Situación en Latinoamérica preocupa a niños y adolescentes

Es común encontrar encuestas de opinión que reflejen el descontento de los latinoamericanos en torno a la situación económica, social y de seguridad de sus países, pero cuando son infantes quienes solicitan mejoras al sistema e incluso reconocen un aumento de la delincuencia, algo debe andar mal.
Así lo refleja la primera encuesta de opinión efectuada en Latinoamérica, el Caribe, Portugal y España, por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF); denominada: "La voz de los niños, niñas y adolescentes", la cual revela por ejemplo, que al menos el 43% de los menores encuestados se sienten poco o nada seguros en su lugar de residencia.
La entrega oficial del no tan alentador documento fue hecha por el director Regional de UNICEF en América Latina y el Caribe, Per Engebak, a la presidenta de la República Mireya Moscoso, quien reconoció que la situación de niños y adolescentes en el mundo merece la atención urgente de los gobiernos e instituciones involucradas en el problema.
De acuerdo con Engebak, la encuesta atiende lo descrito en el Artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño, que les otorga el derecho a expresar su opinión libremente en todos los asuntos que le afectan.
Sin embargo, a pesar de la existencia de este derecho, según destaca el documento, más de la mitad de los encuestados aseguró no ser escuchado en el hogar o en la escuela, cifra que reúne a más de 50 millones de niños, niñas y adolescentes en toda Latinoamérica y el Caribe.
Del mismo modo revela que al menos 67% de los encuestados se sienten pesimistas sobre el futuro de sus países, lo cual involucra a 70 millones de niños, niñas y jóvenes.
Por otro lado, uno de cada cuatro niños y adolescentes reconoció la ausencia de su padre en el hogar, lo cual confirma un cambio en la estructura tradicional de la familia, esto evidencia además una mayor responsabilidad de las madres en el cuidado de sus hijos.
En cuanto a la violencia en los hogares, un 27% denunció un alto nivel de agresividad, cifra aunque no sorprendente a simple vista, engloba a 28 millones de menores.
El cuestionario señala que uno de cada tres encuestados advirtió no sentirse suficientemente informado sobre educación sexual, el SIDA y contra el uso de las drogas, lo cual, según se informó podría empeorar las cifras actuales en torno a estos problemas.
De acuerdo con Engebak, existen en Latinoamérica y el Caribe entre 90 y 95 millones de niños y adolescentes pobres, un problema que reconoció como "grave".
¿Cuál es entonces la labor de UNICEF en torno al problema? "Yo creo que está haciendo un gran esfuerzo", reconoce el director regional.
Empero de este "esfuerzo", Engebak admitió que UNICEF "es solamente un factor en todo esto", es decir, en la solución del problema, de modo que "lo que estamos tratando de hacer es crear una alianza entre la sociedad civil, las asociaciones no gubernamentales, la iglesia, y los gobiernos de la región", añadió.
El funcionario señaló además que los propios países deberían asignar los máximos recursos del Estado para la inversión de la infancia y la adolescencia.
Por su parte la primera mandataria de la Nación, Mireya Moscoso, reconoció que Panamá fue uno de los primeros países del mundo en participar de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, instrumento jurídico mayormente aceptado en el Foro Universal de los Tratados Internacionales sobre los Derechos Humanos.
¿COMO SE HIZO LA ENCUESTA?
De acuerdo con un informe de UNICEF la encuesta se basó en una muestra de 11,852 casos, con un margen de error de aproximadamente un 1.2% con relación a la población total y un 95% de confiabilidad estadística.
El arduo trabajo que tomó todo el mes de noviembre de 1999 fue realizado, en casi todos los países, por la empresa Time Research de Chile.
Según el documento "en el contexto de la globalización y como una forma de maximizar sus esfuerzos de comunicación" UNICEF regional solicitó a la empresa Time Research Chile coordinar la aplicación de un instrumento que permitiera recoger las opiniones de los menores.
El estudio fue realizado en zonas urbanas y rurales de 20 países de América Latina y el Caribe, representando un universo de 103 millones de habitantes entre los 9 y 18 años.
El objetivo del mismo fue recoger información "relevante" sobre la situación actual del estado de los derechos de los menores en la región, así como conocer las percepciones "reales", pensamientos y sentimientos que poseen los encuestados en torno a sus vidas, motivaciones, necesidades y la forma como perciben a la sociedad que los integra.
La muestra para el estudio de tipo cuantitativo - descriptivo se dividió en 20 países de 6 zonas geográficas: México, Centroamérica, el Caribe, región Andina, Brasil y el Cono Sur.
En México fueron encuestados 1,223 menores, en la región de Centroamérica, que engloba a Guatemala 605, Panamá 597, El Salvador 600, Honduras otros 600 y Nicaragua 601, sumando un total de 3,003 encuestados.
Por otro lado en el Caribe se encuestaron a 1,612 menores, que corresponde a República Dominicana 602, Haití 287, Jamaica 303, Guyana 209 y Barbados con 211.
En Colombia, Venezuela, Bolivia y Ecuador, países de la zona andina, se registraron 600 encuestados en cada uno, mientras que en Perú fueron abordados 604 menores, sumando en total 3,004 encuestados.
En Brasil, por cuyo tamaño se decidió tomarlo como una sola región se estudiaron 1,210 menores, mientras en cada uno de los países del Cono Sur, Argentina, Uruguay y Chile, fueron abordados 600 niños, niñas y adolescentes, sumando un total de 1,800 encuestados.
La encuesta fue presentada en base a un cuestionario semi estructurado con preguntas abiertas y cerradas, y aplicado en el hogar de los menores sin la presencia de los padres ni otras personas.
En las poblaciones urbanas se estudiaron 7,794 casos, al menos un 66%, mientras en los sectores rurales se agrupó a un 34% de casos, que suma 4,058 encuestados.
De acuerdo con los niveles sociales, se estudiaron 1,688 casos de la clase alta, que representa un 11% de la población encuestada, 2,868 de la clase media, que significa un 30% y 3,238 de la clase baja, la cual integra un 59% de los encuestados.