Claman contra la impunidad en la presentación de una obra sobre el Palacio de Justicia
- Manila
La falta de justicia es lo que no permite la paz en Colombia, afirmó hoy el ex fiscal general colombiano Mario Iguarán, al presentar un libro sobre la toma del Palacio de Justicia de Bogotá en 1985, que arroja nueva luz sobre lo que calificó como el "más espeluznante magnicidio" ocurrido en el país.
"El Palacio de Justicia. Una tragedia colombiana", de editorial Icono, es la primera versión en español y con información actualizada de un libro de la periodista y cineasta colombo-irlandesa Ana Carrigan, publicado en Estados Unidos y en inglés en 1993.
"Este libro es para conocer la verdad y para mostrar que se puede y se debe buscar la verdad", señaló la autora ante un auditorio en el que se destacaban sobrevivientes del Palacio de Justicia y familiares de magistrados que murieron allí hace 24 años.
Palabras como "holocausto", "hecatombe" y "bestialidad" fueron empleadas tanto por los presentadores como por personas del público que tomaron la palabra en el centro cultural García Márquez, en un acto que, según Carrigan, estuvo esperando 16 años, pues "el libro no es para Estados Unidos, sino para Colombia".
El centro cultural está situado a solo tres cuadras del lugar donde el 6 y 7 de noviembre de 1985 se vivieron los hechos investigados por Carrigan, que comenzaron con la toma del Palacio de Justicia por guerrilleros del entonces Movimiento 19 de Abril (M-19).
A ese golpe publicitario-revolucionario el Ejército respondió a sangre y fuego, aparentemente sin distinguir quiénes eran los asaltantes y quiénes los asaltados. El resultado del asalto y el contra-ataque fueron centenares de muertos y desaparecidos.
Las palabras más duras durante la presentación del libro fueron para el entonces presidente de Colombia, Belisario Betancur, quien además era comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, según la Constitución del país.
El magistrado Nicolás Pájaro Peñaranda, un superviviente del Palacio de Justicia, según se presentó a sí mismo, pidió un "juicio histórico" para Betancur.
"Que la historia condene a Belisario Betancur", "un hombre sin conciencia", señaló Pájaro, quien comparó la actitud del hoy ex presidente en aquellos momentos con la de Nerón cuando Roma ardía.
Pájaro, que durante las 27 horas que duraron los sucesos del Palacio de Justicia estuvo junto a otros magistrados y personal del poder judicial encerrado en un baño, afirmó que no hubo una toma y una recuperación del Palacio como dice la versión oficial.
"Hubo toma, y destrucción y matanza" por parte de los que supuestamente querían recuperar el Palacio, dijo Pájaro, quien fue aplaudido en varias ocasiones por el público, sobre todo cuando señaló que no fue "un acto demencial, sino criminal" y que los ex presidentes de Colombia son los únicos del mundo que parece que no pueden ser juzgados por delitos cometidos durante su mandato.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando habló Manuel Gaona Bejarano, hijo del magistrado Manuel Gaona, desaparecido en la toma del Palacio y hallado muerto el 8 de noviembre de 1985 en una morgue con un tiro en la sien, igual que el magistrado auxiliar Carlos Urán, cuya viuda, Ana María Bidegain, y un sobrino, Víctor Uribe, intervinieron por teleconferencia desde Miami.
Gaona hijo, que tuvo que interrumpir su intervención en varias ocasiones debido a la emoción, dijo que hoy hay "fuertes indicios" de que a su padre lo "ultimó el Ejército" y agradeció a Iguarán por haber reabierto el caso, en 2005.
Gracias al hoy ex fiscal general y a la fiscal Ángela María Buitrago, que está a cargo del caso, hoy los familiares de las víctimas ven "por primera vez alguna luz de justicia", señaló.
La familia de Gaona va a denunciar su caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, anunció el hijo, quien calificó el libro de Carrigan como "un tributo a la verdad".
Tanto la autora del libro como la del epílogo, la periodista Constanza Vieira, subrayaron en la presentación que aun hoy, 24 años después de los hechos, siguen surgiendo datos nuevos y animaron a hablar a quienes hayan callado cosas que ayuden a esclarecer lo ocurrido.
Carrigan, quien estaba en Colombia el 6 y 7 de noviembre de 1985, señaló que cada vez que viene al país encuentra cosas oscuras que "son siempre las mismas" y "no mejoran", y rindió tributo a la comunidad judicial de Colombia, la principal víctima de la tragedia del Palacio de Justicia, por su valentía en circunstancias siempre difíciles.
El ex fiscal general Iguarán señaló al respecto que el libro de Carrigan muestra que en noviembre de 1985 la justicia estaba "cercada" en Colombia no sólo por el M-19, sino por algún sector de la fuerza pública y por la mafia del cartel de Medellín, y opinó que hoy, 24 años después, también sufre cercos y amenazas.
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