Panamá
El Gobierno que le ha hecho frente a la crisis de la CSS
- Ing. Helmut De Puy / Ciudadano Construyendo futuro
Es fácil criticar y señalar cuando se habla de reformas en la CSS. Nadie quiere escuchar sobre medidas como el aumento de la edad de jubilación.
En Panamá, la Caja del Seguro Social (CSS) ha sido un tema que todos los Gobiernos han evitado enfrentar de manera directa. Por décadas, los problemas de sostenibilidad de la CSS se han acumulado, pero el costo político de hacerle frente a esta crisis ha mantenido a los gobernantes del país en silencio, mirando hacia otro lado. Sin embargo, este Gobierno ha entrado diferente, asumiendo la responsabilidad de abordar uno de los retos más difíciles que enfrenta nuestro país.
Es fácil criticar y señalar cuando se habla de reformas en la CSS. Nadie quiere escuchar sobre medidas como el aumento de la edad de jubilación o los ajustes en las cotizaciones, pero lo que pocos parecen recordar es que los problemas del Seguro Social no nacieron ayer. Venimos arrastrando un déficit financiero durante años, y el sistema, tal como está, no puede sostenerse por mucho más tiempo. Mientras los dos gobiernos anteriores preferían esquivar este tema, priorizando su imagen y evitando perder popularidad, el actual gobierno ha decidido enfrentarlo, como lo requiere un problema de esta magnitud.
Sin embargo, es importante reconocer que el sacrificio no puede recaer solo en el pueblo. Así como se le pide a la clase trabajadora aceptar cambios difíciles, el gobierno también debe dar el ejemplo, tomando medidas de austeridad y haciendo sacrificios visibles. En países como El Salvador, donde también se implementaron reformas en su sistema de seguridad social, el gobierno asumió una posición de liderazgo, no solo haciendo ajustes paramétricos, sino también reduciendo su gasto público y estableciendo recortes salariales para altos funcionarios. Este tipo de acciones demuestran que las soluciones deben ser compartidas, y que el peso no puede ser soportado únicamente por los ciudadanos.
Entendemos que las decisiones que se están tomando son difíciles, y es natural que causen incomodidad, no es fácil pedirle al pueblo sacrificios, pero lo peor sería seguir ignorando un problema que afecta a millones de panameños, como lo hicieron las administraciones anteriores. Para ellos, la CSS fue un asunto que se podía patear hacia adelante, siempre esperando que el próximo gobierno resolviera el desastre. Pero además de hacerle frente, es crucial que el gobierno panameño tome medidas concretas que muestren su compromiso con la austeridad y la eficiencia, reduciendo privilegios y controlando el gasto innecesario. Solo así podrá exigirle al pueblo el sacrificio necesario, sabiendo que el esfuerzo es compartido.
El debate sobre la CSS debe ser abierto y transparente, pero también debemos reconocer que postergar las decisiones solo empeorará la situación. Hoy, más que nunca, necesitamos un gobierno que no tema enfrentar los problemas que otros prefirieron ignorar. Este gobierno ha dado ese paso al frente, y aunque las decisiones no sean fáciles de aceptar, el ejemplo empieza por casa. Es el único que ha tenido la voluntad de abordar un tema tan crucial para el futuro de nuestro país, pero debe asegurarse de que todos contribuyamos de manera equitativa a la solución.
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