunker al Canal y afectó el puerto de Balboa, manchando todos los muelles y barcos allí atracados.
A inicios de este año, justamente el jueves 30 de marzo, se produjo un derrame de combustible a cuatro millas al sur de isla Flamenco cuando la barcaza Panamenian Glory abastecía de petróleo al buque Henry Oldendors, en el fondeadero del Pacífico.
Cerca de 20 empleados de la empresa Ocean Pollution Control S.A. trabajaron en la limpieza de los 2 mil 346 galones de bunker que fueron derramados en el río Curundú.
Las labores se extendieron por nueve días, pues el incidente tuvo un alcance de 3 kilómetros y alcanzó las aguas del Canal de Panamá.
Jovan Vukelja, presidente de la compañía, dijo a Panamá América que fueron avisados del incidente a las 8: 00 de la mañana del miércoles 9 de agosto, por un trabajador de la empresa TransIbérica, S.A. que tiene servicio de lanchas en el puerto de Balboa.
En ese momento se dio la alerta de una mancha negra que ingresaba al área de Balboa.
Vukelja señaló que se pudo contener el avance del bunker antes de que causara mayores daños.
"Lo que se hace es que se contiene el combustible con un material especial para que no avance, se concentre y luego recogerlo mecánicamente sacándolo del agua".
En la limpieza participó personal de supervisión, transporte y técnicos de limpieza.
Ocean Pollution Control S.A., responsable de las limpiezas y controles, ha atendido unos 400 derrames marítimos y terrestres en Panamá.
Sólo en lo que va de este año han sido ocho los casos en el Pacífico, cinco en Chiriquí, cuatro en Vacamonte y tres en Colón, todos relacionados a productos derivados del petróleo y agua de sentina (residuos generados en las operaciones normales en buques).
El factor común es el daño al ambiente.
Recientemente se registró el último caso. A la bahía de Panamá fueron a parar 2 mil 346 galones de bunker por el descuido de un funcionario del Complejo Hospitalario Metropolitano.
El combustible terminó disperso en el río Curundú y se extendió hasta aguas canaleras cerca de Panama Ports Company (PPC).
Yaniselli explicó que este derrame de bunker no fue nada con respecto a casos anteriores, pero reconoció que ha repercutido en el mismo río Curundú, pues llegó a la desembocadura, e impactó el pequeño manglar.
Igualmente causó daños en los pilotes de los muelles de PPC y cascos de lanchas y barcos.
La ANAM informó que en el río Curundú viven tortugas, lagartos, y algunas especies de peces, pero desconocen si fueron afectadas.
El administrador regional de ANAM, Elizandro Arias, precisó que el informe incial no refleja especies muertas, y aunque dice no ser experto en la materia, reconoció que no hay una muerte instantánea y que éstas pueden ocurrir posteriormente.
La multa que podría enfrentar la unidad de salud es de aproximadamente B/.23 mil, además de una sanción impuesta por la ANAM.
La compañía que hizo la limpieza del bunker informó que no se puede precisar la cifra exacta de recolección, ya que gran parte de la sustancia se queda en el camino, adherido a manglares, rocas, tierra, hojas, inclusive se vio algunos animales afectados.
El bunker sirve para generar fuego para esterilizar todos los equipos médicos quirúrgicos del Complejo.
El director administrativo del Complejo Hospitalario Metropolitano (CHM), Thedy Veliz, reconoció que un funcionario "se descuidó" y no cerró las válvulas de escape de los tanques donde se guarda el crudo, lo que provocó el derrame.
Las primeras voces de alerta surgieron de los propios moradores de Curundú.
Una auditoría ambiental, un plan de adecuación ambiental, la caracterización de las aguas residuales con tramitación de los permisos de descarga y la implementación de medidas de buena práctica de operaciones son algunas de las recomendaciones surgidas luego del derrame en el río Curundú.
Lo anterior consta en el informe de los técnicos de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y que han sido enviadas al Complejo Hospitalario Metropolitano (CHM).
La ANAM todavía investiga si hubo negligencia, fue un accidente o un acto deliberado el derramamiento del combustible.
Igualmente las autoridades advierten que el caso no se ha cerrado.
La información fue dada a conocer por Panamá América en su edición del día 11 de agosto.
Arias relató que tras el informe de los técnicos se inició la investigación formal, donde se les avisa a las personas que son investigadas por la presunta infracción ambiental y se les toma declaración.
Sin embargo, negó que el bunker haya llegado a áreas canaleras, contrastando con la información de la AMP y la empresa que hizo recientemente la limpieza en las aguas del río Curundú.
Yanisselli de la AMP dio detalles del incidente.
En el 2001 se registraron siete derrames de combustible y un reporte proveniente de una instalación terrestre de la Pesquera Taboguilla S.A., mientras que para el 2002 se suscitaron unos ocho, además de la fuga de diesel en el atunero Rafaello.
En el 2003 se reportaron 10 derrames de combustible y un incidente de contaminación de bunker a orillas del mar, entre el paseo Washington y calle primera Colón., Panamá América
El problema se repitió en el 2004. Fueron 15 los derrames y se detectaron manchas en el muelle 7 del puerto de Balboa.
En el 2005, ingresó bunker al Canal y afectó el puerto de Balboa, manchando todos los muelles y barcos allí atracados.
A inicios de este año, justamente el jueves 30 de marzo, se produjo un derrame de combustible a cuatro millas al sur de isla Flamenco cuando la barcaza Panamenian Glory abastecía de petróleo al buque Henry Oldendors, en el fondeadero del Pacífico.
Cerca de 20 empleados de la empresa Ocean Pollution Control S.A. trabajaron en la limpieza de los 2 mil 346 galones de bunker que fueron derramados en el río Curundú.
Las labores se extendieron por nueve días, pues el incidente tuvo un alcance de 3 kilómetros y alcanzó las aguas del Canal de Panamá.
Jovan Vukelja, presidente de la compañía, dijo a Panamá América que fueron avisados del incidente a las 8: 00 de la mañana del miércoles 9 de agosto, por un trabajador de la empresa TransIbérica, S.A. que tiene servicio de lanchas en el puerto de Balboa.
En ese momento se dio la alerta de una mancha negra que ingresaba al área de Balboa.
Vukelja señaló que se pudo contener el avance del bunker antes de que causara mayores daños.
"Lo que se hace es que se contiene el combustible con un material especial para que no avance, se concentre y luego recogerlo mecánicamente sacándolo del agua".
En la limpieza participó personal de supervisión, transporte y técnicos de limpieza.
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