Una empresa lusa guarda el secreto del bañador de los récords de Michael Phelps

La empresa portuguesa Petratex guarda con celo el secreto de los récords conseguidos por el nadador estadounidense, Michael Phelps: su bañador LZR Racer, el "más rápido del mundo" según aseguran sus fabricantes.

Ante la feroz competencia de un mercado en constante innovación de materiales, Petratex está desarrollando la segunda generación del Racer, su apuesta para hacer historia en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

En plena polémica por el uso de la tecnología en los trajes de baño de alta competición y, pese a los buenos resultados obtenidos por los modelos más recientes, el "tiburón de Baltimore" decidió competir en los mundiales de natación de Roma con el LZR Racer.

Este modelo fabricado en Portugal ayudó a Phelps a conseguir ocho medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín del pasado año.

Sin embargo, los bañadores fabricados con poliuretano en su totalidad, como el Jaked 01 o el X_Glide, ambos de la firma Arena, y las acusaciones de "doping tecnológico" están robando el protagonismo a los atletas en los campeonatos de Roma, que concluyen este domingo.

La polémica se remonta a principios de 2008, cuando la marca Speedo, en colaboración con la NASA, el Instituto Australiano de Deporte y Petratex, lanzó el Racer, el primero de los llamados trajes de baño de nueva generación.

El diseño de la prenda comenzó a fraguarse tres años antes en la unidad textil que la empresa lusa Petratex tiene en la localidad de Pacos de Ferreira, situada al norte del país.

Con cerca de dos décadas de existencia, el vestuario deportivo es una de los principales sectores de producción del grupo portugués, que emplea a más de 1.000 personas en las unidades de Pacos de Ferreira, Túnez y Marruecos, aunque del perfeccionamiento del Racer se ocupa un reducido número de profesionales que trabaja a salvo de miradas indiscretas.

Los fabricantes lusos crearon una prenda sin costuras gracias a una tecnología propia desarrollada con máquinas de coser que funcionan a través de ultrasonidos.

El Racer repele el agua, reduce entre un 5 y un 10 por ciento la fricción con el liquido, mejora la postura y refuerza con placas de poliuretano las zonas del pecho, abdomen y muslos, volviendo a los atletas más aerodinámicos y pudiendo así nadar más rápido con un menor gasto de energía.

Mientras que el Racer contiene aproximadamente un 50 por ciento de poliuretano, el Jaked, que está batiendo todas las marcas mundiales en Roma, tiene un cien por cien, lo que según los expertos, mejora la permeabilidad y flotabilidad de los nadadores.

El presidente de la federación portuguesa de natación y miembro del organismo rector de la Federación Internacional de Natación (FINA), Paulo Frischknecht, aseguró a EFE que esta institución trabajará para crear una normativa "que no sirva sólo para el negocio de los firmas deportivas" y quiso restar importancia a la polémica del poliuretano.

"El material deportivo es complementario al talento y al trabajo de los nadadores y entrenadores, pero no decisivo", destacó Frischknecht, quien citó al futbolista Cristiano Ronaldo como ejemplo.

"Si Ronaldo usase otras botas, continuaría siendo el mejor del mundo", dijo el único miembro portugués del Bureau de la FINA, organismo que el pasado martes ratificó la decisión de prohibir en 2010 los bañadores de poliuretano y prescindir de la tecnología para volver al clásico bañador de tela "para que todos los nadadores estén en igualdad de condiciones".

Hasta que la FINA no concrete la nueva normativa, el Racer, asociado al 90 por ciento de récords en 2008, luchará por recuperar el título de "bañador milagro", amenazado ahora por el Jaked, modelo con el que en sólo tres días de competición en Roma se batieron 15 plusmarcas mundiales.

Pilar Arias