El "Efecto Vodka"
Publicado 1998/09/02 23:00:00
La semana pasada, los mercados bursátiles sufrieron los efectos devastadores de la crisis rusa, combinados con el retroceso del mercado de valores de los Estados Unidos, para culminar una de las jornadas más negativas en los últimos tiempos. Los analistas financieros internacionales ya denominaron a esta reacción el "Efecto Vodka", siguiendo el patrón establecido por la denominación "Efecto Tequila" cuando la crisis mexicana ocasionó tremenda resaca en los mercados bursátiles internacionales en 1995.
Al cerrar los mercados la semana pasada, la principal bolsa de valores del mundo, la Bolsa de Valores de Nueva York, no escapó el "Efecto Vodka", cuyo principal índice cayó a niveles superados a principios de año. Los principales indicadores de las bolsas de Buenos Aires y Sao Paulo cayeron a los niveles existentes en abril de 1995 y en octubre de 1996, respectivamente. El Indice de Precios y Cotizaciones de la bolsa mexicana experimentó la caída más drástica en porcentaje desde el 27 de octubre de 1997. En la Bolsa de Comercio de Santiago, el índice de precios selectivo (IPSA) cerró la peor baja desde el 20 de diciembre de 1993. En Colombia, el índice de la bolsa de Bogotá (IBB) llegó al nivel más bajo desde diciembre de 1996, mientras que el de Medellín cerró en un mínimo desde diciembre de 1993.
Operadores coincidieron en que la baja fue producto de la globalización bursátil, donde los mercados latinoamericanos quedaron afectados primordialmente por la brusca caída de Wall Street y la incertidumbre que envuelve a Rusia tras la renegociación de su deuda pública, la devaluación de su moneda y los cambios de importantes figuras en el gobierno de Boris Yeltsin, quien tardó bastante en aparecer ante el país para confirmar que pretende permanecer en el poder hasta el 2000, disipando las dudas sobre el futuro del sazonado y enfermizo político.
Lo peor no ha pasado. Rusia continúa con severos problemas económicos y políticos. El encuentro entre Yeltsin y Bill Clinton tampoco será una panacea para los problemas del país ni las aprensiones de los mercados internacionales. Asia tampoco muestra señales sostenidas de recuperación. Y la economía de los Estados Unidos se ve afectada por la situación en el exterior y el nerviosismo de los inversionistas, quienes hoy navegan por un mercado de valores globalizado, que comparte por ello tanto las bonanzas como las crisis, Si Japón no encuentra una salida definitiva, pronto podríamos presentar el "Efecto Sake".
Al cerrar los mercados la semana pasada, la principal bolsa de valores del mundo, la Bolsa de Valores de Nueva York, no escapó el "Efecto Vodka", cuyo principal índice cayó a niveles superados a principios de año. Los principales indicadores de las bolsas de Buenos Aires y Sao Paulo cayeron a los niveles existentes en abril de 1995 y en octubre de 1996, respectivamente. El Indice de Precios y Cotizaciones de la bolsa mexicana experimentó la caída más drástica en porcentaje desde el 27 de octubre de 1997. En la Bolsa de Comercio de Santiago, el índice de precios selectivo (IPSA) cerró la peor baja desde el 20 de diciembre de 1993. En Colombia, el índice de la bolsa de Bogotá (IBB) llegó al nivel más bajo desde diciembre de 1996, mientras que el de Medellín cerró en un mínimo desde diciembre de 1993.
Operadores coincidieron en que la baja fue producto de la globalización bursátil, donde los mercados latinoamericanos quedaron afectados primordialmente por la brusca caída de Wall Street y la incertidumbre que envuelve a Rusia tras la renegociación de su deuda pública, la devaluación de su moneda y los cambios de importantes figuras en el gobierno de Boris Yeltsin, quien tardó bastante en aparecer ante el país para confirmar que pretende permanecer en el poder hasta el 2000, disipando las dudas sobre el futuro del sazonado y enfermizo político.
Lo peor no ha pasado. Rusia continúa con severos problemas económicos y políticos. El encuentro entre Yeltsin y Bill Clinton tampoco será una panacea para los problemas del país ni las aprensiones de los mercados internacionales. Asia tampoco muestra señales sostenidas de recuperación. Y la economía de los Estados Unidos se ve afectada por la situación en el exterior y el nerviosismo de los inversionistas, quienes hoy navegan por un mercado de valores globalizado, que comparte por ello tanto las bonanzas como las crisis, Si Japón no encuentra una salida definitiva, pronto podríamos presentar el "Efecto Sake".
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