El Nele Guani
- Ginela Escala M./
En aquellos días la tierra estaba herida, pues los que tenían mucho poder abusaban de los débiles y vulnerables. Su máximo dirigente era el Nele Gubiler y proclamaban que eran poseedores exclusivos del poder, la autoridad, el conocimiento y de la verdad.
Entonces se levantó un joven, el Nele Guani que le habló al pueblo: "Hermanos, nuestras autoridades nos van a llevar a terribles sufrimientos. Vamos a llorar por sus desenfrenos. Hermanos, nos amenaza una violenta sequía, el sol va a arder mucho".
Las autoridades se enteraron y burlándose dijeron: "¡Qué sabe ese pequeño, joven y falso Nele! ¡Qué va enseñar al pueblo! Todo está en orden, en equilibrio y tranquilo".
El sol se recalentó y azotó la tierra con largos días de inclemencia, los lagos su nivel y las quebradas se convirtieron en senderos resecos.
Nele Gubiler no puedo hacer nada para que cesara la sequía. Desesperado le pidió a Guani que intercediera, y él viendo el sufrimiento de la gente aceptó, por lo que invocó a Paba (Dios) e irrumpió la lluvia que pintó de verdor el paisaje, y los frutos y cultivos dieron lo mejor de sí.
Guani dijo: "Los dirigentes deben amar a los pobres en su caminar, a las mujeres en su agotamiento, a todos por igual. Deben orientar al pueblo y guiarlos".
El Nele Gubiler dijo: "No pude cumplir debidamente. He preferido empujar a mi comunidad hacia un barranco, y no por tierra plana. Me bajaré de la hamaca y ya no seguiré haciendo sufrir a este pueblo", y renunció.
Entonces, las comunidades plantearon la necesidad de cambiar no sólo a determinados dirigentes sino el sentido mismo del liderazgo, pues deberían servir al pueblo en lugar de servirse de él. También reconocieron la necesidad de escuchar a todos y la libertad de expresarse.
Esta versión resumida del relato kuna cantado por el saíla Fred Green, traducido y sintetizado por Aiban Wagua, contiene muchas simbologías, pues nos habla de los usos y abusos del poder, de la vena autoritaria que recorre nuestra sociedad en sus diversas esferas. También expresa la necesidad de articular la ética con el poder, la libre expresión, y la necesidad de la coherencia entre el decir y el actuar.
Para generar cambios, Guani tuvo que demostrar poderes extraordinarios que lograran el objetivo de cuestionar un poder abusivo. La sequía más que ausencia de lluvia, fue carencia de justicia, fraternidad y solidaridad que secaba a la sociedad. Con la lluvia pudo renacer valores y fortalecerse y la voluntad de transformación.
Guani es más que uno, es un conjunto de personas animadas por valores y afirmaciones positivas portadoras de equidad, transparencia y participación. Es también un mensaje para los que menosprecian los aportes de los jóvenes, los humildes, los excluidos.
¿Quiénes son o pueden ser Guani? ¿Dónde están? Ellos son necesarios hoy, no dotados de poderes extraordinarios, sino de otros ordinarios en forma de valores, propuestas, esperanzas, solidaridad que pueden convocar las lluvias sobre nuestras sequías.
raulleisr@hotmail.com
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