Uniones entre homosexuales genera posiciones encontradas
Publicado 2003/09/03 23:00:00
- José Eduardo Sánchez S.
Admitir el establecimiento de una norma legal que le dé derecho a las personas de un mismo sexo que viven en unión, como si se tratara de un matrimonio normal, es algo que va contra la naturaleza y la moral, califican diferentes sectores de la sociedad panameña.
La Asociación de Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá, presidida por Ricardo Beteta, aclara que no propugna por el matrimonio entre personas de un mismo sexo, sino el reconocimiento de las uniones de derecho, figura jurídica que, argumenta, no tiene que ver con ordenanzas sagradas para las religiones y cultos que se profesan en el país.
Beteta señaló que para tal fin ya se redactó un proyecto de ley, por lo que el paso a seguir es realizar una serie de cabildos a los que se invitará a la Defensoría del Pueblo, expertos en los derechos humanos y a la comunidad para que se pronuncien y den su opinión sobre el texto del proyecto que se espera presentar en septiembre del 2004 ante la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa.
Pero pese a que no buscan un matrimonio, Edwin Alvarez, de la Comunidad Misionera Hossanna, no ve cuál es la diferencia, pues el hecho de que la ley conceda derechos a la unión de personas de un mismo sexo, es el paso previo al reconocimiento del matrimonio como una institución que fue establecida por Dios y legalizado por los hombres sólo para un varón y una mujer.
Por tanto, afirma que moralmente no es aceptable y además tampoco el ordenamiento jurídico de nuestro país lo admite, por lo que "lucharemos hasta lo último para que nunca lo sea, pues ante la ley divina hechos como éste, están catalogado como una abominación y deshonra".
Para reforzar su posición, Alvarez se remitió a las sagradas escrituras, al citar Levíticos 18:20 y 18:22: "No te echarás con varón como con mujer, pues es abominación". Y reconoce que si bien Jesucristo no ama el pecado de homosexualidad, murió también por el homosexual y le da una oportunidad si hay.
Como pastor acepta que "en su congregación tiene gente que vivió en lo más bajo de la homosexualidad como en lo más bajo de otros pecados, y sus vidas fueron cambiadas por el milagro de la salvación".
La Iglesia Católica, por su parte, también está en contra de esta intención. El padre Juan Sandoval, asesor nacional del tema matrimonio, familia y vida de la Conferencia Episcopal, expresa que el proyecto de reconocimiento legal entre personas homosexuales es un atentado contra la naturaleza humana, pues Dios creo sólo hombre y mujer, y como tal tienen una misión que es la procreación.
Señala que este es un fenómeno ante el cual la Iglesia apela a la conciencia moral que exige ser testigo de la moral integral a la cual se opone a las relaciones homosexuales, así como también a la injusta discriminación de las personas que las practican.
El padre Sandoval sostiene que no puede ser que exijan derechos iguales a los de una pareja normal, porque por un lado está la tendencia a la homosexualidad, la actitud frente a ésta y el acto homosexual.
Y mientras las diferentes iglesias contrarían la propuesta de los gay y lesbianas, el presidente del Colegio Nacional de Abogados, Carlos Vázquez, señala que este es un tema muy delicado porque pareciera que se estuviera invadiendo el campo de la moral.
El jurista dijo desconocer de qué consta la iniciativa que pretenden presentar los homosexuales a la Asamblea Legislativa, sin embargo, aclaró que las normas nacionales reconocen sólo las uniones de hecho que existan entre dos personas de sexos diferentes en condiciones de singularidad y estabilidad por más de cinco años aunque no hayan sido casados ante un tribunal o autoridad.
Ricardo Beteta, presidente y representante legal de la Asociación de Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá, señala que lo que motiva a que se establezca una ley de parejas del mismo sexo son las múltiples denuncias de discriminación donde hombres y mujeres que pierden su pareja se encuentran que no tienen ningún tipo de protección legal.
"A nivel internacional los movimientos gay-lésbicos están promoviendo los derechos y un respeto e igualdad ante la ley y eso es lo que queremos hacer, y deseamos que los políticos de este país se manifiesten acerca de estos derechos", sostuvo.
Deseamos, dice Beteta, que se aborde el tema de la no discriminación, pues hemos descubierto reglamentos internos, por ejemplo, el de la Fuerza Pública, que establecen como causal de destitución del puesto ser "gay o lesbiana".
Beteta considera que esto es inconstitucional, porque si bien se es homosexual también se es panameño.
"Que se nos discrimine por la orientación sexual, es violatorio a las normas de la Carta Magna y es por ello que se quiere traer el tema al tapete y que los políticos hablen del tema y saber quiénes creen verdaderamente en los derechos humanos”, adujo.
En cuanto a los que señalan que la desprotección puede evitarse a través de los testamentos, Beteta expresa que estos pueden ser impugnados y muchas de estas personas no tienen dinero para contratar un abogado que defienda su causa o que le represente en un juicio de sucesión.
Los homosexuales piden también que se les ofrezcan los beneficios fiscales para comprar casa y otras cosas como ocurre con las parejas heterosexuales.
Beteta reconoce que hay grupos fundamentalista en el país que van a adversar este proyecto como es el caso de las iglesias. No "estamos en una posición de choque sino de debate donde no se propone cerrar calles, sino que se trata de hacer un trabajo social".
La Asociación de Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá, presidida por Ricardo Beteta, aclara que no propugna por el matrimonio entre personas de un mismo sexo, sino el reconocimiento de las uniones de derecho, figura jurídica que, argumenta, no tiene que ver con ordenanzas sagradas para las religiones y cultos que se profesan en el país.
Beteta señaló que para tal fin ya se redactó un proyecto de ley, por lo que el paso a seguir es realizar una serie de cabildos a los que se invitará a la Defensoría del Pueblo, expertos en los derechos humanos y a la comunidad para que se pronuncien y den su opinión sobre el texto del proyecto que se espera presentar en septiembre del 2004 ante la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa.
Pero pese a que no buscan un matrimonio, Edwin Alvarez, de la Comunidad Misionera Hossanna, no ve cuál es la diferencia, pues el hecho de que la ley conceda derechos a la unión de personas de un mismo sexo, es el paso previo al reconocimiento del matrimonio como una institución que fue establecida por Dios y legalizado por los hombres sólo para un varón y una mujer.
Por tanto, afirma que moralmente no es aceptable y además tampoco el ordenamiento jurídico de nuestro país lo admite, por lo que "lucharemos hasta lo último para que nunca lo sea, pues ante la ley divina hechos como éste, están catalogado como una abominación y deshonra".
Para reforzar su posición, Alvarez se remitió a las sagradas escrituras, al citar Levíticos 18:20 y 18:22: "No te echarás con varón como con mujer, pues es abominación". Y reconoce que si bien Jesucristo no ama el pecado de homosexualidad, murió también por el homosexual y le da una oportunidad si hay.
Como pastor acepta que "en su congregación tiene gente que vivió en lo más bajo de la homosexualidad como en lo más bajo de otros pecados, y sus vidas fueron cambiadas por el milagro de la salvación".
La Iglesia Católica, por su parte, también está en contra de esta intención. El padre Juan Sandoval, asesor nacional del tema matrimonio, familia y vida de la Conferencia Episcopal, expresa que el proyecto de reconocimiento legal entre personas homosexuales es un atentado contra la naturaleza humana, pues Dios creo sólo hombre y mujer, y como tal tienen una misión que es la procreación.
Señala que este es un fenómeno ante el cual la Iglesia apela a la conciencia moral que exige ser testigo de la moral integral a la cual se opone a las relaciones homosexuales, así como también a la injusta discriminación de las personas que las practican.
El padre Sandoval sostiene que no puede ser que exijan derechos iguales a los de una pareja normal, porque por un lado está la tendencia a la homosexualidad, la actitud frente a ésta y el acto homosexual.
Y mientras las diferentes iglesias contrarían la propuesta de los gay y lesbianas, el presidente del Colegio Nacional de Abogados, Carlos Vázquez, señala que este es un tema muy delicado porque pareciera que se estuviera invadiendo el campo de la moral.
El jurista dijo desconocer de qué consta la iniciativa que pretenden presentar los homosexuales a la Asamblea Legislativa, sin embargo, aclaró que las normas nacionales reconocen sólo las uniones de hecho que existan entre dos personas de sexos diferentes en condiciones de singularidad y estabilidad por más de cinco años aunque no hayan sido casados ante un tribunal o autoridad.
Ricardo Beteta, presidente y representante legal de la Asociación de Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá, señala que lo que motiva a que se establezca una ley de parejas del mismo sexo son las múltiples denuncias de discriminación donde hombres y mujeres que pierden su pareja se encuentran que no tienen ningún tipo de protección legal.
"A nivel internacional los movimientos gay-lésbicos están promoviendo los derechos y un respeto e igualdad ante la ley y eso es lo que queremos hacer, y deseamos que los políticos de este país se manifiesten acerca de estos derechos", sostuvo.
Deseamos, dice Beteta, que se aborde el tema de la no discriminación, pues hemos descubierto reglamentos internos, por ejemplo, el de la Fuerza Pública, que establecen como causal de destitución del puesto ser "gay o lesbiana".
Beteta considera que esto es inconstitucional, porque si bien se es homosexual también se es panameño.
"Que se nos discrimine por la orientación sexual, es violatorio a las normas de la Carta Magna y es por ello que se quiere traer el tema al tapete y que los políticos hablen del tema y saber quiénes creen verdaderamente en los derechos humanos”, adujo.
En cuanto a los que señalan que la desprotección puede evitarse a través de los testamentos, Beteta expresa que estos pueden ser impugnados y muchas de estas personas no tienen dinero para contratar un abogado que defienda su causa o que le represente en un juicio de sucesión.
Los homosexuales piden también que se les ofrezcan los beneficios fiscales para comprar casa y otras cosas como ocurre con las parejas heterosexuales.
Beteta reconoce que hay grupos fundamentalista en el país que van a adversar este proyecto como es el caso de las iglesias. No "estamos en una posición de choque sino de debate donde no se propone cerrar calles, sino que se trata de hacer un trabajo social".
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