El Carnaval en Panamá y famosos toldos
Publicado 2006/02/27 00:00:00
La idea de mantener los carnavales como fiestas del pueblo panameño se fundamenta en el beneficio directo que experimenta la comunidad..
MUCHOS comentarios existen respecto al verdadero origen de las fiestas carnestolendas y sus famosos toldos que alegraron estas fiestas en décadas pasadas. Una teoría sobre la génesis del carnaval panameño asegura que tienen antecedentes de naturaleza agraria. Es decir que lo vinculan a la época de la vendimia en que los agricultores, campesinos por estirpe, luego de realizar sus cosechas, se dedicaban a celebrar dicho evento con varios días de fiestas como un saludo y agradecimiento a la naturaleza. Esto es correspondiente a los antecedentes históricos de las fiestas del carnaval en muchas partes del mundo. Lo cierto también que el carnaval panameño tiene ascendencia o prosapia que le viene desde el año de 1670. En la actualidad siguen el anuario eclesiástico y tiene su culminación el Miércoles de Ceniza con el entierro de la sardina. El primer carnaval panameño fue celebrado en el año de 1673 cuando aún pertenecíamos a la Madre España, tiene su motivación con la fundación de Panamá. Los pobladores de aquella época, imitaban a los piratas y los organizadores escondían a preciosas damitas de la alta sociedad para después por su libertad, dar alguna contribución que era usada para el pago de las actividades del carnaval, que se iniciaban para el 20 de enero de cada año, día que coincidía con las fiestas de San Sebastián. El éxito de estas fiestas eran las comparsas, siendo famosas: La Mano Negra y los Gallinazos.
Estas fiestas del pueblo se pudieron celebrar hasta el año de 1910 cuando el Gobierno Nacional reglamenta el carnaval y lo hace una fiesta oficial con la primera reina conocida: Manuelita Vallarino. En 1913 se auxilia el carnaval con la Ley No. 10 de 20 de enero de 1913 que autoriza al poder Ejecutivo a contribuir con dos mil balboas. Fue bajo la presidencia de Belisario Porras que se firma la mencionada Ley para exaltación de nosotros mismos y de nuestros trajes típicos: La pollera y El Montuno. En consecuencia se acepta que los carnavales son una expresión de nuestra nacionalidad. De allí parte la razón, de que los carnavales tengan mayor aceptación en el interior del país como es el caso de mencionar el de Las Tablas, Chitré, Penonomé, Santiago y últimamente Chepo, Pacora y los de Capira. El carnaval panameño lo distingue una danza muy famosa que fue letra de Mario H. Cajar y su música de Máximo (Chichito) Arrates Boza. La danza en mención se le conoce muy popularmente como "Pescao", pero su nombre oficial es "La reina roja" que es considerado como el himno del carnaval panameño y fue entonada para el de 1919 por primera vez. De allí en adelante, el carnaval panameño fue tomando ribetes de fiesta internacional por el organizado espectáculo público y por lo turístico que aparecía.
La idea de mantener los carnavales como fiestas del pueblo panameño se fundamenta en el beneficio directo que experimenta la comunidad durante la celebración de estas fiestas de carnaval por el regocijo colectivo que hasta la fecha no ha sido sustituido por otro igual. Tenemos que reconocer que estas fiestas de Carnaval se mantuvieron vigentes en la capital hasta por allá de la década del 60 y que con anterioridad funcionaron lugares muy populares de baile y que fueron llamados: Toldos. En ellos se presentaron artistas y orquestas internacionales que le dieron colorido a estas fiestas. Entre esos toldos famosos para los panameños estuvieron: Lirio Rojo, La Mariposa, Brisas de Ancón, Los Millonarios, India Bonita, El Bamboleo, El Tumbaito y El Bohío. También hicieron fama e historia toldos como: El Montuno, el Moderno, Malamaña, La Alegría, Nuevo Panamá, El Gallito, El Beso y La Cuba Moderna. Alegraban estos centros bailables populares cantantes como: Beny More, Orlando Guerra (cascarita), Rolando Laserie, Miguelito Valdés, Tito Contreras, Manito Jonhson, Kiko Mendives, Oscar De León, El Puntillita Famoso, Daniel Santos, Pérez Prado (El Rey del Mambo), Silvia de Grass y su compañero el Negrito Chapuzó, Roberto Ledezma, Zoila González, Bienvenida Granda y Silvestre Córdoba (alias Mojica), que eran acompañados por orquestas panameñas, entre ellas: Armando Boza, Hermanos Paz, Marcelino Alvarez, Gran Combo, Universal de Mójica, René Santos y La Casino de la Playa.
Estas fiestas del pueblo se pudieron celebrar hasta el año de 1910 cuando el Gobierno Nacional reglamenta el carnaval y lo hace una fiesta oficial con la primera reina conocida: Manuelita Vallarino. En 1913 se auxilia el carnaval con la Ley No. 10 de 20 de enero de 1913 que autoriza al poder Ejecutivo a contribuir con dos mil balboas. Fue bajo la presidencia de Belisario Porras que se firma la mencionada Ley para exaltación de nosotros mismos y de nuestros trajes típicos: La pollera y El Montuno. En consecuencia se acepta que los carnavales son una expresión de nuestra nacionalidad. De allí parte la razón, de que los carnavales tengan mayor aceptación en el interior del país como es el caso de mencionar el de Las Tablas, Chitré, Penonomé, Santiago y últimamente Chepo, Pacora y los de Capira. El carnaval panameño lo distingue una danza muy famosa que fue letra de Mario H. Cajar y su música de Máximo (Chichito) Arrates Boza. La danza en mención se le conoce muy popularmente como "Pescao", pero su nombre oficial es "La reina roja" que es considerado como el himno del carnaval panameño y fue entonada para el de 1919 por primera vez. De allí en adelante, el carnaval panameño fue tomando ribetes de fiesta internacional por el organizado espectáculo público y por lo turístico que aparecía.
La idea de mantener los carnavales como fiestas del pueblo panameño se fundamenta en el beneficio directo que experimenta la comunidad durante la celebración de estas fiestas de carnaval por el regocijo colectivo que hasta la fecha no ha sido sustituido por otro igual. Tenemos que reconocer que estas fiestas de Carnaval se mantuvieron vigentes en la capital hasta por allá de la década del 60 y que con anterioridad funcionaron lugares muy populares de baile y que fueron llamados: Toldos. En ellos se presentaron artistas y orquestas internacionales que le dieron colorido a estas fiestas. Entre esos toldos famosos para los panameños estuvieron: Lirio Rojo, La Mariposa, Brisas de Ancón, Los Millonarios, India Bonita, El Bamboleo, El Tumbaito y El Bohío. También hicieron fama e historia toldos como: El Montuno, el Moderno, Malamaña, La Alegría, Nuevo Panamá, El Gallito, El Beso y La Cuba Moderna. Alegraban estos centros bailables populares cantantes como: Beny More, Orlando Guerra (cascarita), Rolando Laserie, Miguelito Valdés, Tito Contreras, Manito Jonhson, Kiko Mendives, Oscar De León, El Puntillita Famoso, Daniel Santos, Pérez Prado (El Rey del Mambo), Silvia de Grass y su compañero el Negrito Chapuzó, Roberto Ledezma, Zoila González, Bienvenida Granda y Silvestre Córdoba (alias Mojica), que eran acompañados por orquestas panameñas, entre ellas: Armando Boza, Hermanos Paz, Marcelino Alvarez, Gran Combo, Universal de Mójica, René Santos y La Casino de la Playa.
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