¿Ustedes me van a matar?

El presunto capo colombiano William Jhony Tamayo Hernández dudó de los policías que lo arrestaron el pasado jueves, pues creyó que se trataba de falsos agentes que lo secuestrarían para matarlo.

Así lo reveló a Panamá América una fuente de entero crédito.

La vasta experiencia de Tamayo alias "Mazinger" en inteligencia policial, le hizo sospechar, pues pudo percibir disimulados movimientos inusuales, por lo que se apresuró a pedir al mesero del restaurante Manolo de Obarrio la cuenta de su consumo.

Y no era para menos, su corazonada no estaba lejos de la realidad, ya que a su alrededor se encontraba todo un comando policial, conformado desde agente de la Dirección de Investigación Policial (DIP), Policía Nacional, fuerzas especiales y hasta de la agencia antidrogas DEA, dijo un informante.

A las 6:30 p.m. de ese día las opciones se le agotaban, o era apresurar al camarero por el servicio o irse sin pagar.

En ambos casos "Mazinger" levantaría sospechas y se le dificultaría escapar de las autoridades, por lo que se quedó esperando.

Quince minutos después aparecieron dos serios agentes de la DIP, quienes tras pedir documentos de identidad a otros clientes sentados en la parte exterior del local, llegaron hasta Tamayo.

¡Caballero su identificación!, dijo uno de los policías... ¿quiénes son ustedes?, preguntó "Mazinger" a los policías, quienes le contestaron que eran agentes de la DIP.

Receloso de la respuesta "Mazinger" les pidió sus credenciales.

Ellos lo tomaron por los brazos y sin esposarlo lo condujeron hacia la calle donde se encontraba una camioneta 4X4, de vidrios oscuros.

Dentro del vehículo el colombiano entró en pánico pues temía que los policías lo secuestraran para luego asesinarlo.

Se conoció que Tamayo tenía apenas 20 minutos de estar esperando a la mujer venezolana con la que supuestamente viajaría a Venezuela, cuando fue arrestado.

Aunque Tamayo se mostró silencioso con las autoridades y solicitó un abogado en Colombia, que se espera viaje a Panamá en las próximas horas, sí manifestó que se encontraba de paso en el país, y estaba hospedado en un hotel ubicado en la Calle Eusebio A. Morales, expresó la fuente.

Trascendió que Tamayo no tenía equipaje ni automóvil.

Otra versión.
La reacción sosegada del hombre de 41 años, al momento de su detención levantó suspicacia, pues es considerado un peligroso sujeto, e incluso se le ha vinculado a la oficina de cobros del cartel del Norte del Valle, dedicado a asesinar, torturar, desaparecer y descuartizar personas.

Por esta razón, giró la versión de que Tamayo alias "Mazinger" se entregó a las autoridades, pero esta hipótesis no ha sido confirmada.

También despierta curiosidad el hecho de que Tamayo se encuentra en la lista de colaboradores mandados a matar por el mafioso Juan Carlos Ramírez Abadía alias "Chupeta", por traición. Esta información fue encontrada por autoridades colombianas dentro de su computadora portátil.

El 7 de febrero de 2006 los contadores de "Chupeta" le informaron que pagaron 33.5 millones de pesos colombianos por la muerte de Mazinger.

Entretanto, Tamayo fue conducido ayer en la tarde ante la Fiscalía de Drogas en el edificio Avesa, donde rendiría declaración.

Luego será extraditado a Estados Unidos, donde lo solicitan por los delitos de narcotráfico y homicidio.

Se investiga la frecuencia con qué Tamayo ingresaba a Panamá, informaron ayer fuentes antidrogas.