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El antifaz con que se escudan los demagogos
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Rogelio Herrera / Docente (opinion@epasa.com) / -El antifaz, cuyo origen se remonta a lo religioso y a lo pagano, comenzó a usarse cuando el ser humano volvió sobre su propia conciencia; al llegar a esta categoría, trata de evadir responsabilidades, cubriendo su rostro con el velo o la máscara.De tal manera que al verdugo, que le tocaba realizar la ejecución de un reo, para poder llevar una vida en sociedad sin ser descubierto o tachado de criminal, cubre su rostro con una capucha para ocultar su verdadera identidad.El uso de las máscaras en las danzas de los diablicos se inició en la baja Edad Media, y tenía como objetivo, espantar a los malos espíritus; luego se usó como una crítica a miembros de la sociedad, cuyo comportamiento inadecuado, la comunidad rechazaba.En Carnavales, la infidelidad es cubierta por hombres y mujeres usando una careta o disfrazándose para evitar ser detectados.LAS PROMESAS ESTÁN EN PIE Y LA CARA CON QUE NOS MIRAN ES TIERNA, TIENEN UN TREMENDO ANTIFAZ PARA CONSEGUIR EL PODER POLÍTICO, SEÑALANDO LOS PREJUICIOS DE ELEGIR A SU CONTENDOR.No podemos dejar por fuera a Superman, Batman y al Llanero Solitario, personajes creados para pasquines y luego llevados a la pantalla.Todos usaron coberturas en su cara y cuerpo.El fin era poder seguir haciendo la justicia, sin ser detectados.En la época actual, la cirugía plástica ha sido otro recurso para cambiar el físico y así mostrarse de una manera diferente para ocultar su verdadera cara.Tratan de presentarse más atractivos para perseguir fines específicos.Otros, han recibido toda clase de ademanes, y aprenden cómo impostar la voz, realizarse cortes y teñido de cabello, dejarse crecer la barba, vestir distinto y usar prendas llamativas.En tiempo de militares panameños, los que me torturaron nunca mostraron su cara, y su voz era fingida.Todos usaban capuchas y ninguno quería ser descubierto.A poco tiempo para las elecciones generales en Panamá, un sinnúmero de candidatos optan por los recursos señalados, pero aun así, algunos de ellos son figuras desgastadas que no los arregla “ni Moya”.Ya comienzan a aparecer vallas con fotos y mensajes que atraen la atención del votante, otra forma de confundir y convencer a la gente.Ahora todo el mundo es bueno, las promesas están en pie, y la cara con que nos miran es tierna, tienen un tremendo antifaz para conseguir el poder político, señalando los prejuicios de elegir a su contendor.Apelan a las necesidades, los sentimientos y las emociones de la población para ganarse su apoyo.En los actuales momentos, muchas personas visitan a los ciudadanos simulando la bondad, castidad, amor al prójimo, diciendo que nunca han hecho mal, que lo malo que se dice de ellos es falso.Estudiosos del tema aseguran que la demagogia es una degeneración de la democracia, el demagogo no te presenta un programa con propuestas, te incentiva apelando al sentimiento y no a la razón.La gente de doble cara tiene temor a ser reconocida, que el público se dé cuenta de lo que realmente son.Son fáciles de definir: cariñosos, buscan la manera de ganar tu confianza, te saludan constantemente, te llenan de halagos, hacen cosas increíbles por ti y saben que te van a gustar.No tienen valores, son vacíos de principios, y tienen una labia que atrae.Lo que quieren es sacar provecho de ti y tu familia.El individuo que es así habla ponzoñosamente de quien no está con sus ideas, se convierte en mortal enemigo de quien fue su socio y copartidario.Son especialistas en “serruchar el piso” al contendiente.Hacen quedar mal al que sea necesario, cuentan chismes y se manifiestan con falacias.Su arma principal es la crítica, con la que atacan los puntos débiles de la víctima y levantan falsos testimonios de manera sutil.El hipócrita, tarde o temprano se queda solo, con una vida triste tanto emocional como sentimentalmente.Por lo pronto, hay que armarse de una coraza, tener sentido común, ante esta gente peligrosa para ti, tu comunidad y el país.Bien señaló Sócrates, gran sabio de la antigüedad en Grecia: Cuando mis hijos sean mayores, atenienses, castigadlos causándoles las mismas molestias que yo a vosotros, si os parece que se preocupan del dinero o de otra cosa cualquiera antes que de la virtud, y si creen que son algo sin serlo, reprochadles, como yo a vosotros, que no se preocupan de lo que es necesario y que creen ser algo sin ser dignos de nada.Si hacéis esto, mis hijos y yo habremos recibido un justo pago de vosotros.Pero ya es hora de marcharnos, yo a morir y vosotros a vivir.Quién de nosotros se dirige a una situación mejor es algo oculto para todos, excepto para Dios.