Panamá
El mito del fantasma
- Osneider Acuña
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Es importante resaltar que el cuerpo en sí mismo viene con "un equipaje de pensamientos", que son las emociones.
El pensamiento humano es un conjunto de inversiones de significados contrarios, basados en lo negativo y lo bueno. En resumen, al principio solo hay un pensamiento verdadero y los demás se desprenden de este en una ambigüedad infinita, pero con varios significados sin perder la forma y el esquema original. Este primer pensamiento es "Yo" y luego "Soy".
Es importante resaltar que el cuerpo en sí mismo viene con "un equipaje de pensamientos", que son las emociones. En cambio, el pensamiento real se produce en la conciencia interna.
Aunque el cuerpo puede desarrollar actividades complejas, la conciencia interna no tiene emoción ni ningún otro atributo más que la perpetua noción de sí misma, sincronizada con el presente, sin retrospectiva. El presente se va consumiendo a sí mismo, como una serpiente que se devora a sí misma, como una línea que se borra al avanzar y no deja atrás el lado que la precede, sino que siempre va impulsada hacia adelante. Atrás solo queda la no existencia, y es el cuerpo el que almacena.
El esquema del pensamiento es el cuerpo en conjunto, el cerebro y la conciencia interna. La más importante es la conciencia interna, la cual ha creado confusión. La confusión tiene que ver con el alma. Esta confusión nunca ha especulado que lo pensado es material, tiene forma y queda en alguna parte. La conciencia interna se puede explicar como una burbuja que acapara individualmente una gota de un océano cristalino inmaculado.
Por ende, la conciencia interna es una fuga generada por la sincronía del cuerpo, cerebro y conciencia. En general, el desarrollo del ser humano le hace posible sustraer una gota de conciencia para sí, como una máquina acaparadora. Los animales no tienen conciencia interna y reflejan emociones y dolor. Es importante destacar que el animal inteligente lo es porque su cuerpo ha alcanzado un desarrollo lo suficientemente complejo como para funcionar y acaparar. Esta idea se explica como la melodía producida por una caja musical. La melodía no es un clavo de la caja, es una fuga resultado de su funcionamiento.
Imaginemos una caja musical que hacemos sonar y rompemos tan rápido que ni se da cuenta de que la hemos roto, y la melodía sigue sonando en el aire. De manera similar ocurre con el cuerpo al morir. La conciencia interna es una forma de energía incapaz de retroceder, siempre va hacia delante consumiendo su cola. Si una persona muere y ha tenido una conciencia fuerte, puede ser capaz de generar vibraciones o fugas en la realidad que pueden causar el mito del fantasma. Otra persona con una conciencia fuerte, puede ser inmune a estas vibraciones y por eso no las captaría. Una conciencia de sí misma débil sería susceptible de hacerlo a alguien receptivo a las vibraciones.
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