Noriega regresa al penal tras hacerse exámenes en un hospital

El exdictador panameño Manuel Antonio Noriega, de 78 años, regresó al penal en el que está preso desde diciembre en su país, tras haberse sometido el miércoles a varios exámenes clínicos en un hospital estatal de esta capital, informaron hoy fuentes allegadas al exgeneral.

Mario Rognoni, amigo personal del ex "hombre fuerte" de Panamá, dijo a fe que Noriega regresó el mismo miércoles al Centro de Rehabilitación El Renacer después de practicársele una serie de exámenes tras sufrir una fuerte gripe el pasado fin de semana.

Eduardo Reyes Vargas, uno de los integrantes del equipo médico privado del exgeneral, confirmó hoy a Efe que a Noriega se le hicieron radiografías del tórax debido a una afección pulmonar y un examen de la pierna izquierda por sospechas de que pueda sufrir una trombosis venosa profunda.

Reyes Vargas opinó en que el exdictador debió haber quedado hospitalizado y que su traslado de nuevo a la cárcel fue prematuro.

Rognoni señaló que hay cierta contradicción sobre la salud del exgeneral, ya que el director del Sistema Penitenciario, Ángel Calderón, aseguró que está estable y que "no ha sido trasladado por problemas mayores", pues le correspondían exámenes de rutina.

En declaraciones a la prensa local, el abogado defensor de Noriega, Ezra Ángel, se quejó de estas declaraciones del director del Sistema Penitenciario y las consideró "un poco irresponsables'.

Rognoni, exministro de Comercio e Industrias, señaló que la familia del exgeneral quería que éste siguiera hospitalizado para seguir de cerca la evolución de las enfermedades que padece, ya que la clínica con que cuenta el penal no tiene los recursos necesarios.

Reyes Vargas coincidió con esta opinión y dijo que, a la espera de los resultados de la evaluación que se le practicó en el Hospital Santo Tomás, considera que Noriega debe estar en un lugar preparado para una emergencia médica.

La radiografía de tórax que se le hizo se debió a que el cuadro de gripe que sufría pasó a un cuadro pulmonar no viral, y el examen de la pierna izquierda a la sospecha de una trombosis venosa profunda, es decir, un coágulo en las venas de la extremidad, que puede producir un embolismo pulmonar, explicó el médico.

Las medicinas que le encargaron a la familia, agregó, incluían un anticoagulante llamado eparina de bajo peso molecular, "lo que nos hace deducir que encontraron algún coagulito en la extremidad inferior", así como un antibiótico, lo que lo que apunta a que "el cuadro viral pasó a uno de vías respiratorias de orden bacteriano".

La familia ha insistido en que por los padecimientos del exgeneral y debido a su edad, sea excarcelado y se le conceda el "depósito domiciliario", lo que le permitiría cumplir sus condenas en su casa.

Calderón dijo este miércoles a la prensa que Noriega fue ingresado para atender a una "cita médica normal", y que "no se está muriendo ni tiene un estado crítico".

"Debió quedarse hospitalizado (...) Es un paciente de alto riesgo, por su derrame y por su enfermedad cardíaca coronaria, y el coágulo que se sospecha por el tratamiento involucra un riesgo mayor", insistió el médico personal de Noriega.

Noriega estuvo a comienzos de febrero durante cuatro días en la sala de cuidados intensivos del Hospital Santo Tomás a raíz de una isquemia cerebral que no le produjo consecuencias graves.

La semana pasada, el equipo médico del exdictador, incluido Reyes Vargas, ya advirtió de que Noriega es un paciente de "algo riesgo" que puede sufrir una muerte súbita en la cárcel, y responsabilizó al Gobierno del presidente Ricardo Martinelli de lo que le pueda pasar.

Los médicos le han diagnosticado hipertensión arterial, colesterol alto, trastornos en la próstata y úlcera péptica, un tumor cerebral benigno y una probable enfermedad coronaria.

El Código Penal establece que un juez puede conceder a los presos mayores de 71 años que estén enfermos el beneficio de cumplir sus condenas en su domicilio, excepto los condenados por delitos de lesa humanidad y desapariciones.

El exgeneral, quien gobernó de facto Panamá de 1983 a 1989, retornó el 11 de diciembre al país tras cumplir 21 años de cárcel en EE.UU. y Francia por delitos de narcotráfico y lavado de dinero.

Noriega fue derrocado por una invasión militar estadounidense en 1989 y cumple en Panamá penas de 60 años de cárcel por diversas condenas relacionadas con delitos como homicidio, violaciones a los derechos humanos y hasta daños al medio ambiente.