Obama apuesta unas cervezas con Cameron a que EE.UU. ganará el partido de hoy

El presidente de EE.UU., Barack Obama, apostó hoy unas cervezas con el primer ministro británico, David Cameron, a que su país derrotará este sábado a Inglaterra en el partido del Mundial de Fútbol que juegan en Sudáfrica.

El tema salió a relucir durante la conversación telefónica de más de media hora que mantuvieron ambos dirigentes para hablar de algunos de los asuntos más importantes en la relación bilateral, según informó la Casa Blanca en un comunicado.

Entre los temas destacados estuvo el derrame de crudo en el Golfo de México que comenzó el pasado 20 de abril a raíz de la explosión en una plataforma petrolífera operada por British Petroleum (BP) y que ha causado tensiones políticas a ambas orillas del Atlántico.

Pero más allá de esos asuntos espinosos ambos encontraron tiempo para departir sobre temas más distendidos como el partido de fútbol que enfrenta hoy a EE.UU. e Inglaterra en Sudáfrica.

Obama bromeó que la historia de los mundiales beneficia a EE.UU., que jugó y ganó el último partido contra Inglaterra en 1950 y se apostó "la mejor cerveza en EE.UU." contra la mejor británica a que su país saldrá victorioso.

El inquilino de la Casa Blanca realizó una apuesta similar con su homólogo canadiense, Stephen Harper, durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver.

Obama había pronosticado que el equipo masculino de hockey sobre hielo estadounidense ganaría ante el combinado de Canadá en la final de los Juegos Olímpicos de Invierno Vancouver 2010 pero perdió e hizo llegar a través del embajador estadounidense en Ottawa, David Jacobson, 48 botellas de cerveza a Harper.

Obama y Harper habían apostado que el perdedor entregaría una caja de cerveza (24 botellas) de la marca elegida por el ganador.

Jacobson entregó a Harper en la puerta de su residencia y ante las cámaras de televisión y de los fotógrafos una caja de Molson Canadian, elegida por Harper. Y Obama añadió al envío una caja con otras 24 botellas de Yuengling, la favorita del presidente estadounidense.

Yuengling, que se produce en Pensilvania, presume de ser la cerveza más antigua de Estados Unidos.