El Estado Corporativo
- Silvio Guerra Morales
En la pasada campaña política mucho insistimos en que en la propuesta del cambio no existía un paradigma claro que nos permitiera comprender las orientaciones políticas, los matices ideológicos y las reglas económicas que delinean las acciones del colectivo político calificado como “democrático”. Sin embargo, a pesar de ello, siempre advertimos el eventual peligro que tiene la sociedad panameña de caer en un Estado Corporativo.
No nos estamos refiriendo, de modo estricto, al corporativismo, que es la doctrina política y social que programa la idea de la intervención del Estado en la solución de los conflictos de orden laboral, y para ello se vale de la creación de corporaciones profesionales que agrupen a trabajadores y empresarios. No hablamos de aquella forma de organización socioeconómica por parte de regímenes nacional-socialistas que hicieron énfasis en dos conceptos: el sindicato y la economía planificada.
Nos estamos refiriendo, desde otra perspectiva, al Estado Corporativo que está diseñado sobre la base de las siguientes características:
1. Como versión perversa del fascismo y que ha sido adoptada por la dictadura burguesa; 2. Como sistema reaccionario de las tendencias derechistas; 3. Que se vale del nazismo para implementar políticas militares y por ello, podemos advertir, en el plano internacional, que en los en las últimas tres décadas se han venido desarrollando, de modo lento, dos corrientes propias del capitalismo salvaje: dominación de los aparatos militares y hacer de ellos aparatos de represión, por un lado, y por el otro, la reducción del poder y consiguiente influencia del sector sindical; 4. Sus fines devienen en el lucro y la plusvalía que no se distribuye ni reparte; 5. Es un Estado que no reconoce la dimensión del concepto “Patria” e ignora los límites de fronteras físicas, legales, morales y éticas; 6. En manos del Estado Corporativo las cosas pertenecientes a la fe y a la religión le sirven tan solo como argumentos o excusas para adelantar sus propósitos; 7. Este tipo de Estado omite dispensar ayuda y servicio a los más necesitados y desvalidos, marginando así a las grandes mayorías y centrando todos sus esfuerzos en las corporaciones generadoras de lucro; 8. La lógica del Estado Corporativo se mueve en el concepto de que siempre hay que crear riquezas bajo la explotación de los trabajadores y empleados y la consiguiente imposición de los productos que se distribuyen en el mercado. Es claro, entonces, que las nociones de explotación y monopolio no son variantes del argumento sino esencias del actuar.
Salta a la vista el interés del Estado Corporativo en que el poder de los medios de comunicación social esté comprometido con el capital, mismo que poseyéndolos los divorcia de toda verdad o vestigio de ella, dado que hay que evitar que al pueblo se le ocurra pensar y entonces corra peligro el programa del Estado Corporativo y con ello fracasarían sus fines y propósitos. No se quiere que los pueblos piensen, ya que se generarían cuotas de poder, y este poder puede traducirse en revolución, manifestaciones, protestas, etc. que demandarían y exigirían genuinos cambios.
En la Politología se sostiene que el principal objetivo del poder político en la constelación de este Estado es entregar al poder económico todo lo que le produzca, siempre, más y más riquezas. ¿Estaremos incursos en una versión cercana o simulada del Estado Corporativo? Traer toda una casta gerencial de la empresa privada y ponerla dizque al servicio del Estado, ¿qué es todo esto?
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