Mujica buscó calmar a argentinos y seducir a alemanes en una Europa en crisis
- Hamburgo (Alemania)
El presidente de Uruguay, José Mujica, buscó seducir al inversor alemán y calmar al vecino argentino en su primera jornada de visita oficial a Alemania, marcada por la crisis europea y el revuelo persistente dejado por la hipótesis bélica de su antecesor y correligionario, Tabaré Vázquez.
"En función del amor a la vida vine a vender al Uruguay, a ofertar al Uruguay", dijo Mujica, en un encendido discurso de 40 minutos, ante unos 250 invitados en la cena de gala del Día de Latinoamérica, entre los que se encontraban representantes del empresariado alemán y el ministro de Economía, Philipp Rösler.
Uruguay es un "pequeño país", "pero bien ubicado, entre los bulevares de Argentina y Brasil", del que "me siento orgulloso". Más allá de sus valores, dijo, está insertado en el Mercosur, un espacio "aún con muchos defectos", pero que "de hecho, funciona" y que lo hace como "sumatorio de los recursos" de toda la región.
"Cuando veo a Europa y veo las cosas que pasan en Europa...", ironizó, dejando la frase en puntos suspensivos y en alusión a la crisis del Viejo Continente, ante un auditorio algo desconcertado ante la oratoria de un ex tupamaro y ahora presidente de 76 años, cuyo discurso iba de lo económico a lo filosófico y lo poético.
"Soy un soldado de la vida", dijo, tras describir la vida como un "milagro" y llamar a los europeos a responder al desafío marcado por otros mercados: "Europeos, el lugar que no ocupen ustedes lo van a ocupar los chinos", sentenció, entre aplausos del auditorio.
Mujica cerró con su discurso una jornada que debía ser enteramente de "encuentro" con el empresario alemán, pero que quedó salpicada por las declaraciones de Vázquez, días atrás, hablando de un "conflicto bélico" con Argentina a raíz del contencioso por los daños mediambientales de la papelera Botnia, en territorio uruguayo.
El presidente, que en la anterior etapa en Oslo dijo no iba a comentar las palabras de Vázquez hasta que no hablara con él, pero luego explicó que el anuncio de retirada de su antecesor no era una "tragedia", se vio confrontado con la pregunta recurrente sobre los efectos de la controversia en el país vecino.
"El Uruguay tiene que andar necesariamente bien con los vecinos, porque los países no se mudan. Y de los vecinos se precisa más a veces que de los familiares", declaró a EFE, en un aparte del foro.
"Las relaciones con la Argentina andan bien, muy bien", enfatizó, para mandar un mensaje de apoyo a Cristina Fernández de Kirchner de cara a su reelección en las presidenciales del domingo en Argentina.
"No tengo ninguna duda, hace dos años que dije que ganaba Cristina y lo dije porque lo palpaba en la calle cada vez que iba a la Argentina. Creo que va a haber presidenta para rato", afirmó.
El mensaje conciliador no se limitó a su homóloga argentina, sino que se extendió a quienes representan la oposición constante a Botnia, los asambleístas de Gualeguaychú, que durante años cortaron el puente entre ambos países en protesta por la contaminación derivada de la papelera finlandesa instalada en Uruguay.
"Se tienen que entretener en algo", ironizó, respecto a la revitalización del movimiento tras las inoportunas palabras de Vázquez. "No son gente mala, son militantes", dijo, y "la causa que ellos levantaron es una causa simpática".
Para Mujica, "cualquier causa, si la lleva a un extremo, puede ser ridícula. Pero la defensa del medioambiente es una causa digna y, aunque sea una protesta estridente, ayuda a que del otro lado apretemos los controles".
En cualquier caso, el anuncio de retirada de Vázquez "no es un tragedia", insistió Mujica, al tiempo que advertía que no se deben "entreverar las cosas" ni sacarle más intenciones a su frase.
"El mundo sigue dando vueltas", dijo, y el Frente Amplio, su formación y la de Vázquez, tiene "gente nueva" para tomar el relevo.
Fuera de esas referencias a las disonancias con Argentina, Mujica habló también de otra crisis, la que se vive en Europa: "Sí, Europa tiene una crisis. Tienen crisis, pero han tirado mucha manteca al techo", afirmó, a la salida de la recepción en el Ayuntamiento con que abrió la jornada.
"La incipiente crisis europea es un motivo de preocupación, está vinculada principalmente a aspectos financieros y especuladores, más que estructurales, pero obviamente afectará los hábitos del consumidor", explicó asimismo a Efe el ministro uruguayo de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman.
A la jornada en Hamburgo, teóricamente volcada en el ámbito económico, seguirá mañana la cita en Berlín con la canciller Angela Merkel, con quien abordará cuestiones bilaterales, así como la relación entre la UE y, de nuevo, Mercosur.
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