EDITORIAL.
Asunto sensitivo
La situación en algunos planteles educativos es crítica, por lo menos así se percibe tras los últimos casos registrados. En muchos hogares se está
La situación en algunos planteles educativos es crítica, por lo menos así se percibe tras los últimos casos registrados.
En muchos hogares se está perdiendo la formación en valores y tampoco se impone la disciplina necesaria.
Es lamentable que estudiantes vandalicen sus planteles y atenten contra docentes, además de que porten armas y generen ese clima de inseguridad al resto de sus compañeros.
Las medidas que ha adoptado el Ministerio de Educación son adecuadas, por lo que no se pueden permitir hechos violentos que pongan en peligro la educación.
Las sanciones contra los estudiantes que cierren calles y destruyen propiedad estatal deben ser severas.
No se puede dar margen a actos de rebeldía que van en contra de los principios del sistema educativo.
Los estudiantes deben ser proactivos y tener la capacidad de dialogar cuando solicitan atención. Sin embargo, deben ser responsables al momento de reclamar mejores condiciones.
Los padres de familia deben involucrarse más en la vida estudiantil de sus hijos y no apadrinar hechos que están al margen de la ley. Es por eso que cuando un estudiantes sea sorprendido cometiendo alguna clase de falta, los primeros en ser citados deben ser sus padres. Los menores de edad también pueden ser procesados, pero son sus padres los que deben responder por sus actos.
En la medida en que en los hogares se comience a educar sobre valores y respeto ciudadano, entonces se reducirán los casos de violencia en las escuelas.
Los estudiantes deben tener la capacidad de lograr acuerdos sin caer en la violencia. Las autoridades educativas tienen que mantener el orden y sancionar a cualquiera que ignore la ley.
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