El pandillerismo y la delincuencia juvenil (I)
La consternación y el dolor son las actuales circunstancias por las que atraviesan dos humildes familias del popular sector de El Chorrillo, tras las muertes de dos inocentes, una niña de 9 años y un joven de 16 a quienes no se les puede vincular con las reyertas, bandas, armas y violencia de otros jóvenes y adultos jóvenes que se han apoderado con sus crímenes y conductas delictivas de las calles y esquinas del barrio en un afán de control y de poder propio de la mentalidad criminal.
Estas navidades no serán las mismas para los familiares, amigos y vecinos que viven el horror día tras día de ser víctimas inocentes de las pandillas y la delincuencia juvenil. Las escenas y las denuncias ciudadanas por televisión son elocuentes y muestran la impotencia de los residentes de El Chorrillo que no ven una solución a la problemática que les afecta y que pone en riesgo sus vidas cotidianamente.
Con la intención de esclarecer algunos conceptos que puedan orientar y hacer un llamado de atención a las autoridades, organismos, instituciones y asociaciones, a la comunidad en general para atender y buscar una vía de solución a estos problemas, intento que todos podamos entender a lo que nos estamos enfrentando, ¿qué es la delincuencia juvenil?, ¿cuáles son los factores de riesgo del crimen juvenil?, ¿qué alternativas de prevención existen? y ¿cómo podemos reconocer estas conductas y patrones delictivos?, para saber qué hacer en un momento determinado.
Expertos y especialistas en estos temas coinciden en que los niveles y el tipo de crimen cometido por las pandillas son un indicador del estado general de la moral de un grupo y de su concepto de ley y orden. Un delincuente juvenil es aquel que comete un crimen repetidamente, cada vez con mayor grado de peligrosidad. Muchos de estos pandilleros tienen desórdenes mentales y/o de conducta, tal como la esquizofrenia, desorden de estrés post traumático o desorden bipolar, y en la mayoría de los casos también son consumidores de alguna o varias clases de drogas.
Existen diversas teorías que tratan de explicar la sintomatología y causas; no obstante, me he enfocado en tres de ellas que a mi parecer se ajustan a las condiciones y características sociales del área. La primera de ellas es la desorganización social, seguido de la subcultura y, finalmente, la propia decisión del sujeto.
La criminología clásica establece que las causas primarias del crimen descansan más en el individuo que comete el delito que en el entorno exterior, y sostiene que los ofensores están motivados por un seudo-interés racional y consciente de poder y control, libre albedrío y de irresponsabilidad personal. Los educadores hemos observado que estas características se presentan con el joven desde sus hogares, ya que la conciencia y el autodominio de un ofensor son el resultado del condicionamiento en el hogar y la sociedad.
La teoría de la desorganización social señala que "el crimen es resultado del resquebrajamiento de los valores tradicionales y las normas de vida, lo que parece ocurrir con mayor incidencia en las áreas urbanas donde las poblaciones son transitorias y poseen una alta tasa de migración, lo que produce un rompimiento en las relaciones familiares y la comunidad, competencia de valores junto a una creciente despersonalización". (Office of Juvenile Justice and Delinquency Prevention, 2007).
Por otro lado, la subcultura que se observa en los "ghettos" es el reflejo de los jóvenes marginados al no poder alcanzar el status de valor social y de metas deseado, lo que hace que estos jóvenes conformen una subcultura en la que establecen sus propias reglas del juego y valores. Esas reglas establecidas conducen a comportamientos delictivos que se asumen como normales dentro de su medio, lo que parece engrandecer y otorgar poder al status de estos grupos de delincuentes.
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