Ataques de tigres en La Mesa de San Martín

Los moradores de La Mesa de San Martín están alarmados por los ataques de una manada de jaguares o tigres que han matado varias cabezas de ganado y caballos a los agricultores de la región.
Ante tal alarma la Administradora Regional de Panamá Metropolitana de la Autoridad Nacional del Ambiente, Arleene Fábrega, viajó hasta la mencionada comunidad junto con guarda bosques del Parque Nacional Chagres y agentes del Servicio de Protección Institucional (SPI) para conocer la realidad de los acontecimientos.
La Licda. Fábrega informó que la expedición se realizó precisamente en la comunidad de Carriazo donde los ganaderos revelaron que pierden una o dos cabezas de ganado por semana debido a los ataques de los felinos y también han perdido dos caballos.
Uno de los jaguares mantiene a la población alarmada porque es más osado y merodea las casas Ya ha matado dos caballos.
Fábrega aseguró que está consciente de las pérdidas económicas que sufren los ganadores por cada cabeza de ganado.
No obstante, denunció que en la inspección se pudo verificar que los ganaderos han invadido el hábitat de los tigres o jaguares.
Indicó que los pobladores practican la ganadería a pocos metros del Parque Nacional Chagres, cuya extensión de 135 mil hectáreas llega hasta Cerro Azul.
Manifestó que los ganaderos no mantienen la barrera protectora de 20 hectáreas que debe existir entre el Parque Natural y los potreros.
"Los potreros prácticamente están dentro del Parque Natural lo que es violatorio de las leyes", expresó la funcionaria.
Otro factor que motiva a que los animales ataquen se debe a la caza indiscriminada que llevan a cabo los agricultores en el sector.
Fábrega señaló que los cazadores "le matan" a los felinos el ñeque, el venado, el puerco y otros animales que son sus fuentes de alimentos y "le ponen la vaca casi en sus narices".
Destacó que el jaguar o tigre es el "Rey del Trópico" y está protegido por la Ley 24 de Vida Silvestre por ser un animal en vía de extinción.
Fábrega manifestó que la intervención de la ANAM impidió que la comunidad se organizara para cazar a los jaguares.
Señaló que se realizarán operativos para cazar al jaguar que merodea por el pueblo porque este puede resultar un poco más peligroso. Luego de cazarlo se trasladará al animal a otro hábitat.
Pidió a la población a que no intente darle caza a un jaguar porque hay que conocer el manejo de este tipo de animal de lo contrario puede resultar peligroso.
Indicó que la ANAM ha ofrecido recomendaciones a los moradores para que mejoren sus practicas de ganadería a fin de que no intervengan en el hábitat del jaguar ni tampoco le maten sus fuentes de alimentos.
Además dijo que se debe promover programas de educación ambiental en diferentes comunidades adyacentes a los parques nacionales con el propósito de que valoricen y protejan los bosques.
" Hay que mantener un equilibrio para que ambos, tanto el hombre como el jaguar puedan convivir", manifestó la fuente.
Fábrega denunció que las extracciones de minerales que se realizan por el sector también están afectando a los felinos y otras especies en vías de extinción.
La funcionaria dijo que aún no se conocen ataques de tigres o jaguares a la población.
En Panamá los tigres registran grandes tamaños que van de una longitud de 1,500 a 2,000 cms. Puede alcanzar un peso de 100 hasta 200 libras.
Se encuentran de un extremo a otro del país en los lugares de bosques espesos y húmedos de bajo o elevadas tierras. Existe una casa refugio para esta especie en el Parque Nacional Portobelo llamada" El Sendero del Tigre".
CARACTERISTICAS:
Este ejemplar se le puede distinguir por su pronunciante cabeza bastante grande y redondeada con un hocico poco pronunciado, unas orejas cortas de márgenes redondas y ojos grandes e impresionantes de color amarillo rojizo.
Tiene un cuello corto y grueso que armoniza con su cuerpo voluminoso y musculatura extraordinaria muy desarrollada.
La cola es algo corta y gruesa. Sus extremidades son robustas no muy largas, y terminan en manos y pies fuertes con afiladas y desgarradoras garras.
Su hermosa piel aterciopelada y manchada es cotizada dentro del mercados de los grandes cazadores diseñadores por este motivo está en peligro de desaparecer.
Sólo se registra una camada de dos cachorros en un año de estos animales en la selva tropical panameña.