"Daniel y Ana" acorta la distancia entre la felicidad y los lados oscuros
- Colaboración
El realizador mexicano Michel Franco ha acortado en su ópera prima, "Daniel y Ana", la distancia que separa la felicidad de los sentimientos más oscuros. Lo hace con una historia sobre dos hermanos a los que un terrible acontecimiento hará saltar por los aires su estrecha relación y plácida existencia.
Franco ha presentado hoy su película en la Sección Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián, adonde ha viajado con el actor Darío Yazbek Bernal, que encabeza el reparto junto a Marimar Vega.
El traumático suceso que viven los protagonistas, dos jóvenes de familia acomodada, los situará en una senda sin retorno por la que van a encontrar sobre todo una profunda soledad, con unos padres que, desconocedores del secreto, aparecen como espectadores pasivos.
Incomunicación, culpa, deseo y violencia cada vez menos contenida se irán acumulando como ingredientes de un cóctel que Ana, la mayor, sabrá digerir mejor que su hermano pequeño, al que el drama ha sorprendido en su atribulada adolescencia.
El guión, que también firma Michel Franco, necesitaría más sostenes que los dos momentos claves de la tragedia, que son en la práctica los únicos pilares en los que se apoya un filme que en algunos momentos transmuta la soledad por tedio.
El director mexicano ha basado su relato en hechos reales, fruto de las confidencias de una psicóloga conocida suya que ha contado con la autorización de los protagonistas para desvelar los detalles de una historia que sus padres aún ignoran.
"Creo que han permitido contar lo ocurrido porque ha sido catárquico para ambos", ha explicado a Efe Michel Franco, al que le interesó fundamentalmente "lidiar psicológicamente con un tema tan fuerte".
No tuvo que rellenar apenas huecos para preparar el guión, prefirió acercarse a la realidad también en los detalles, aunque al final deja sin contestar algunas preguntas porque lo que él quería contar queda dicho en los 90 minutos de metraje.
No reclamaron la ayuda de la psicóloga para construir los personajes, se basaron "más en la intuición". "Se trataba de darle un punto de vista universal, de cómo a partir del silencio se destruye una relación", ha explicado Franco, que ha situado su película en Ciudad de México.
Franco ha hecho recaer el peso de "Daniel y Ana" en los dos actores protagonistas.
Darío Yazbek Bernal, que tenía 17 años cuando interpretó a Daniel, ha asegurado que tenía muy cerca "esas inseguridades" que la edad hace sentir a su personaje.
Ha vivido su creación del personaje con "mucha libertad", ayudado por su carácter hermético, que le convierte en "una olla a presión".
El joven actor, que lleva la mitad del peso de esta película, confiesa sin embargo que no siente ninguna carga por ser el hermano de Gael García Bernal.
"Ni pienso en ello. Él va a lo suyo y yo a lo mío. Para mí, esta ha sido una buena manera de empezar. Ha sido un privilegio trabajar con Michel, con el que luego surgió una amistad y confianza mutua", ha afirmado.
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