Elitismo o participación
Publicado 2004/10/12 23:00:00
- Ginela Escala M./
La reciente experiencia de la participación ciudadana, a través de la participación de más de 300 líderes sociales, de una pluralidad de asociaciones y entidades de la sociedad civil en la construcción de un Agenda Ciudadana Anticorrupción, se suma a otras muchas experiencias anteriores que confirman la necesidad de una visión incluyente en el abordaje de los problemas y temas que afectan al país.
Esto se contrapone a la idea que sólo los expertos y los que manejan grandes cuotas de poder deben conocer, opinar y decidir por y en lugar de los demás, afirmando el elitismo muy bien definido por el Diccionario de la Lengua: "Sistema que beneficia a una minoría privilegiada, aunque sea en perjuicio del resto de la sociedad".
Esto me recordó un relato kuna, que dice: "En aquellos días la tierra estaba herida, pues las autoridades y los que tenían mucho poder abusaban de los débiles y vulnerables. Su máximo dirigente era el Nele Gubiler. Proclamaban que eran poseedores exclusivos del poder, la autoridad, el conocimiento, los recursos y de la verdad.
Entonces se levantó un joven, el Nele Guani y le habló al pueblo:
-Hermanos, nuestras autoridades nos van a llevar a terribles sufrimientos. Vamos a llorar por sus desenfrenos. Hermanos, nos amenaza una violenta sequía, el sol va a arder mucho-.
Las autoridades se enteraron de lo que proclamaba Guani, y burlándose decían: ¡Qué sabe ese pequeño, flaco y falso Nele! ¡Qué va a enseñar al pueblo! ¡Cómo va a ser verdad lo que dice! Ese pequeño está soñando y le gusta soñar despierto. Todo está en orden, todo está en equilibrio, todo está tranquilo. Guani se asusta de su propia sombra. Todo marcha normal.
Le impidieron hablar y expresarse, por lo que Guani buscó amigos y aliados, y mientras hablaban con su pueblo de los que sucedía, trabajaron la tierra duramente hasta producir muchos tubérculos que soportaron bien el sol y guardaron mucha agua.
Poco a poco el sol se recalentó y azotó la tierra con largos días de inclemencia, los lagos bajaron su nivel, los ríos su caudal y las quebradas se convirtieron en senderos resecos donde el polvo se arremolinaba.
Los grandes neles cantaron e invocaron insistentemente a Paba (Dios) para que cesara la sequía, pero fue inútil. Desesperados enviaron emisarios a Guani pidiéndole que intercediera, el que al fin viendo el sufrimiento de su pueblo aceptó, y convocando a la gente menos maleada se encaminó al centro de la aldea. Guani también invocó a Paba, y lentamente el ambiente fue cambiando e irrumpió la lluvia. Un aguacero de grandes gotas cayó sobre el pueblo sediento. Las ancianas tomaban sus totumitas para recoger el agua, como si al día siguiente no volviera a llover más.
Llovió y llovió y el verdor pintó el paisaje, y los frutos y cultivos dieron lo mejor de sí. Guani volvió a hablar: Los dirigentes deben amar a los pobres en su caminar, a las mujeres en su agotamiento, a todos por igual. Este es el camino recto bajo los arbustos de la colina, de las montañas. Los dirigentes verdaderos son quienes van a orientar al pueblo y guiarlos".
Entonces el pueblo, las comunidades plantearon la necesidad de cambiar no sólo a determinados dirigentes sino el sentido mismo del liderazgo, pues deberían servir al pueblo en lugar de servirse de él. También reconocieron la necesidad de escuchar a todos y la libertad de expresarse.
Este relato cantado por el saíla Fred Green, y traducido y sintetizado por Aiban Wagua, del cual presentamos un breve parte, contiene muchas simbologías para el momento actual, pues nos habla de los usos y abusos del poder, de la vena autoritaria que recorre nuestra sociedad en sus diversas esferas. También expresa la necesidad de articular la ética con el poder, la libre expresión y la necesidad de encarnar los discursos coherentemente con la realidad. Guani no sólo debe ser visto como un personaje, sino como un conjunto de personas animado por valores y afirmaciones positivas que son portadoras de equidad, trasparencia y participación. Es también un mensaje para los que menosprecian los aportes de los jóvenes, los humildes, los excluidos, de los otros.
Para generar los cambios, Guani tuvo que demostrar poderes extraordinarios que logren el objetivo de cuestionar el poder abusivo. La sequía no sólo es la ausencia de lluvia, sino la carencia de justicia, fraternidad y solidaridad que nos seca y deja exhaustos como sociedad, pero con la lluvia pueden renacer valores y fortalecerse la voluntad de transformación.
(raulleisr@hotmail.com)
Esto se contrapone a la idea que sólo los expertos y los que manejan grandes cuotas de poder deben conocer, opinar y decidir por y en lugar de los demás, afirmando el elitismo muy bien definido por el Diccionario de la Lengua: "Sistema que beneficia a una minoría privilegiada, aunque sea en perjuicio del resto de la sociedad".
Esto me recordó un relato kuna, que dice: "En aquellos días la tierra estaba herida, pues las autoridades y los que tenían mucho poder abusaban de los débiles y vulnerables. Su máximo dirigente era el Nele Gubiler. Proclamaban que eran poseedores exclusivos del poder, la autoridad, el conocimiento, los recursos y de la verdad.
Entonces se levantó un joven, el Nele Guani y le habló al pueblo:
-Hermanos, nuestras autoridades nos van a llevar a terribles sufrimientos. Vamos a llorar por sus desenfrenos. Hermanos, nos amenaza una violenta sequía, el sol va a arder mucho-.
Las autoridades se enteraron de lo que proclamaba Guani, y burlándose decían: ¡Qué sabe ese pequeño, flaco y falso Nele! ¡Qué va a enseñar al pueblo! ¡Cómo va a ser verdad lo que dice! Ese pequeño está soñando y le gusta soñar despierto. Todo está en orden, todo está en equilibrio, todo está tranquilo. Guani se asusta de su propia sombra. Todo marcha normal.
Le impidieron hablar y expresarse, por lo que Guani buscó amigos y aliados, y mientras hablaban con su pueblo de los que sucedía, trabajaron la tierra duramente hasta producir muchos tubérculos que soportaron bien el sol y guardaron mucha agua.
Poco a poco el sol se recalentó y azotó la tierra con largos días de inclemencia, los lagos bajaron su nivel, los ríos su caudal y las quebradas se convirtieron en senderos resecos donde el polvo se arremolinaba.
Los grandes neles cantaron e invocaron insistentemente a Paba (Dios) para que cesara la sequía, pero fue inútil. Desesperados enviaron emisarios a Guani pidiéndole que intercediera, el que al fin viendo el sufrimiento de su pueblo aceptó, y convocando a la gente menos maleada se encaminó al centro de la aldea. Guani también invocó a Paba, y lentamente el ambiente fue cambiando e irrumpió la lluvia. Un aguacero de grandes gotas cayó sobre el pueblo sediento. Las ancianas tomaban sus totumitas para recoger el agua, como si al día siguiente no volviera a llover más.
Llovió y llovió y el verdor pintó el paisaje, y los frutos y cultivos dieron lo mejor de sí. Guani volvió a hablar: Los dirigentes deben amar a los pobres en su caminar, a las mujeres en su agotamiento, a todos por igual. Este es el camino recto bajo los arbustos de la colina, de las montañas. Los dirigentes verdaderos son quienes van a orientar al pueblo y guiarlos".
Entonces el pueblo, las comunidades plantearon la necesidad de cambiar no sólo a determinados dirigentes sino el sentido mismo del liderazgo, pues deberían servir al pueblo en lugar de servirse de él. También reconocieron la necesidad de escuchar a todos y la libertad de expresarse.
Este relato cantado por el saíla Fred Green, y traducido y sintetizado por Aiban Wagua, del cual presentamos un breve parte, contiene muchas simbologías para el momento actual, pues nos habla de los usos y abusos del poder, de la vena autoritaria que recorre nuestra sociedad en sus diversas esferas. También expresa la necesidad de articular la ética con el poder, la libre expresión y la necesidad de encarnar los discursos coherentemente con la realidad. Guani no sólo debe ser visto como un personaje, sino como un conjunto de personas animado por valores y afirmaciones positivas que son portadoras de equidad, trasparencia y participación. Es también un mensaje para los que menosprecian los aportes de los jóvenes, los humildes, los excluidos, de los otros.
Para generar los cambios, Guani tuvo que demostrar poderes extraordinarios que logren el objetivo de cuestionar el poder abusivo. La sequía no sólo es la ausencia de lluvia, sino la carencia de justicia, fraternidad y solidaridad que nos seca y deja exhaustos como sociedad, pero con la lluvia pueden renacer valores y fortalecerse la voluntad de transformación.
(raulleisr@hotmail.com)
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