Conservemos nuestro Himno Nacional
- Marisín Villalaz de Arias (opinion@epasa.com)
Escrito por Santos Jorge hace muchos años y que hemos utilizado a través de ellos, nos proporciona el orgullo de ser parte de este país y de la historia que ha venido representando el pasado, pero que no debemos olvidar para no repetir errores que puedan desfigurar el futuro. Todas las generaciones de panameños hemos cantado nuestro himno, con amor algunos, con indiferencia otros y los pocos, desconociendo su origen y por qué existe. Me agrada su música, su letra, su ritmo un poco marcial, propio de todo himno, pero que al combinarlo con su letra se nos vuelve cívico y de promesas hacia el futuro, muchas de las cuales hemos logrado.
Sin embargo, en dos ocasiones he leído la sugerencia de cambiarlo y en otro de conservarlo. Los himnos de los países deben ser permanentes, a menos que hubiera una razón de peso. Por más de un siglo hemos entonado sus notas y, personalmente, siento orgullo de ser panameña al escucharlo y cantarlo; de haberlo aprendido en la escuela primaria y de que sea parte de la historia de los panameños. Así como hemos modernizado nuestra manera de vivir, de sentir y de dejar atrás algunas tradiciones para marchar al unísono con los cambios actuales, no considero que modernicemos todas nuestras facetas cambiando algo que nos pertenece y que es parte de cada panameño.
Ya se ha sugerido hacer cambios en el Escudo Nacional que con orgullo digo fue ideado por un tío mío y que también conocí desde la primaria. ¿Por qué a estas alturas hay quien propone ese cambio? Es como si quisiéramos ignorar y modificar los hechos históricos que hemos vivido a través de los años republicanos.
Intentar darnos un himno nuevo es como cambiar los nombres de nuestros próceres que, si bien es cierto que a algunos les parece que no fueron los mejores, nos legaron lo que hoy tenemos y de lo que hemos vivido todo este tiempo.
¿Por qué no cambiamos el barrio de La Exposición y levantamos las calles, sus casas y edificios y le damos otra visión? Sencillamente porque lo construyó el Dr. Belisario Porras en un momento histórico y allí vivimos muchas generaciones y forma parte de cada uno de nosotros.
Ignoremos también los 21 años de dictadura militar y transformemos esa época en los mejores años para la libertad y la democracia. Existe una generación de jóvenes para los que, tal vez, nuestro himno no significa igual que para nosotros. Sin embargo, es necesario que en las escuelas les enseñen ese amor y la pleitesía por el mismo.
No señores; no es cuestión de cambiar lo que otros países, mejor dicho, todos los países del mundo guardan como parte de la nacionalidad, de las tradiciones y costumbres para mantener ese sentido de pertenencia por un legado que nos han dejado nuestros antepasados. Dentro del consenso de naciones y dentro de nuestro perfil, está el Himno Nacional de Panamá que hemos llevado por el mundo entero y que los historiadores y conocedores de costumbres, identifican con los panameños, ya sea a través de cantarlo o a través de una tradición de conservación de lo nuestro. ¿Será posible cambiar el traje típico de esa linda pollera a otro que a algún historiador se le ocurra? ¿Lo ven difícil verdad? Pues igual sucedería con el himno, Nuestro país está formado, principalmente por la gente que lo habita, y esos más de tres millones de habitantes están entrelazados por sus tradiciones, sus símbolos patrios y todo lo que nos representa como organización ciudadana.
Así como me destaqué en la lucha por la libertad y la democracia, lucharé con los medios a mi alcance para conservar, lo que opino, no debe ser cambiado por las razones que he esbozado. Cada uno es libre de pensarlo, pero espero que caiga en saco roto para nuestro bien. Conservemos nuestro himno nacional.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.