La vida de la líder ecologista brasileña Marina Silva será llevada al cine

La vida de Marina Silva, líder ecologista de Brasil y defensora de la Amazonía, será llevada al cine por la directora Sandra Werneck, que repasará la dura infancia de la ambientalista y su carrera por alcanzar la presidencia del país, informó hoy la empresa editora que publicó su biografía.

El origen de este proyecto cinematográfico se encuentra en el libro "Marina: la vida por una causa", escrito por la periodista Marilia de Camargo César y publicado el año pasado durante la campaña electoral de la activista brasileña, que fue la tercera candidata a la Presidencia más votada, con casi la quinta parte de los votos.

Esa obra relata parte de la vida de la ecologista, cuya biografía está marcada en parte por su atípica infancia y por su imagen de política honrada y coherente.

Silva, nacida hace 53 años en el seno de una humilde familia y que el año pasado aspiró a ocupar la Jefatura del Estado como candidata del Partido Verde (PV), se crió en un remoto poblado del estado amazónico de Acre.

Con un discurso contundente, que combinó la defensa del planeta con el desarrollo económico, obtuvo en los comicios más de 19,5 millones de votos (19,33 por ciento de los sufragios), por detrás de la hoy presidenta Dilma Rousseff y del líder opositor José Serra.

Silva, licenciada en Historia y exministra de Medio Ambiente entre 2003 y 2008 con Luiz Inácio Lula da Silva, aprendió a leer y a escribir con dieciséis años después de una infancia dedicada al duro trabajo de la recogida de caucho y marcada por diversas enfermedades provocadas por el mercurio que arrojan los "garimpeiros" (mineros artesanales) a los ríos amazónicos.

Su gran convicción religiosa -es lectora habitual de la Biblia- incluso le llevó a ingresar en un convento de Río Branco, la capital regional, donde se preparó durante varios años para ser monja.

Poco después, Silva colgó los hábitos para iniciar su carrera universitaria, época en la que dio sus primeros pasos en política de la mano del líder sindicalista y ecologista Chico Mendes, asesinado en 1988 y del que heredó su firme defensa de la Amazonía.

Su ascensión política comenzó en ese año, fecha en la que se afilió al Partido de los Trabajadores (PT), formación con la que se convertió seis años más tarde en la senadora más joven en la historia de Brasil con sólo 36 años.

Tras su victoria electoral en 2003, Lula da Silva la nombró ministra de Medio Ambiente, cargó desde el que trabajó con empeño para frenar la deforestación y en el que estableció duros controles y exigencias a la construcción de hidroeléctricas en la selva.

Sus planes para preservar el bosque amazónico chocaron con los proyectos desarrollistas del gobierno de Lula, lo que precipitó su dimisión en 2008 y su posterior salida del PT.