COMERCIO**“Mucho apuro trae cansancio”, dice el refrán, y a veces, arrepentimiento. El que nos hayamos pasado doce años jugando a solitario, mientras los centroamericanos se unían hasta alcanzar lo que ahora tienen, su negociación de un tratado de li

COMERCIO**“Mucho apuro trae cansancio”, dice el refrán, y a veces, arrepentimiento. El que nos hayamos pasado doce años jugando a solitario, mientras los centroamericanos se unían hasta alcanzar lo que ahora tienen, su negociación de un tratado de libre comercio con Estados Unidos, no es óbice para que nos lancemos ahora, a locas y a ciegas, a recuperar tiempo perdido y a adherirnos a tratados ajenos, teniendo nuestras peculiaridades.
MOLDE**La presidenta Moscoso sugirió ayer en Las Tablas, que deberíamos apresurarnos a escoger qué tratado nos viene mejor, si el celebrado por la potencia del Norte con Singapur o con Chile, o el que para diciembre debe tener finiquitado con Centroamérica. Es como calzar a la fuerza unos zapatos ajenos, sin pasar antes por una horma, con el agravante de que - de no escoger bien - nos provocaríamos mucho más que dolores de pies.
DINÁMICA**Lo primero es lo primero. Nuestra mandataria debe seguir el consejo que le dio el presidente Bush: conformemos un equipo de trabajo, del gobierno y el sector privado, que se aboque a la revisión de las distintas alternativas. Y mientras tanto, sigamos adelante con otras negociaciones, como la de Taiwan y la sugerida por Darío Selles con Colombia que, siendo nuestra vecina, debería ser un mercado natural de nuestros productos.