Temporal afectó a Isla Colón en Bocas del Toro
Publicado 1999/07/24 23:00:00
- Leonardo Machuca G.
De dos a tres de la madrugada del pasado viernes, vientos huracanados de hasta 60 kilómetros por hora se dejaron sentir en la provincia de Bocas del Toro, esta vez en la Isla Colón, cabecera de la provincia.
Los vientos, de similar velocidad a los que destruyeron varios cientos de sembradíos de banano en Changuinola el jueves 15 de este mes, no provocaron daños en la isla, sin embargo, Carlos Espinosa, director regional del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), aseguró que de haberse dado en Changuinola, hubiera causado nuevos estragos en las plantaciones.
Estos fenómenos se repetirán con cierta frecuencia, ya que han sido reconocidas varias depresiones atmosféricas en el Caribe, que con un pequeño cambio de ruta, llegan directamente a la provincia con sus consabidas consecuencias, dijo el funcionario.
Espinosa hizo un llamado a los pescadores artesanales para que se abstengan de la actividad durante horas nocturnas, pues podrían ser víctimas de los grandes oleajes que levantan los vientos propios de la época.
Frente a esta situación, el SINAPROC ha incrementado la cantidad de personal en las islas Colón, Carenero, Bastimentos, Bocas del Drago y otros puntos turísticos, a fin de prevenir alguna desgracia en algunas de las playas de estos lugares.
No es la primera vez que embarcaciones de madera o fibra se han visto afectadas ante la fuerza de algunas tempestades, y llama la atención que precisamente son estas naves las que viajan en ocasiones con exceso de pasajeros, desprovistas de una radio de comunicación, salvavidas, luces de bengala y, algunas, ni siquiera tienen ancla, por si se les daña el motor no sean azotadas contra las paredes rocosas, abundantes en las rutas costeras de la provincia.
Hay casos en que personas llegan a los puertos y juran nunca más subirse a una lancha, pues se les ha dañado el motor y no tienen cómo pedir auxilio, pero otra embarcación ha pasado y los arrastra hasta puerto seguro. Otros no han corrido con igual suerte, como lo fue el caso de cinco personas que perdieron la vida ahogadas.
Los vientos, de similar velocidad a los que destruyeron varios cientos de sembradíos de banano en Changuinola el jueves 15 de este mes, no provocaron daños en la isla, sin embargo, Carlos Espinosa, director regional del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), aseguró que de haberse dado en Changuinola, hubiera causado nuevos estragos en las plantaciones.
Estos fenómenos se repetirán con cierta frecuencia, ya que han sido reconocidas varias depresiones atmosféricas en el Caribe, que con un pequeño cambio de ruta, llegan directamente a la provincia con sus consabidas consecuencias, dijo el funcionario.
Espinosa hizo un llamado a los pescadores artesanales para que se abstengan de la actividad durante horas nocturnas, pues podrían ser víctimas de los grandes oleajes que levantan los vientos propios de la época.
Frente a esta situación, el SINAPROC ha incrementado la cantidad de personal en las islas Colón, Carenero, Bastimentos, Bocas del Drago y otros puntos turísticos, a fin de prevenir alguna desgracia en algunas de las playas de estos lugares.
No es la primera vez que embarcaciones de madera o fibra se han visto afectadas ante la fuerza de algunas tempestades, y llama la atención que precisamente son estas naves las que viajan en ocasiones con exceso de pasajeros, desprovistas de una radio de comunicación, salvavidas, luces de bengala y, algunas, ni siquiera tienen ancla, por si se les daña el motor no sean azotadas contra las paredes rocosas, abundantes en las rutas costeras de la provincia.
Hay casos en que personas llegan a los puertos y juran nunca más subirse a una lancha, pues se les ha dañado el motor y no tienen cómo pedir auxilio, pero otra embarcación ha pasado y los arrastra hasta puerto seguro. Otros no han corrido con igual suerte, como lo fue el caso de cinco personas que perdieron la vida ahogadas.
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