"Salsipuedes" lucha por sobrevivir
Publicado 2006/10/31 00:00:00
- Deivis Eliecer Cerrud
Las casetas que utilizan los buhoneros de este sector fueron construidas en 1969. Hoy, 30 años después, las estructuras dejaron de ser novedosas y la oferta se enfrenta cada día a una fuerte competencia comercial.
LOS congestionados pasillos de la bajada de "Salsipuedes" dan cuenta de un sitio en abandono donde las hojas de zinc oxidadas comparten espacio con los libros usados y las prendas del vestido nacional, la pollera.
Se trata de un sitio que es parte de la historia panameña, pero que en los últimos tiempos ha tenido que enfrentarse a una intensa competencia comercial.
Las joyas de fantasía, libros de segunda, zapatos de cuero, revistas, sombreros, polleras, entre otras mercancías, son parte de la oferta.
Sin embargo, saltan a la vista las deplorables condiciones en que se encuentra la bajada de Salsipuedes.
En muchos locales, el óxido y los pedazos de zinc viejo restan encanto al área que es frecuentada por nacionales y extranjeros.
Incluso, el director de Legal y Justicia de la Alcaldía de Panamá, Juan García, reconoció que en Salsipuedes "las estructuras están un poco deterioradas".
También se observan telarañas de cables eléctricos que son una amenaza.
Cuando llueve, los buhoneros de Salsipuedes deben literalmente correr para tapar la mercancía, mientras que los clientes tienen que huir para no terminar empapados.
Raiza Taylor, tiene un puesto de venta de prendas típicas hace un año y aseguró que el mal olor se ha apoderado de Salsipuedes debido a que los gatos hacen sus necesidades por todas partes.
Por otro lado, Taylor tiene identificado que los meses malos son marzo, abril y mayo, cuando disminuyen los clientes, así como las ventas. Los cuatro últimos meses del año el asunto mejora.
Igualmente cuando llueve ella también sufre por las inclemencias del tiempo, pues debe tapar las mercancías para que no se dañe, sobre todo los objetos de cuero.
Y eso no es todo, por falta de seguridad en el área, los buhoneros terminan temprano sus labores, incluso a las 6: 00 de la tarde muchos desalojan el sector. Denunciaron que los policías municipales no entran al área y en muchos casos de robo, "brillan por su ausencia".
Al respecto, Juan García, director de Legal y Justicia de la Alcaldía de Panamá, informó a Panamá América que se está analizando la situación, porque se trata de estructuras que tienen mucho tiempo y que según el plan de trabajo del alcalde Juan Carlos Navarro se pretenden ordenar.
Indicó que recientemente se hizo un censo consistente en la actividad que realizan las personas y el tiempo para atender el negocio, de modo de analizar el mejoramiento de las infraestructuras.
"Luego del ordenamiento en el sector de Calidonia se verán otras áreas de la ciudad de Panamá donde se registra economía informal para ver la posibilidad de ejecutar un plan de mejoramiento del sector", manifestó García.
En cuanto a la falta de seguridad denunciada por los buhoneros, García agregó que se debe al hacinamiento existente, pues el lugar está bastante congestionado y puede deberse a la forma como los trabajadores informales exhiben su mercancía.
Historiadores aseguran que este popular mercado existía antes de la llegada de los pobladores del barrio chino y que incluso, en las cartografías del siglo XVII y XVIII de la ciudad de Panamá, ya aparecía el nombre que hoy lleva.
En el techo de los locales se ha acumulado toda clase de desechos. El mal olor y el abandono le están ganando espacio a la variada oferta de los buhoneros del área.
Se trata de un sitio que es parte de la historia panameña, pero que en los últimos tiempos ha tenido que enfrentarse a una intensa competencia comercial.
Las joyas de fantasía, libros de segunda, zapatos de cuero, revistas, sombreros, polleras, entre otras mercancías, son parte de la oferta.
Sin embargo, saltan a la vista las deplorables condiciones en que se encuentra la bajada de Salsipuedes.
En muchos locales, el óxido y los pedazos de zinc viejo restan encanto al área que es frecuentada por nacionales y extranjeros.
Incluso, el director de Legal y Justicia de la Alcaldía de Panamá, Juan García, reconoció que en Salsipuedes "las estructuras están un poco deterioradas".
También se observan telarañas de cables eléctricos que son una amenaza.
Cuando llueve, los buhoneros de Salsipuedes deben literalmente correr para tapar la mercancía, mientras que los clientes tienen que huir para no terminar empapados.
Raiza Taylor, tiene un puesto de venta de prendas típicas hace un año y aseguró que el mal olor se ha apoderado de Salsipuedes debido a que los gatos hacen sus necesidades por todas partes.
Por otro lado, Taylor tiene identificado que los meses malos son marzo, abril y mayo, cuando disminuyen los clientes, así como las ventas. Los cuatro últimos meses del año el asunto mejora.
Igualmente cuando llueve ella también sufre por las inclemencias del tiempo, pues debe tapar las mercancías para que no se dañe, sobre todo los objetos de cuero.
Y eso no es todo, por falta de seguridad en el área, los buhoneros terminan temprano sus labores, incluso a las 6: 00 de la tarde muchos desalojan el sector. Denunciaron que los policías municipales no entran al área y en muchos casos de robo, "brillan por su ausencia".
Al respecto, Juan García, director de Legal y Justicia de la Alcaldía de Panamá, informó a Panamá América que se está analizando la situación, porque se trata de estructuras que tienen mucho tiempo y que según el plan de trabajo del alcalde Juan Carlos Navarro se pretenden ordenar.
Indicó que recientemente se hizo un censo consistente en la actividad que realizan las personas y el tiempo para atender el negocio, de modo de analizar el mejoramiento de las infraestructuras.
"Luego del ordenamiento en el sector de Calidonia se verán otras áreas de la ciudad de Panamá donde se registra economía informal para ver la posibilidad de ejecutar un plan de mejoramiento del sector", manifestó García.
En cuanto a la falta de seguridad denunciada por los buhoneros, García agregó que se debe al hacinamiento existente, pues el lugar está bastante congestionado y puede deberse a la forma como los trabajadores informales exhiben su mercancía.
Historiadores aseguran que este popular mercado existía antes de la llegada de los pobladores del barrio chino y que incluso, en las cartografías del siglo XVII y XVIII de la ciudad de Panamá, ya aparecía el nombre que hoy lleva.
En el techo de los locales se ha acumulado toda clase de desechos. El mal olor y el abandono le están ganando espacio a la variada oferta de los buhoneros del área.
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