El partido gobernante de Singapur renueva mandato en elecciones al Parlamento
- L. Machuca
El Partido de Acción Popular (PAP), que gobierna Singapur desde hace más de medio siglo, renovó su mandato de cinco años tras ganar hoy las elecciones al Parlamento, en el que la oposición aumentó su presencia.
Con la totalidad de los votos escrutados, el PAP ha conseguido 81 escaños del total de 87 que componen el Legislativo, frente a seis para el opositor Partido de los Trabajadores, según los datos revelados por la Comisión Electoral.
Estos resultados, que significan para el PAP la pérdida de un escaño, son los mejores logrados por la oposición desde que en 1965 Singapur proclamó la república tras separarse de la Federación de Estados de Malasia.
Singapur, el pequeño y próspero país del sudeste de Asia que algunos ven como una Suiza tropical, está gobernado desde 1959 por el Partido de Acción Popular, que en los últimos comicios legislativos hace cinco años obtuvo 82 de los 84 escaños que por entonces formaban el Legislativo.
Los partidos de la oposición, que por primera vez en décadas consiguieron que a sus mítines asistieran hasta varios miles de personas, presentaron en esta ocasión, de mutuo acuerdo, candidatos a 82 de los 87 escaños parlamentarios.
La campaña electoral se celebró con las restricciones políticas y a la libertad de prensa que estuvieron en vigor en elecciones anteriores, aunque el Gobierno aflojó algunas de las medidas que impedían el debate público.
En Singapur, donde los medios de comunicación tradicionales están estrictamente controlados, la explosión de las redes sociales ha permitido a muchos ciudadanos diseminar propaganda electoral de sus candidatos favoritos.
El PAP acaparó todos los asientos parlamentarios en los comicios de 1968, 1972, 1976 y 1980 y, a partir de entonces, lo máximo que ha cedido en las urnas han sido cuatro escaños.
Las filas opositoras están integradas por el Partido de los Trabajadores, liderado por Low Thia Khiang; el Partido de la Reforma, que encabeza Kenneth Jeyaretnam; y la Alianza Demócrata de Singapur, de Chiam See Tong.
También concurrieron el Partido de Solidaridad Nacional y el Partido Democrático de Singapur, que al igual que el resto de formaciones opositoras reclutaron candidatos de mayor preparación que en las anteriores elecciones.
Los analistas locales habían vaticinado que en estos comicios la oposición arañaría algún escaño adicional en respuesta al descontento causado por algunos de los problemas cotidianos relacionados con el transporte público y la subida del precio de la vivienda.
"Por supuesto que hay problemas que están en la mente de todos, el transporte y la vivienda", dijo el primer ministro y líder del PAP, Lee Hsieng Loong, en un discurso televisado al cierre de la campaña, el pasado viernes.
La campaña electoral también estuvo marcada por asuntos como la inflación, la educación y la política de inmigración, que la oposición considera desequilibrada y que en cambio el Gobierno estima correcta para responder a la creciente demanda de mano de obra.
Los objetivos del Gobierno son reforzar la capacidad de Singapur para que continúe siendo un centro regional del comercio y la producción, además de una base adecuada a las necesidades de compañías extranjeras del sector de servicios y la banca.
La comunidad de inmigrantes representa en la actualidad el 36 por ciento del total de los casi cinco millones de habitantes de Singapur, lo que supone que ha aumentado el 20 por ciento durante la última década, de acuerdo con los datos oficiales.
Lee Hsien Loong es hijo de Lee Kuan Yew, el fundador de la moderna Singapur, quien renovó su escaño en el Parlamento sin pugna alguna dado que ningún partido presentó candidatos que le hicieran frente.
Otros cuatro candidatos del PAP del distrito electoral de Tanjong Pagar también ganaron su escaño de la misma forma que Lee Kuan Yew, de 87 años y actual ministro mentor del Gabinete.
A las urnas fueron llamados unos 2,3 millones de singapureses con derecho a voto de entre una población de cerca de cinco millones y la afluencia a las urnas se aproximó al 90 por ciento, en gran parte debido a que es obligatorio votar.
La Comisión Electoral desplegó 16.000 supervisores para observar la votación en los 782 colegios electorales repartidos por Singapur, considerado uno de los países con mayor nivel de seguridad ciudadana y más limpios del mundo.
El Gobierno de Singapur, país con una renta per cápita de 37.220 dólares (25.534 euros), decidió celebrar elecciones ocho meses antes de que expirara el actual mandato del PAP.
En 2010, el Producto Interior Bruto PIB) de Singapur creció un 14,5 por ciento, hasta los 292.400 millones dólares.
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