Reforma en el sector salud crea polémica
Publicado 2004/03/16 00:00:00
- Aleida Samaniego
La salud pública está en crisis y necesita urgentes cambios para prestar un servicio más eficiente. El Ministerio de Salud (MINSA) interpreta que el mayor problema es tener dos instituciones que carecen de una única política nacional.
Por ese motivo, trabajan en una planificación conjunta entre el MINSA y la Caja de Seguro Social (CSS), para ordenar mejor los gastos y evitar la duplicación de costos. Carlos Abadía, ex viceministro de Salud, mostró su confianza en que el nuevo modelo de atención, que consiste en la implementación de la figura del médico de cabecera, resulte eficiente para los asegurados y evite que se malgaste dinero en medicamentos, radiografías y exámenes de laboratorio innecesarios.
Sin embargo, el modelo es rechazado por la Asociación de Médicos, Odontólogos y Afines de la CSS, que teme que detrás se oculte la intención de privatizar el sistema.
La ley de liberalización del producto petrolero ha resultado ser ineficiente ante el oligopolio conformado por las cinco petroleras, quienes no permiten que más nadie entre al mercado que está siendo dominado por ellas, dijo Picardi.
"Son tantos los obstáculos que esta ley ha puesto, que desde hace un año y tres meses que ninguna compañía ha entrado al mercado nacional. No existe competencia alguna", explicó.
Por esta razón los distribuidores de los países centroamericanos arremetieron durante una convención realizada en Honduras, contra lo que califican el oligopolio de las importadoras de los productos derivados del petróleo.
Petrolera Nacional, S.A, por su parte señaló que la petición de los distribuidores de combustible podría causar más problemas que los que pretende resolver en razón de la falta de coordinación entre gobiernos, a veces adversos, de las distintas políticas energéticas.
Explican que las diferentes especificaciones técnicas referentes al contenido de azufre, plomo y octanaje requeridas entre distintos países, así como sus requerimientos legales y financieros, podrían hacer no viable el planteamiento, o peor aún, podrían introducir en Panamá, por ejemplo, niveles de calidad de gasolinas o diesel que no corresponden con las exigencias de este mercado.
En cualquier caso, señalan los expertos de ACCEL que si bien simpatizan con los propósitos de los distribuidores de combustibles en sus reacciones ante una coyuntura de precios que afecta a todos, los costos del combustible en Centroamérica son a veces hasta en un 90% producto de factores internacionales.
Aducen que en caso de consolidación de compras entre países podría generar una economía de escala si los importadores están preparados para manejar los riesgos físicos y financieros de los hidrocarburos, pero no incidirán en lo más mínimo en las cotizaciones.
Por ese motivo, trabajan en una planificación conjunta entre el MINSA y la Caja de Seguro Social (CSS), para ordenar mejor los gastos y evitar la duplicación de costos. Carlos Abadía, ex viceministro de Salud, mostró su confianza en que el nuevo modelo de atención, que consiste en la implementación de la figura del médico de cabecera, resulte eficiente para los asegurados y evite que se malgaste dinero en medicamentos, radiografías y exámenes de laboratorio innecesarios.
Sin embargo, el modelo es rechazado por la Asociación de Médicos, Odontólogos y Afines de la CSS, que teme que detrás se oculte la intención de privatizar el sistema.
La ley de liberalización del producto petrolero ha resultado ser ineficiente ante el oligopolio conformado por las cinco petroleras, quienes no permiten que más nadie entre al mercado que está siendo dominado por ellas, dijo Picardi.
"Son tantos los obstáculos que esta ley ha puesto, que desde hace un año y tres meses que ninguna compañía ha entrado al mercado nacional. No existe competencia alguna", explicó.
Por esta razón los distribuidores de los países centroamericanos arremetieron durante una convención realizada en Honduras, contra lo que califican el oligopolio de las importadoras de los productos derivados del petróleo.
Petrolera Nacional, S.A, por su parte señaló que la petición de los distribuidores de combustible podría causar más problemas que los que pretende resolver en razón de la falta de coordinación entre gobiernos, a veces adversos, de las distintas políticas energéticas.
Explican que las diferentes especificaciones técnicas referentes al contenido de azufre, plomo y octanaje requeridas entre distintos países, así como sus requerimientos legales y financieros, podrían hacer no viable el planteamiento, o peor aún, podrían introducir en Panamá, por ejemplo, niveles de calidad de gasolinas o diesel que no corresponden con las exigencias de este mercado.
En cualquier caso, señalan los expertos de ACCEL que si bien simpatizan con los propósitos de los distribuidores de combustibles en sus reacciones ante una coyuntura de precios que afecta a todos, los costos del combustible en Centroamérica son a veces hasta en un 90% producto de factores internacionales.
Aducen que en caso de consolidación de compras entre países podría generar una economía de escala si los importadores están preparados para manejar los riesgos físicos y financieros de los hidrocarburos, pero no incidirán en lo más mínimo en las cotizaciones.
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