El PPP. ¿Cómo lo ve?
Publicado 2002/10/08 23:00:00
- Ginela Escala M./
Hace dos años el gobierno del presidente mexicano Vicente Fox propuso a los presidentes centroamericanos el Plan Puebla - Panamá (PPP) buscando construir una alianza política- económica para impulsar un modelo de inversión y de desarrollo, articulado a la lógica de la negociación regional, para una inserción “competitiva” en el comercio internacional. El PPP abarca la región Mesoamericana con una extensión total de 768,990 km2, que incluye los países de Centroamérica y cinco estados sureños mexicanos (Yucatán, Chiapas, Campeche, Tabasco y Quintana Roo) con una población total de 64 millones de personas. El financiamiento le corresponde a un Grupo Técnico Interinstitucional integrado por el BID y el Banco Centroamericano de Integración Económica y el CEPAL.
El PPP se convierte en un nuevo componente del modelo de desarrollo vigente en las sociedades mesoamericanas, que se inserta en el proceso de consolidación de la paz en la región, como una dimensión socioeconómica que impactará el contexto regional, en el cual prevalece un conjunto de asimetrías y vulnerabilidades.
El Plan Puebla-Panamá, para el economista Xabier Gorostiaga “fue concebido en Estados Unidos. Fue comprado por el gobierno de Fox, como una propuesta original para intentar resolver la crisis del suroeste de México; los ocho o nueve estados del sur de México y Centroamérica, que se ha quedado descolgada de la globalización, exceptuando a Costa Rica. Hubiésemos dicho, esto es la caracterización de Centroamérica; es decir, una gran vía de comunicación, una conexión eléctrica, una red de telecomunicaciones y de informática excelente. Pero, ¿para qué? ¿Cuál era el objetivo? ¿Crear un desarrollo integrado de Centroamérica o servir de autopista al gran proceso de globalización? Entonces, cuando uno lee el Plan Puebla-Panamá se da cuenta que es muy bueno, la retórica es excelente.
El problema es con qué actores, con qué tipo de capacidad integral se enfrenta el proyecto de las infraestructuras. Porque está todo. Está medio ambiente, respeto a las culturas y su participación, todo el desarrollo de la mujer; está el tema de la educación citado cuarenta y tantas veces, pero no hay ningún proyecto de educación, no hay ningún proyecto de desarrollo sostenible. Es como una especie de florero en torno a la autopista. Está todo de adorno. Sin embargo, fue interesante comprobar que en un seminario internacional que tuvo lugar recientemente en Guatemala, decidimos por unanimidad meternos a este proyecto, ¿por qué? Porque no hay nada más para Centroamérica. Y el proyecto, al menos en la retórica - y estaba aprobado por todos los presidentes- es importante. Entonces es tal el déficit de propuestas, que tomamos ésta y vamos a trabajar sobre esa base.”, afirma Gorostiaga.
El PPP nació sin ser producto de un proceso de consultas con la sociedad civil, y como producto de cuestionamientos en este sentido, los iniciadores establecieron posteriormente la necesidad proponer iniciativas de participación. Las acciones de consulta también arrojan cuestionamientos. Tal es el caso de Guatemala. donde representantes de 15 organizaciones sociales que forman parte de la Mesa Global para Guatemala, espacio en el que se analizan las propuestas e iniciativas del PPP, rechazaron las intenciones del Plan Puebla-Panamá, por considerar que su orientación neoliberal únicamente perjudicará a las comunidades rurales.
Hicieron las siguientes propuestas:
Por otro lado, se están produciendo acciones de oposición y resistencia nacionales y regionales al PPP como el III Foro Mesoamericano: “Frente al Plan Puebla Panamá, el Movimiento Mesoamericano Por la Integración Popular” que se realizó en Managua, Nicaragua en julio del 2002. Este Foro es parte de una serie de esfuerzos iniciados en Tapachula, México y Xelajú, Guatemala, en donde se han venido abordando estas temáticas desde una perspectiva multisectorial y multidisciplinaria. Lo cierto es que frente al PPP surgen varias actitudes: El desconocimiento o apatía, que es la mayoritaria no sólo en la población en general, sino en los sectores organizados. El apoyo a la propuesta. La oposición y resistencia a cualquier vinculación y participación con esta iniciativa, por considerarlo un proyecto amenazador, planteando como única salida el cambio total de modelo. La participación para intentar incidir en los canales abiertos, intentando mitigar los efectos nocivos y mejorar la propuesta con una visión integral. La combinación flexible de las dos anteriores modalidades. ¿Cuál sería la suya?
(raulleisr@hotmail.com)
Recibió el premio nacional de Círculo de Periodistas de Bogotá en la categoría de prensa en 1993, así como, el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en las modalidades de crónica e investigación en televisión en 1985 y 1986.
Además, recibió los premios San Gabriel del Episcopado Colombiano en 1994 y Germán Arciniegas de la Editorial Planeta en 1995.
Es autor de libros como Etica para periodistas (1991) en colaboración con María Teresa Herrán, Más allá del deber (1992), La revolución de las sotanas (1995), Testigo de seis guerras (1996) y Desde las orillas (1996), en colaboración con Germán Rey, entre otros.
En el marco del I Congreso Latinoamericano de Periodismo, realizado en Panamá en 1997, recibió el premio latinoamericano a la ética periodística otorgado por el Centro Latinoamericano de Periodismo -CELAP-, auspiciado por la Universidad Internacional de la Florida.
El PPP se convierte en un nuevo componente del modelo de desarrollo vigente en las sociedades mesoamericanas, que se inserta en el proceso de consolidación de la paz en la región, como una dimensión socioeconómica que impactará el contexto regional, en el cual prevalece un conjunto de asimetrías y vulnerabilidades.
El Plan Puebla-Panamá, para el economista Xabier Gorostiaga “fue concebido en Estados Unidos. Fue comprado por el gobierno de Fox, como una propuesta original para intentar resolver la crisis del suroeste de México; los ocho o nueve estados del sur de México y Centroamérica, que se ha quedado descolgada de la globalización, exceptuando a Costa Rica. Hubiésemos dicho, esto es la caracterización de Centroamérica; es decir, una gran vía de comunicación, una conexión eléctrica, una red de telecomunicaciones y de informática excelente. Pero, ¿para qué? ¿Cuál era el objetivo? ¿Crear un desarrollo integrado de Centroamérica o servir de autopista al gran proceso de globalización? Entonces, cuando uno lee el Plan Puebla-Panamá se da cuenta que es muy bueno, la retórica es excelente.
El problema es con qué actores, con qué tipo de capacidad integral se enfrenta el proyecto de las infraestructuras. Porque está todo. Está medio ambiente, respeto a las culturas y su participación, todo el desarrollo de la mujer; está el tema de la educación citado cuarenta y tantas veces, pero no hay ningún proyecto de educación, no hay ningún proyecto de desarrollo sostenible. Es como una especie de florero en torno a la autopista. Está todo de adorno. Sin embargo, fue interesante comprobar que en un seminario internacional que tuvo lugar recientemente en Guatemala, decidimos por unanimidad meternos a este proyecto, ¿por qué? Porque no hay nada más para Centroamérica. Y el proyecto, al menos en la retórica - y estaba aprobado por todos los presidentes- es importante. Entonces es tal el déficit de propuestas, que tomamos ésta y vamos a trabajar sobre esa base.”, afirma Gorostiaga.
El PPP nació sin ser producto de un proceso de consultas con la sociedad civil, y como producto de cuestionamientos en este sentido, los iniciadores establecieron posteriormente la necesidad proponer iniciativas de participación. Las acciones de consulta también arrojan cuestionamientos. Tal es el caso de Guatemala. donde representantes de 15 organizaciones sociales que forman parte de la Mesa Global para Guatemala, espacio en el que se analizan las propuestas e iniciativas del PPP, rechazaron las intenciones del Plan Puebla-Panamá, por considerar que su orientación neoliberal únicamente perjudicará a las comunidades rurales.
Hicieron las siguientes propuestas:
Ampliar la convocatoria a una mayor cantidad de organizaciones para exponer sus propuestas.
Igualdad de tiempos para la presentación de puntos de vista de las organizaciones sociales.
Oportunidad de escuchar las propuestas de desarrollo planteadas.
Por otro lado, se están produciendo acciones de oposición y resistencia nacionales y regionales al PPP como el III Foro Mesoamericano: “Frente al Plan Puebla Panamá, el Movimiento Mesoamericano Por la Integración Popular” que se realizó en Managua, Nicaragua en julio del 2002. Este Foro es parte de una serie de esfuerzos iniciados en Tapachula, México y Xelajú, Guatemala, en donde se han venido abordando estas temáticas desde una perspectiva multisectorial y multidisciplinaria. Lo cierto es que frente al PPP surgen varias actitudes: El desconocimiento o apatía, que es la mayoritaria no sólo en la población en general, sino en los sectores organizados. El apoyo a la propuesta. La oposición y resistencia a cualquier vinculación y participación con esta iniciativa, por considerarlo un proyecto amenazador, planteando como única salida el cambio total de modelo. La participación para intentar incidir en los canales abiertos, intentando mitigar los efectos nocivos y mejorar la propuesta con una visión integral. La combinación flexible de las dos anteriores modalidades. ¿Cuál sería la suya?
(raulleisr@hotmail.com)
Recibió el premio nacional de Círculo de Periodistas de Bogotá en la categoría de prensa en 1993, así como, el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en las modalidades de crónica e investigación en televisión en 1985 y 1986.
Además, recibió los premios San Gabriel del Episcopado Colombiano en 1994 y Germán Arciniegas de la Editorial Planeta en 1995.
Es autor de libros como Etica para periodistas (1991) en colaboración con María Teresa Herrán, Más allá del deber (1992), La revolución de las sotanas (1995), Testigo de seis guerras (1996) y Desde las orillas (1996), en colaboración con Germán Rey, entre otros.
En el marco del I Congreso Latinoamericano de Periodismo, realizado en Panamá en 1997, recibió el premio latinoamericano a la ética periodística otorgado por el Centro Latinoamericano de Periodismo -CELAP-, auspiciado por la Universidad Internacional de la Florida.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.