Una exposición en Nueva York retrata los años más dinámicos del circo estadounidense
- Redacción
Los años más dinámicos del circo estadounidense, a principios del siglo XX, cuando era un espectáculo social casi único para distraer a la gente, se reflejan desde hoy en una exposición fotográfica de Frederick Glasier en las instalaciones del banco suizo UBS en Nueva York.
Se trata de una muestra de más de 60 fotografías en blanco y negro y 12 pósteres en litografías que se han reunido bajo el título de "Heyday: El circo americano de Frederick Glasier, 1890-1925".
"Era un período en que el circo era el único espectáculo que había: no se viajaba en avión, no había coches, ni radio ni televisión", señaló hoy a Efe Peter Kayafas, comisario de la exposición, que estará abierta al público hasta el 23 de enero de 2009.
Las fotografías de Glasier (1866-1950) transportan al visitante al ambiente de las ciudades estadounidenses cuando llegaban las compañías circenses en sus grandes camiones y toda su parafernalia, incluyendo a las fieras que después exhibían como parte del espectáculo.
Kayafas explicó que "el circo fue el primer mecanismo de intercambio cultural que tuvo un éxito popular".
El experto señaló que el interés por esa temática concreta surgió de los "archivos fotográficos, que eran la obra de un gran fotógrafo que, sin embargo, no ha sido muy reconocido: Frederick W. Glasier".
"Fue un artista que mostró una gran conexión con los temas y los personajes que retrataba, como el circo y sus artistas", dijo el comisario de la muestra, que subrayó también que la obra del fotógrafo "es capaz de transmitir al público contemporáneo algo de ese período que está lleno de nostalgia".
"Cuando uno mira esas fotos ve que no todo el mundo está feliz, sino que lucha por vivir", resaltó.
La exposición, organizada cronológicamente por Kayafas y la otra comisaria de la muestra, Deborah Walk, ilustra desde los carteles que anunciaban las atracciones a los artistas y sus acrobacias, o la seriedad de toda una "troupe" de payasos reunidos en una foto de familia.
En las fotografías en blanco y negro de Glasier quedan captadas las personalidades de los artistas, algunos de ellos, en plena actuación, como es el caso de las cuatro hermanas Deike, que pertenecían a una familia de gimnastas que actuaban para el legendario Barnum and Bailey Circus.
Junto a sus retratos, en la muestra se puede ver el cartel que las promocionaba como "unas maestras de la habilidad contorsionista y del control muscular".
La habilidad como retratista de Glasier muestra también "la íntima conexión entre el circo y sus artistas", como ocurre con el retrato realizado en 1914 de uno de los supervivientes de la batalla de 1876 entre el legendario Séptimo de Caballería del general George Armstrong Custer y el gran jefe sioux Tasunka Witko (Caballo Loco).
La fotografía "del jefe Iron Tail muestra la fortaleza y la dignidad" de quien fuera un guerrero en el final de sus días dedicado a ser atracción de circo.
Otros retratos impactantes son los de la sensual encantadora de serpientes "Mademoiselle Octavia", en 1901, con uno de esos reptiles enrollados en su cuerpo, o los de "Charmion, la mujer forzuda", de 1904, que exhibe un cuerpo femenino musculoso y muy diferente al ideal de belleza de la época.
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