El tesoro más preciado
El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la Convención de los Derechos del Niño, tratado internacional que contiene ...
El tesoro más preciado
El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la Convención de los Derechos del Niño, tratado internacional que contiene los derechos de la infancia y primer instrumento jurídicamente vinculante que reconoce a los niños y niñas como agentes sociales y como titulares activos de sus propios derechos.
La declaración de los Derechos del Niño contempla 54 artículos que recogen los derechos sociales, económicos, culturales, civiles y políticos de todos los niños. Su aplicación es obligación de los Gobiernos, pero también define obligaciones y responsabilidades de padres, profesores, profesionales de la salud.
LOS NIÑOS SON COMO PLANTAS TIERNAS, CRECERÁN CONFORME SE LES EDUQUE, ASÍ COMO EL JARDINERO CUIDA CON AMOR, PACIENCIA Y ADMIRACIÓN EL JARDÍN, LIBERÁNDOLO DE LA MALEZA...
En este espacio deseo referirme especialmente al artículo 28, que dice:
"Todo niño tiene derecho a la educación y es obligación del Estado asegurar por lo menos la educación primaria gratuita y obligatoria. La aplicación de la disciplina escolar deberá respetar la dignidad del niño en cuanto persona humana".
El mandato de educar y disciplinar con dignidad, que menciona el artículo anterior, requiere que los educadores reconozcan la naturaleza espiritual de todo ser humano, es decir, la imagen y semejanza de Dios de que nos habla el Génesis. Requiere también comprender que todo niño tiene capacidades, habilidades y destrezas latentes que se deben ayudar a desarrollar proveyéndoles los medios y las herramientas adecuados, incentivando siempre su desarrollo.
Los niños son como plantas tiernas, crecerán conforme se les eduque, así como el jardinero cuida con amor, paciencia y admiración el jardín, liberándolo de la maleza, proveyéndole los nutrientes para que las plantas crezcan fuertes y sanas y podándolas para que den las más lindas flores, así mismo, quienes tenemos la responsabilidad de educar, debemos educar con amor, respeto y dignidad constituyéndonos en el ejemplo digno de emular por los niños.
Los niños son el tesoro más preciado que tiene la humanidad, si son bien educados, serán los que construyan una sociedad de justicia, paz y hermandad. Cuidemos ese gran tesoro.
Feliz día a todos los niños.