Debemos elegir un presidente con temor de Dios
Publicado 1999/04/16 23:00:00
A pocos días de celebrarse las elecciones generales para escoger las nuevas autoridades que regirán el destino de Panamá, a partir del 1 de septiembre de 1999, la nación toda se debate en la incertidumbre sobre a quién escoger sin equivocación.
Jehová Dios el Señor, estableció en su Santa Palabra la Biblia, hace más de 5 mil años, algunos principios que su pueblo (la Iglesia) debe considerar y que son imprescindibles atenderlos antes de escoger los príncipes para su pueblo.
Estos principios acerca de la elección de un rey se encuentran en el libro de Deuteronomio capítulo 17:14 y dice: "Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habitares, y digas: pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores; ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano. Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto (a la esclavitud o dictadura) con el fin de aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: no volváis nunca por este camino. Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonarás para sí en abundancia. Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas; y lo tendrás consigo, y leerá en él todo los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel (Panamá).
Estos principios a la luz de la palabra de Dios son:
1. Principio de nacionalidad, para que el que gobierne sea original de su país de manera que se identifique con las necesidades de su propio pueblo
( Dt.. 17:15)
2. Principio de soberanía, es decir un gobernante que busque las ganancias de las otras naciones sin tener que comprometer la integridad y la salud de sus ciudadanos, que respete los derechos humanos (Dt. 17:16).
3. Principio de moral ciudadana, es decir que sea un ejemplo para la nación con su conducta (Dt. 17: 17).
4. Principio de prioridad divina, que sea Dios y su palabra el cetro de su poder (Dt. 17:18-19).
5. Principio de humildad para con Dios y con el pueblo en todo lo que requiera atención con los pobres sobre todo, (Dt. 17:20) del Rey que juzga con verdad a los pobres, El trono será firme para siempre, (Pr. 29:14); El que oprime al pobre para aumentar sus ganancias, o que da al rico, ciertamente se empobrecerá, (Pr. 22: 16).
Según la Palabra revelada de Dios, es deber de todo gobernante cumplir con estos principios que sin duda alguna le abrirán el camino de la buena opinión y la buena voluntad delante de Dios y de los hombres a todo aquel que desea liderar al pueblo que confía en su Dios, para poder vivir en un ambiente de plena democracia.
Los panameños antes de emitir el sufragio para escoger el futuro gobierno deben considerar algunas características propias que se dan dentro de todo sistema democrático, amén de los principios bíblicos que deben normar la conducta de todo buen gobernante.
El concepto "democracia" se acuña en nuestros días, como sinónimo de libertad y libre participación de todo el pueblo en las cosas del Estado. Este concepto tiene sus inicios desde que el hombre se organizó en grupos pequeños llamados "colectividad", con el fin de realizar sus labores de forma fructífera para vivir en un nivel superior de bienes y comodidad. Es así, como el hombre desarrolla la distribución de las funciones laborales, económicas, religiosas, y en fin, todas aquellas actividades que se desarrollan dentro de la comunidad.
Ramón H Jurado, en su momento, comentó acerca del concepto democracia que "tan pronto como esa distribución se hizo fructífera comienza a desarrollarse un aparato ideológico, llamado gobierno porque se impone la necesidad de distribuir el excedente menguante a base de un orden cualquiera de prioridades. Es así como surge la necesidad de organizarse políticamente (organismos que se dedican a mantener o aumentar sus propias oportunidades de ejercer el poder político, sobre todo, por medio del apoyo a candidatos para la administración pública, como escoger sus representantes ante los órganos del gobierno mediante la elección del voto popular."
La democracia se basa en el respeto a la dignidad de cada individuo. Para conservar su dignidad señala Williams A. Douglas, "el hombre debe gobernarse a sí mismo, sino es gobernado por otros, de manera que las riquezas de la nación podrían no ser utilizadas para beneficio del individuo".
La democracia se construye con el esfuerzo mancomunado de todos los miembros de la Sociedad. Guillermo O"Donell y Phillippe C. Schimitte en su libro titulado Transiciones desde un Gobierno Autoritario concuerda en que "la ciudadanía es el principio rector de la democracia. Ello involucra tanto el derecho de ser tratado por otros seres humanos como igual con respecto a la formulación de otras opciones, de ser accesibles, y responder por igual frente a todos los miembros del sistema político.
Siendo la ciudadanía el principio rector de la democracia tenemos entonces que dicho principio conlleva a que el pueblo sea el único privilegiado que escoge a sus gobernantes. Williams A. Douglas, en su libro Democracia y Desarrollo a este respeto dice: "El pivote de la democracia política, por lo tanto es el gobierno del pueblo elegido en elecciones libres. Lo que le permite al pueblo como condición concluyente tener oportunidad de mejorar y mantener su dignidad. Sobre este concepto podemos remontarnos hasta los días de Aristóteles, Platón, y otros maestros de la filosofía y las ciencias políticas para concluir en lo que todos somos capaces de entender: que la democracia es el poder que ejercen las mayorías para contrarrestar los privilegios de las minorías. Las democracias exigen la anulación de los privilegios. Por eso, las constituciones establecen que todos somos libres e iguales y que no habrá fueros ni privilegios.
Sin duda alguna han transcurrido en Panamá, dos formas de gobiernos que se han dado alternadamente en lo que va de la década de los "90 lo cierto es que el próximo dos de mayo todos los panameños deberemos votar con nuestra conciencia y dejar de lado los intereses y compromisos mezquinos, sobre todo cuando medie la presión gubernamental para que el empleado público vote por determinada facción. Aquí se votará por el derecho que tenemos todos de ser parte de la gran maquinaria que se llama el Estado.
Jehová Dios el Señor, estableció en su Santa Palabra la Biblia, hace más de 5 mil años, algunos principios que su pueblo (la Iglesia) debe considerar y que son imprescindibles atenderlos antes de escoger los príncipes para su pueblo.
Estos principios acerca de la elección de un rey se encuentran en el libro de Deuteronomio capítulo 17:14 y dice: "Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habitares, y digas: pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores; ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano. Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto (a la esclavitud o dictadura) con el fin de aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: no volváis nunca por este camino. Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonarás para sí en abundancia. Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas; y lo tendrás consigo, y leerá en él todo los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel (Panamá).
Estos principios a la luz de la palabra de Dios son:
1. Principio de nacionalidad, para que el que gobierne sea original de su país de manera que se identifique con las necesidades de su propio pueblo
( Dt.. 17:15)
2. Principio de soberanía, es decir un gobernante que busque las ganancias de las otras naciones sin tener que comprometer la integridad y la salud de sus ciudadanos, que respete los derechos humanos (Dt. 17:16).
3. Principio de moral ciudadana, es decir que sea un ejemplo para la nación con su conducta (Dt. 17: 17).
4. Principio de prioridad divina, que sea Dios y su palabra el cetro de su poder (Dt. 17:18-19).
5. Principio de humildad para con Dios y con el pueblo en todo lo que requiera atención con los pobres sobre todo, (Dt. 17:20) del Rey que juzga con verdad a los pobres, El trono será firme para siempre, (Pr. 29:14); El que oprime al pobre para aumentar sus ganancias, o que da al rico, ciertamente se empobrecerá, (Pr. 22: 16).
Según la Palabra revelada de Dios, es deber de todo gobernante cumplir con estos principios que sin duda alguna le abrirán el camino de la buena opinión y la buena voluntad delante de Dios y de los hombres a todo aquel que desea liderar al pueblo que confía en su Dios, para poder vivir en un ambiente de plena democracia.
Los panameños antes de emitir el sufragio para escoger el futuro gobierno deben considerar algunas características propias que se dan dentro de todo sistema democrático, amén de los principios bíblicos que deben normar la conducta de todo buen gobernante.
El concepto "democracia" se acuña en nuestros días, como sinónimo de libertad y libre participación de todo el pueblo en las cosas del Estado. Este concepto tiene sus inicios desde que el hombre se organizó en grupos pequeños llamados "colectividad", con el fin de realizar sus labores de forma fructífera para vivir en un nivel superior de bienes y comodidad. Es así, como el hombre desarrolla la distribución de las funciones laborales, económicas, religiosas, y en fin, todas aquellas actividades que se desarrollan dentro de la comunidad.
Ramón H Jurado, en su momento, comentó acerca del concepto democracia que "tan pronto como esa distribución se hizo fructífera comienza a desarrollarse un aparato ideológico, llamado gobierno porque se impone la necesidad de distribuir el excedente menguante a base de un orden cualquiera de prioridades. Es así como surge la necesidad de organizarse políticamente (organismos que se dedican a mantener o aumentar sus propias oportunidades de ejercer el poder político, sobre todo, por medio del apoyo a candidatos para la administración pública, como escoger sus representantes ante los órganos del gobierno mediante la elección del voto popular."
La democracia se basa en el respeto a la dignidad de cada individuo. Para conservar su dignidad señala Williams A. Douglas, "el hombre debe gobernarse a sí mismo, sino es gobernado por otros, de manera que las riquezas de la nación podrían no ser utilizadas para beneficio del individuo".
La democracia se construye con el esfuerzo mancomunado de todos los miembros de la Sociedad. Guillermo O"Donell y Phillippe C. Schimitte en su libro titulado Transiciones desde un Gobierno Autoritario concuerda en que "la ciudadanía es el principio rector de la democracia. Ello involucra tanto el derecho de ser tratado por otros seres humanos como igual con respecto a la formulación de otras opciones, de ser accesibles, y responder por igual frente a todos los miembros del sistema político.
Siendo la ciudadanía el principio rector de la democracia tenemos entonces que dicho principio conlleva a que el pueblo sea el único privilegiado que escoge a sus gobernantes. Williams A. Douglas, en su libro Democracia y Desarrollo a este respeto dice: "El pivote de la democracia política, por lo tanto es el gobierno del pueblo elegido en elecciones libres. Lo que le permite al pueblo como condición concluyente tener oportunidad de mejorar y mantener su dignidad. Sobre este concepto podemos remontarnos hasta los días de Aristóteles, Platón, y otros maestros de la filosofía y las ciencias políticas para concluir en lo que todos somos capaces de entender: que la democracia es el poder que ejercen las mayorías para contrarrestar los privilegios de las minorías. Las democracias exigen la anulación de los privilegios. Por eso, las constituciones establecen que todos somos libres e iguales y que no habrá fueros ni privilegios.
Sin duda alguna han transcurrido en Panamá, dos formas de gobiernos que se han dado alternadamente en lo que va de la década de los "90 lo cierto es que el próximo dos de mayo todos los panameños deberemos votar con nuestra conciencia y dejar de lado los intereses y compromisos mezquinos, sobre todo cuando medie la presión gubernamental para que el empleado público vote por determinada facción. Aquí se votará por el derecho que tenemos todos de ser parte de la gran maquinaria que se llama el Estado.
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