Lori Berenson se arrepiente en público para defender su libertad condicional
La estadounidense Lori Berenson se arrepintió hoy pública y explícitamente de haber colaborado con el terrorismo y defendió así su derecho a la libertad condicional de que goza para poder iniciar una nueva vida dedicada a la crianza de su hijo de un año.
Su caso fue visto hoy en apelación por la Sala Penal Nacional, que evaluaba el pedido de la Procuraduría especial contra el terrorismo para objetar su puesta en libertad condicional el pasado 26 de mayo, tras cumplir tres cuartas partes de su condena de 20 años por colaboración con un grupo terrorista.
La Sala -que emitirá su veredicto inapelable antes del 8 de septiembre- escuchó los argumentos del Procurador Julio Galindo, del abogado defensor de la estadounidense y de la propia Berenson, que había solicitado expresamente el uso de la palabra para disipar cualquier duda sobre su arrepentimiento, que había sido puesto en duda por Galindo.
La estadounidense dejó claro ante todo que ella nunca se vio implicada en delitos de sangre y no fue dirigente y ni siquiera militante del terrorista Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, sino que fue condenada por "colaboración" con esa agrupación.
"Si mi participación contribuyó a la violencia en la sociedad, lo lamento profundamente y me arrepiento de ello. Si he hecho un daño al país, lo lamento y me arrepiento de ello. A las personas que se hayan podido sentir afectadas por mis palabras o mis actos, les pido perdón", recalcó Berenson ante el juez.
La estadounidense dijo comprender "que existe un rechazo" en la sociedad peruana hacia su persona, pero insistió: "Yo no soy un peligro para nadie", para contradecir de nuevo al Procurador especial, que así lo sostuvo.
"He estado presa casi 15 años y he reflexionado sobre ello; entiendo que la violencia hizo daño a la sociedad", insistió Berenson, que se expresó en un perfecto castellano y subrayó sus proyectos familiares
"Soy una mujer de 40 años, tengo una familia (sus padres) que ha sacrificado todo por mí y quisiera retribuirles; tengo un hijo al que tengo que criar y tengo que vivir con él", recordó, en alusión al niño que tuvo durante su reclusión y que hoy tiene un año de edad.
El Procurador hizo oídos sordos a sus argumentos y volvió a subrayar que Berenson es un "peligro" para la sociedad apoyándose en ciertos informes de la inteligencia contraterrorista que, sin embargo, se negó a comunicar por ser secretos.
También el Presidente Alan García hizo hoy mención al "caso Berenson" y negó la conveniencia de haber expulsado a la mujer del país, como había sugerido el ministro de Justicia, Víctor García Toma, en los días posteriores a la puesta en libertad de la estadounidense.
"Lo más prudente era esperar que la última instancia analizara si estuvo bien o mal la concesión de la libertad. Si yo, para lavarme las manos y ganarme un titular, hubiera procedido a la expulsión, (ella) ya no estaría en el Perú", recordó García.
La propuesta del ministro de Justicia de expulsar a Berenson a su país habría necesitado un indulto del Presidente para conmutar el resto de la pena (cinco años) que la estadounidense debe cumplir en Perú en libertad condicional, y tenía por objetivo capear el enorme rechazo que su excarcelación había despertado entre la opinión pública.
Berenson también hizo alusión a este rechazo: "Lamento la repercusión que ha tenido en la sociedad mi salida de la prisión; acepto y asumo que existe un rechazo a mi persona, lo entiendo de acuerdo a mi comportamiento, (pero) no represento un peligro para nadie".
Según explicaron fuentes del Poder Judicial, la Sala Penal Nacional tiene ahora 15 días hábiles -ampliables a otros 15- para pronunciarse sobre si revoca o no la libertad condicional.
Aunque la decisión es inapelable, quedaría todavía un recurso al Tribunal Constitucional, recordaron las fuentes. También el Procurador Galindo dijo el pasado viernes que se reservaba una carta (que no quiso desvelar) en caso de que su tesis no fuera admitida.
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