El ‘mobbing’ laboral como sinónimo de ‘bullying’

Existe en la actualidad una nueva tendencia horrible denominada ‘mobbing’ laboral por el que un matón alista a compañeros de trabajo para confabularse en una implacable campaña de terror psicológico contra un objetivo desafortunado. Ciertamente el acoso laboral no es nada nuevo, es fenómeno ligado al abuso del poder en muchos casos. La necesidad de reivindicación de los derechos humanos y el reconocimiento del derecho del trabajo han calado en la toma de conciencia por protegerse de esta conducta.

El objetivo es, por lo general, alguien que es diferente a la norma de la organización. Por lo general, las víctimas son competentes, educadas, resistentes, abiertas a desafiar el status quo, son más empáticas o atractivas y tienden a ser mujeres de 32 a 55 años. Los objetivos también pueden ser racialmente diferentes o parte de un grupo minoritario. El objetivo es ridiculizado y humillado, y con el tiempo, se logra la eliminación del lugar de trabajo. Se deja a la víctima tambaleándose, sin tener idea de lo que pasó ni por qué. Se quita la seguridad de una persona en el mundo, la dignidad, la identidad y la pertenencia y se causan daños a su salud mental y física.

Los efectos también irradian hacia fuera, hacia la pareja de la meta (objetivo), la familia, los amigos e, incluso, de la comunidad. Debido a que un colaborador está en la mira y criticaba, él o ella pueden ser vistos como un alborotador por los demás y, por lo tanto, ser ignorado y aislado por todos.

Los aliados pueden practicar en contra del objetivo un aislamiento social. Ellos piensan: Bueno, él está siendo criticado por su gestión, debe haber algo mal con él y yo no quiero ser asfaltada en la misma bolsa”.

Las personas con trastornos de la personalidad a menudo emplean tácticas como división, que enfrenta a los miembros de un equipo unos contra otros con el fin de vengarse de un insulto leve que perciben de parte del blanco.

Al menos el 30% de la intimidación es mobbing, y la tendencia va en aumento.

En Australia, una encuesta reveló que el número de llamadas sobre acoso laboral ha aumentado en un 70% en tres años. Las estadísticas muestran que el acoso afecta a uno de cada tres empleados. Lo que es realmente preocupante es que uno de cada dos han sido testigos de la intimidación, pero no han hecho nada al respecto.

Por otra parte, la incidencia real de la intimidación es probable que sea mucho mayor: por cada caso reportado, de 8 a 20 no son declarados (Faure-Brac, 2012).

Perfil del victimario

Personalidad psicopática o antisocial, mediocridad, inoperante activo, psicópata organizacional, perverso, narcisista, paranoico, carente de sentimiento de culpa, megalomanía y discurso mesiánico y moralizante.

Además, suele presentar paranoia y es el perverso narcisista que toma el poder mediante seducción. Se hace percibir por los demás como víctima de las personas a las que agrede y suele manipular de manera premeditada. Como psicópata organizacional tiene un objetivo premeditado y deliberado: el poder.

Perfil de la víctima

Responsables, con escrúpulos y sentimiento de culpa. Transparentes, auténticas y con convicciones internas. Usualmente tiene un estilo no confrontacional. En el trabajo suelen tener buenas relaciones con sus subordinados y despertar envidias entre sus compañeros y jefes.

Otras características son su creatividad (tiende a arriesgar en sus ideas), no tiene miedo al fracaso porque sabe manejarlo emocionalmente.

Valora las ideas y los comportamientos, no el nivel jerárquico de la persona que lo manifiesta.

Pasos que debe tomar para asegurarse de recuperación:

1. Documente todo en detalle. Desde los primeros signos de algo no está bien, incluso si es solo una corazonada, mantener un diario de todas las incidencias que experimente. Cuanto más pruebas tenga, mejor será su recurso a una acción legal posterior.

2. Tenga usted mismo el espacio y el tiempo para resolver las cosas. Busque a alguien con autoridad en quien pueda confiar. La solicitud de reparación de la organización no puede ser un primer paso que usted tome. Consulte a un médico para la licencia por el estrés y la demanda de la remuneración de un trabajador.

3. Enfóquese en lo que ama. Participar en una práctica espiritual diaria y seguir una buena dieta y planes de ejercicio.

4. Concéntrese en la diversión y la risa.

|1411880400|importacion 4|Prevaricato |Opinión|||| Editorial|“Solo serán penados los hechos declarados punibles por ley anterior a su perpetración y exactamente aplicable al acto impugnado”, establece el artículo 31 de la Constitución Política|

“Solo serán penados los hechos declarados punibles por ley anterior a su perpetración y exactamente aplicable al acto impugnado”, establece el artículo 31 de la Constitución Política de la República de Panamá, recogiendo el principio romano de validez universal nulla poena, sine lege”, esto es, no hay pena sin ley que la tipifique. Sin embargo, las audiencias de impugnaciones de diputados están violando la carta política. Ninguna de las causales de nulidad de elecciones contempla el uso supuesto de recursos públicos para favorecer a candidatos a diputaciones. El artículo 338 del Código Electoral señala que la nulidad de elecciones debe estar basada en anomalías como la celebración de elecciones sin convocatoria previa del Tribunal Electoral, errores o alteraciones en el cómputo de votos, constitución ilegal de mesas de votación o junta de escrutinio, instalación incompleta de mesas de votación, falta de materiales o de boletas de votación, alteraciones o falsedad del padrón electoral, violencia que amenace a los miembros de las mesas e inicio de votación después del mediodía. Pero no existen causales debido al empleo de recursos públicos en la captación de votantes.

Por otra parte, el artículo 345 del Código Electoral enumera los requisitos indispensables para que la demanda de nulidad pueda ser admitida, entre los cuales tampoco se menciona la figura de la desviación de fondos públicos con fines políticos. Empero el Tribunal Electoral admitió demandas basadas en causales no previstas en el Código Electoral. Al respecto hay que tomar en cuenta que el Código Judicial dicta la interposición de recursos de casación y revisión “cuando se tenga como delito un hecho que no lo es y cuando se haya incurrido en error de derecho al calificar el delito, si la calificación del delito ha debido influir en el tipo o la extensión de la pena aplicable”.

La jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia considera la figura de la indebida aplicación cuando deviene en una falta por la inadecuación típica en la que los hechos procesalmente reconocidos no coinciden con los presupuestos de la norma aplicada.

Si se anularan elecciones por causales ajenas al articulado del Código Electoral se incurrirá en la figura de prevaricato de derecho si se dictan resoluciones contrarias a la ley. Los abogados de los diputados impugnados están listos para acogerse a las opciones contempladas en el ordenamiento legal para impedir que prospere la grave defraudación contra la democracia representativa. La confiabilidad en el Código Electoral resultaría aniquilada contradictoriamente por los encargados de su correcta aplicación en materia de las causales de la nulidad de elecciones. Desde la época en que los magistrados de Manuel Antonio Noriega anularon las elecciones de 1989 no se presentaba una situación como la que mantiene ahora en suspenso a la comunidad nacional.

El Tribunal Electoral no tiene competencia para fiscalizar recursos públicos que, constitucionalmente, corresponde a la Contraloría y, en caso de irregularidades, al Tribunal de Cuentas y a la administración de justicia en ordinaria. La injerencia del Tribunal Electoral en asuntos ajenos a su competencia constituye una violación premeditada contra el marco constitucional. Las causales fijadas por el Código Electoral son el ámbito estricto de sus facultades para aprobar impugnaciones si hay pruebas de anomalías en la realización de las elecciones.

Es altamente sospechoso y comprometedor que las posibles impugnaciones minimice el número de diputados de oposición para equilibrar la democracia.

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