Una ciudad nada amable

"Siga derecho, la calle después del banco, tome la vía que está justo frente al mercado de abastos, detrás de la Iglesia del Carmen". Son éstas, formas muy a la panameña, de dar direcciones, pero ¿sabe un turista de qué estamos hablando?
Probablemente si ha estado en Panamá más de una vez, ya sepa de qué se trata, de lo contrario, estará en graves aprietos.
Justamente para algunos arquitectos y urbanistas, nuestra ciudad, a 485 años de fundación, no es "nada amable" para ancianos, niños, turistas o discapacitados, de forma que todos nos podamos sentir a gusto en ella.
Su afirmación la basan en el hecho de que se carece de un sistema de nomenclatura que ubique a los habitantes y a los que llegan como turistas.
Otro argumento al que apuntan es que no se construyen aceras y estacionamientos para que los discapacitados puedan transitar sin problemas y se observan pocas señales de tránsito. Y ni hablar si se quiere un baño o saber la hora, casi no hay.

José Batista, ex presidente de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA), asegura que no hay ni siquiera una nomenclatura completa en la capital que oriente al que vive aquí y al extranjero que llega.
Para el arquitecto Batista, crear una nomenclatura en la capital es urgente porque " ya no somos un pueblo, sino una metrópoli".
Advirtió que la falta de una nomenclatura ha creado un mal hábito de los panameños de dar una dirección señalando que tal sitio queda detrás, delante o al frente de tal edificio o almacén, que en muchas ocasiones ya ni existe.
A su juicio, la creación de este sistema no involucra la inversión de mucho dinero y lo que se requiere es voluntad para hacerlo.
Según Batista, con la construcción de los corredores se han colocado varias señales en las avenidas, pero éstas no cumplen la función de orientar.
Para Batista, el hecho de no ser una ciudad amable nos perjudica porque la mala propaganda es la que más rápido se divulga y si un turista se pierde por falta de señales, lo contará y no recomendará a otros que viajen a Panamá.

Por su parte, el ex arquitecto Ricardo Riba, señala que todo el problema radica en falta de educación.
"No se construyen estacionamientos ni facilidades para los discapacitados porque los arquitectos y los constructores no tienen conciencia de diseñar los espacios para estas personas, que ya suman más de 200 mil".
Para Riba es "falta de educación y conciencia, porque es fácil construir rampas suaves para las sillas de ruedas en los edificios públicos y privados".
De acuerdo con el catedrático universitario, es urgente que Panamá tenga facilidades para todos sus habitantes y turistas, porque ello afecta al turismo y la calidad de vida de los que habitan en la metrópoli.
Riba precisó que es más fácil de ubicar al turista colocando en el mapa sitios y monumentos como el Puente de Las Américas, el Cerro Ancón, el Casco Viejo, la Plaza de Francia y otros.
Riba recordó que en una ocasión, el arquitecto Octavio Méndez Guardia elaboró un mapa callejero de la ciudad de Panamá, sin embargo, dijo desconocer si aún existe el documento.
Propuso abrir un concurso entre las escuelas del país, donde se escoja el mejor mapa de la ciudad de Panamá o que se elabore uno con el patrocinio de los hoteles y centros comerciales.
"Turismo es divulgar lo que tenemos, de no hacerlo, estaremos en desventaja". afirmó.