Reto
Consumo, luego existo
... se trata de asociar la felicidad a la adquisición de objetos o bienes que solo son asequibles por la sola posición, profesión, oficio o simplemente porque se es alguien por el hecho de poseerlo y de poder pagarlo, convirtiéndose en una extensión del ser.
- Larissa M. Ramírez Coronado
- /
- - Publicado: 23/12/2021 - 12:00 am
Justamente estamos en momentos de invertir el título de este artículo, nada más propicio que la Navidad para recordarnos la humildad del más grande de aquel quien se hizo pequeño, para demostrarnos que no necesitamos más para existir, que ser simple y sencillo.
No estamos ante una polémica existencial, estamos planteando el reto de construir una cultura de consumo basada en el compartir en vez de lucir, de ser quienes somos porque una marca nos da estatus o el permiso de entrar a determinado club por el precio o modelo de lo que poseemos, a ser comedidos en el consumo y compartir con otros en vez de solo esperar recibir.
Estamos conscientes que los medios de comunicación e informáticos nos envían promociones y publicidades en los que se reproducen patrones de conducta que refuerzan estereotipos foráneos de otras culturas y que en medio del crisol de razas se entremezclan con nuestra idiosincrasia en el que la nuestra parece perderse y mimetizarse, trasladándose a otras formas de consumo y creando una propia.
Básicamente, se trata de asociar la felicidad a la adquisición de objetos o bienes que solo son asequibles por la sola posición, profesión, oficio o simplemente porque se es alguien por el hecho de poseerlo y de poder pagarlo, convirtiéndose en una extensión del ser.
Sin dudas, el consumismo nos puede conducir a una igualdad de consumidores siempre que todos, sin distingos, podamos adquirir dichos bienes originales, sin réplicas, ni falsas marcas.
No obstante, la polémica ocurre cuando todos somos impresionados por esta publicidad mientras que algunos pueden disfrutar de la supuesta felicidad de tenerlos tal como lo propone el medio. En ese sentido, debemos preguntarnos, ¿qué ocurre con los que se ven imposibilitados de cumplir con sus sueños?
Y aquí es donde debemos estar pendientes como consumidores vigilantes, porque existe un mercado no legal que propicia el consumo de bienes cuyas marcas no son originales para satisfacer este sector o engañar a otros.
Debemos estar conscientes que esta es una transgresión de la ley que aunque afecta a los consumidores es investigada por otra entidad. Mientras en la Ley 45 de 2007, contamos con el artículo 37 que establece la Idoneidad de los productos, según el cual los fabricantes, importadores, distribuidores o proveedores, son responsables por la idoneidad, la calidad, de los productos así como el contenido y la vida útil de estos tal como se exhibe en su etiqueta.
VEA TAMBIÉN: El Naza y el panameño de a pie
Es por esta razón que el consumismo es considerado un acto de intimidación porque por un lado destruye la credibilidad en el mercado de las marcas que se cuidan en la fabricación de sus productos, que pagan grandes sumas por el mercadeo y publicidad a famosas figuras del espectáculo, del deporte etc., y cumplen con cada detalle de seguridad en su fabricación, transporte hasta el destino final de los consumidores.
Por lo que produce pérdidas de dinero, promueve la desigualdad entre los consumidores más desposeídos e idealiza el consumo como una expresión de bienestar y felicidad a quien los posee a costa de sus beneficios. No obstante, la mayor tranquilidad está en ser uno mismo, en ser y después consumir.
Abogada.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.